𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐖𝐢𝐥𝐝𝐞𝐬𝐭 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

XIX

Feliz día MÚRICA. No estoy seguro de por qué la gente sigue preguntándome si voy a hacer algo por ello, ya que no soy estadounidense y no es un evento en el resto del mundo. Iré al trabajo, luego a casa, luego al dentista. Definitivamente será un día glorioso para mí, lol. Por favor, disculpe si no enciendo fuegos artificiales mientras un hombre tiene sus dedos en mi boca. xD

Pero también feliz cumpleaños a Umarekawaru Taezu.

Arte de portada: Curbizzle

Capítulo 19

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Jaune comenzaba a sentirse un poco redundante en la conversación.

Principalmente porque casi no tuvo participación en él.

—Su Semblanza le ha permitido acceder a secretos militares integrales para la seguridad de Atlas.

—Accidentalmente —dijo el Dr. Oobleck.

—No importa si tenía la intención o no. Ahora está en posesión de información clasificada protegida por la ley Atlas, y nuestros tratados con Vale permiten el enjuiciamiento y la extradición de personas consideradas sospechosas de delitos de cierto nivel de los cuales éste obviamente se aplica.

—Es un niño, James —dijo la señorita Goodwitch. A Jaune no le gustaba mucho que lo llamaran así, pero lo aceptaría si eso significaba no ser arrestado.

—Su edad se tendrá en cuenta durante la sentencia.

—¡No habrá sentencia! ¡No lo permitiré!

—No entiendes tu lugar en esto, Glynda —Ironwood sonaba enojado—. Los asuntos legales entre Atlas y Vale son para que los Consejos decidan. No soy un profesor de una academia. Hoy estoy aquí hablando como representante de las fuerzas armadas y el Consejo de Atlas.

—Sus escaños elegidos antidemocráticamente, sí —bromeó la profesora—. Soy consciente de cómo funciona el llamado sistema electoral de su país.

—Puedes insultarlo tanto como quieras, pero la ley es la ley. Él la ha quebrantado. Si realmente crees que es inocente, entonces deberías contentarte con dejarlo ir a juicio.

—¿Y verlo desfilar a través de un tribunal militar a puertas cerradas sin jurado? ¿Quién volvería a decidir su culpabilidad? Oh, sí, los jueces militares, que le deben su lealtad. Qué conveniente. Estoy segura de que ni siquiera le permitirán testigos para él, ya que tendrían que aprender estos llamados secretos clasificados suyos.

Ironwood se veía ofendido.

—¿Estás insinuando que dirigiría un tribunal corrupto?

—¡No lo estoy insinuando, James!

—Tranquilos, tranquilos —Ozpin levantó las manos y las extendió—. Ambos están llevando esto demasiado lejos. Estamos permitiendo que nuestras emociones se vuelvan salvajes. Todo esto es solo un desafortunado malentendido, y estoy seguro de que podemos resolver el asunto sin llegar a las manos o tener que despedir a uno de nuestros estudiantes.

Jaune sintió que era su oportunidad de hablar.

—Ni siquiera sé qué secretos se supone que debo haber aprendido. Si fue el sueño que vi anoche, entonces no aprendí nada de él.

—¡Mentiras!

—¿Por qué mentiría? ¿Qué tengo que ganar? ¿Qué haría con los secretos militares

—Además —dijo el Dr. Oobleck, interviniendo suavemente—, Ozpin te alertó sobre la naturaleza de la Semblanza del señor Arc. Ciertamente se podría argumentar, en la corte si es necesario, que negligentemente permitiste que mi estudiante accediera a dichos secretos al permanecer aquí. Incluso se podría sugerir toda esta debacle como una trampa. Sabías que carecía de control sobre el sueño en el que entra y, sin embargo, te mantuviste en Beacon en lugar de en tu nave insignia, donde no podría haberte alcanzado.