Mi compañero vegetativo abrió los ojos con ira después de que me escapé [BL]

Capítulo 43: La suegra vino de visita

El que buscaba problemas terminó siendo el que estaba preocupado.

Zong He nunca había pensado que habría este tipo de trabajo entre marido y mujer. Durante un tiempo no supo qué decir.

Tang Wan frotó suavemente la cabeza del gran gato y soltó una carcajada: —No es necesario que estés tan enojado en el futuro, bebiendo vinagre en un abrir y cerrar de ojos. De lo contrario, otras personas deberían llamarte esencia de limón.

Zong He lo vio como un constante "bla bla bla" justo en frente de él. Lo que dijo fue correcto, y no se molestó en discutir en absoluto. Abrazando la cintura de Tang Wan, dijo con resentimiento: —Estaba pensando demasiado, no tienes que decirlo.

Tang Wan aplanó sus labios, su rostro primero enrojecido. La mirada del mariscal era demasiado clara, y su agravio también era muy claro. En el pasado, podía declinar porque el cuerpo del otro no estaba bien, pero ahora el cuerpo del otro se había vuelto más fuerte y todavía se negaba a realizar sus deberes matrimoniales.

Tang Wan también sintió que realmente no era un hombre.

Zong He esperó a que Tang Wan le diera una palabra de permiso. El temperamento tibio de Tang Wan era demasiado molesto. Si no lo animaba un poco, sería incapaz de tomar la iniciativa de salir de su pequeño círculo defensivo.

En ese momento, hubo un gruñido. El estómago de Tang Wan había aprovechado este momento inoportuno para darse a conocer. La cara de Tang Wan se sonrojó aún más y se rio nerviosamente varias veces: —No comí mucho en el desayuno.

Zong He infelizmente le dio unas palmaditas en la cintura algunas veces: —Come primero, podemos hablar después de que te hayas comido. —no había podido obtener una respuesta definitiva de nuevo.

Zong He se puso de pie y levantó a Tang Wan, pasando la puerta y pensando; "Ya está flaco, si se volviera más delgado sería invisible."

La esquina de los labios de Tang Wan se arqueó lentamente. Mirando a Zong He, es alto y confiable, su corazón fue endulzado. Este gran gato realmente odiaba verlo recibir el menor agrabio.

Cuando Tang Wan fue a comer, los gatitos ya habían comido toda la carne. Mulan tomó la iniciativa de cuidar a los niños. Ella trajo a los gatos más pequeños al sol en el balcón y ayudó a lamer su pelaje. Los otros gatos se lamían perezosamente sus propias patas.

Después de que Tang Wan estuvo lleno, volvió a echar un vistazo y vio que el público seguía mirando, hechizado y el número de personas no había disminuido. Realmente estaba convencido por este grupo de personas.

Realmente podían mirar por un día completo: —¿Ustedes no van a descansar?

Los miembros de la audiencia respondieron uno tras otro: "¡No descansos! ¡Somos fuertes! Puedes volver a confesarte con tu esposa, no te necesitamos aquí, ¡solo tener mascotas es suficiente!"

Tang Wan estaba sin palabras. ¿Quién estaba confesando que? ¿Necesitaba confesar su puesto en el hogar?

—Diez minutos más, entonces realmente necesitan ser retirados. De lo contrario, no dejaré que Xuan Feng cante para todos ustedes.

La audiencia lanzó recompensas nuevamente: "La transmisión en vivo no debe cerrarse, ¡la canción aún necesita ser cantada!"

Tang Wan no pudo evitar reírse: —Todos ustedes ruegan mucho.

Audiencia: "Así es, ¡somos honorables!"

Tang Wan los ridiculizó en su corazón: todos ustedes se han portado mal como un camarón mantis, y todavía son "honorables".