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Una joven de cabellos rubios y hermosos ojos castaños caminaba por una gran habitación de paredes rojas, alfombra color vino y repleta de oro en muebles y marcos de pintura. La vista de la joven se topaba con los recuadros en las paredes cada uno representaba a un diferente gobernante de la nación Inglesa, cada uno más imponente que el anterior.

Finalmente ella se detuvo al estar frente a un retrato de la reina Isabel I, la gobernante con el reinado más largo registrado en la historia. Una mujer imponente que heredó el trono después de la muerte de sus dos hermanos; aún a pesar de que toda su vida fue acusada de ser hija de una prostituta que fue condenada a muerte por el rey Enrique VIII. Historia trágica como todas las de las personas colgadas en las paredes.

La rubia alzó lentamente su mano hacia el retrato mientras mantenía su vista fija en el rostro palidecido de la reina y sus cabellos completamente pelirrojos. Antes de poder tocar el retrato su nombre fue susurrado a sus espaldas; ella volteó bruscamente hacia la izquierda, y luego hacia la derecha ante oír un cambio de posición en el susurro. No encontró nada a sus espaldas, y terminó por voltear nuevamente al retrato con un gesto confuso y temeroso; sin embargo, al instante de voltear dio un respingo al encontrar un espejo ante ella en vez de el retrato.

Frente a ella, apareció su propia imagen con el cambio de su ropaje. Ella llevaba una vestimenta azul algo informal, y la persona ante ella vestía un vestido color rojo con una banda blanca llena de honorarios rojos, y en su cabeza portaba la corona de la reina. Ante ello, la joven solo se tallo los ojos esperando cambiar esa imagen; sin embargo, está no desapareció.

Al no ver algún cambio, ella paso ligeramente su mano por su rostro a la par del espejo, luego paso lentamente su mano por su cabello sin que la imagen en el espejo dejara de imitar sus movimientos.

—¿Quién eres?—indagó finalmente la rubia, para luego dar un respingo al sentir algo sobre su cabeza, inmediatamente tomó rápidamente de esta y la bajo a su vista.

—Soy tú.—se dijo desde parte del espejo mientras ella observaba la corona en sus manos.—Olivia Taylor Windsor Spencer.

Olivia se quedó observando la corona en sus manos con los ojos bien abiertos. Al cabo de unos segundos este objeto fue tomado de sus manos por unas manos blnquecinas; automáticamente la rubia retrocedió y soltó la corona.

—Soy como tú.—Olivia entreabrio los labios ante la sorpresa de la persona ante ella, una mujer de tez blanquecina con cabello pelirrojo, labios rojos y vestimenta Isabelina; la reina Isabel I.

—¿Cómo yo?—la monarca se colocó la corona en la cabeza y luego empezó a caminar lentamente alrededor de la rubia.

—Mi nombre es Isabel Tudor.—empezo a decir la mujer mientras analizaba cada facción de Olivia.—Hija de Ana Bolena, quien fue asesinada luego de haber sido acusada de infidelidad cuando yo solo era una niña.

Liv dió un respingo cuando un relicario fue puesto ante ella.

—¿Te suena conocido?—Olivia tomó el relicario y lo abrió lentamente, dentro de él estaba el retrato de Ana Bolena y una fotografía de Diana de Gales.

Luego de que viera eso, Elizabeth tomó de los hombros a la rubia y la volteo hacia atrás, Olivia pudo observar tres retratos ante ella.

—Hermana de los dos previos herederos al trono.—siguió hablando la mujer mientras Olivia veía los retratos de William, Harry y ella.—Yo fui la última en el linaje por ser considerada como una bastarda... Cómo tú.

—No soy una bastarda.

—Yo tampoco lo era.—finalizó la pelirroja.—Sin embargo fui la mejor monarca que este país ha visto en toda la historia.

𝗘𝗨𝗣𝗛𝗢𝗥 ᵇⁱˡˡᵏᵃᵘˡⁱᵗᶻ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora