Capítulo 30: Comportándose como un pícaro

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Tang Wan no pensó mucho después de responder, simplemente consideró que era un fan rico y poderoso. Después de salir de Weibo, solo quería levantarse de la cama.

Zong He, que acababa de ducharse, se acercó rápidamente y empujó a Tang Wan hacia abajo: —Sé bueno y acuéstate, aún no te has recuperado.

Tang Wan se quedó sin palabras: —Pero necesito usar el baño.

Solo entonces Zong He lo dejó ir. Pensó por un momento y luego agregó rápidamente: —Vuelve rápido.

Tang Wan se sentó y dijo impotente: —Acabo de despertar una habilidad inusual y mi fuerza espiritual es inestable. No estoy lisiado, ¿por qué estás tan preocupado?

La expresión de Zong He mostró que estaba muy preocupado.

Las comisuras de los labios de Tang Wan se unieron, y no pudo evitar sonreír. En realidad, solo necesitaba tomar medicamentos todos los días. Según se informa, con este tipo de despertar, el tratamiento generalmente no sería necesario. Podrían mantenerse a sí mismos.

La medicina que tomó era para estabilizar su fuerza espiritual y eliminar el veneno residual; el médico militar dijo que ya estaba bien.

Zong He no estaba seguro y lo había estado vigilando todo este tiempo, tratándolo como un paciente gravemente enfermo y no permitiéndole levantarse de la cama a pesar de que estaba bien.

Después de ir al baño y ducharse, pero antes de que Tang Wan tuviera tiempo de cambiarse de ropa, Lin Bo llegó a la puerta con una sonrisa y llamó. Cuando Tang Wan vio lo que tenía en la mano, solo quería llorar.

Lin Bo puso la medicina sobre la mesa: —¿Quieres tomarlo tú mismo o debería ayudarte?

Tang Wan se resignó a su destino: —Puedo tomarlo yo mismo. Oh, la fuerza espiritual de Zong He también es inestable. ¿Por qué no necesita tomar medicamentos?

Lin Bo se rio y explicó: —La condición del mariscal es más grave. Necesita ir a la sala de tratamiento.

Tang Wan suspiró, tomó la medicina y miró a Zong He: —Entonces debes cooperar con el tratamiento y recuperarte antes. Entonces verás lo doloroso que es tomar el medicamento.

Tang Wan frunció el ceño y tragó la medicina. Luego miró a Zong He, que lo había estado observando atentamente. Tang Wan estaba de mal humor: —Realmente no puedo tragar más. No lo escondo, ¿por qué me miras con esos ojos vigilantes?

Las comisuras de los labios de Zong He se crisparon y, de buen humor, dijo: —Te vez feo.

Los labios de Tang Wan se adelgazaron, su lengua sin piedad soltó: —Eres feo, de toda tu familia, eres el más feo.

Zong He estaba en silencio, y la atmósfera era incómoda. Temprano en la mañana, la pareja se dijo el uno al otro que eran feos, pero nadie más podía hacerlo.

Lin Bo soltó un "ai-ya" y dijo especialmente amablemente a Tang Wan: —Solo quiere decir que te ves bien. Solo quería mirar, mirar hasta que no pueda liberarse y no quiera alejarse. —al decir esto, Lin Bo suspiró y dijo con un corazón cansado: —¿Entiendes la distancia del rey de las bestias?

Zong He tarareó, giró la cabeza y se fue avergonzado. No podía soportar escuchar más, pero tampoco quería negarlo.

Tang Wan se rio entre dientes y sonrió: —Los gatos de otras familias son lindos cuando son orgullosos y encantadores , este mariscal...—vio a Zong He parado detrás de la puerta y sacudió la cabeza de manera distante: —¿Qué distanciamiento? Sería simplemente pasar por el infierno por el bien de la cara.

Mi compañero vegetativo abrió los ojos con ira después de que me escapé [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora