8

261 57 23
                                    

Jeongyeon

–Y bueno mi único recuerdo vívido de esos días... pues son estas ligeras cicatrices –Acto seguido levanté mi vestimenta solo mostrando mi abdomen pero perfectamente se podían ver los tres agujeros que lo adornaban, la zona enrojecida y los moretones ya algo desvanecidos.

– ¿¡Ligeras!? ¡Por la mierda, Jeongyeon, esas cosas mínimo te atravesaron de ida y vuelta! –Reí un poco apenada por el comentario sorpresivo de Jihyo.

– ¿Cómo demonios sigues viva? Digo con todo respeto, pero ahora si me dijeran que eres inmortal lo creería completamente –Mencionó Kyungsoo

–Dios, eres demasiado indiscreto –Hablo Tzuyu casi regañando al pobre chico

Quise responderles algo a aquellos tres pero mi atención se la robó por completo mi chica, quien seguía viendo casi estupefacta mis heridas.

– ¿Nayeon? –Hablé mientras ella salía de su trance y sus amigos la miraban dejando de lado el rastro de la conversación – ¿Estás bien?

– ¿Qué? No, si perdón es solo que... dios pasaste por tanto... yo... –Su voz titubeo mientras lagrimeaban sus ojos –Me hubiese gustado estar ahí para ti...

–Tranquila –Me acerqué a ella y la rodee con mis brazos en un cálido abrazo mientras sentía como ella se aferraba a mi espalda tan débil como podía –Ya todo acabo...

Algunos segundos después se escuchó un carraspeo detrás de nosotras.

– ¡Hey! Pero miren la hora que es, mi turno en el orfanato ya va a empezar –Kyungsoo dijo con algo de prisa, Nayeon y yo nos separamos para verlo

– ¿Qué? Pero si es el nocturno... –Hablo Jihyo confundida

–Dije que ya va a empezar y tú me vas a llevar –Demandó con firmeza Kyungsoo y pude entender lo que hacía, le agradecía tanto a este chico

– ¿Pero-?

–Vamos, mi amor –Tzuyu la jalo por la camisa casi arrastrándola

–Ya voy... –Resignada tomó sus cosas junto con las de su amigo y su novia –Las quiero mucho, cuídense y cualquier cosa no duden en llamarnos, te dejo mi celular, está guardado el número de Tzuyu y el de Kyungsoo –Dijo mientras nos acercaba el objeto y nos daba un último abrazo a Nayeon y a mi

–Cuídense mucho, chicas –Hablo Tzuyu

–Nos vemos luego –Se despidió Kyungsoo

Los tres salieron del departamento para dejarnos solas a mí y a Nayeon. No pregunté, solo tomé a Nayeon de su asiento y la cargué hacia mi habitación, la recosté en la cama, le quite sus zapatos y luego me deshice de los míos, me deshice de la camisa que tenía pues tenía una manga corta debajo de esta, me recosté a su lado dejando su cabeza apoyada en mi hombro y nos arrope, ella tenía su mano posada en mis heridas, acariciándolas por encima, con su vista fija en ellas. Yo decidí romper el silencio acogedor después de unos minutos.

–De verdad, extrañe mucho tu calor, Nayeon, se siente tan bien estar a tu lado... siento... que aquí pertenezco –Deje un dulce beso en su frente acercándola, si se podía más, a mí.

–Desde que te fuiste... no tuve el valor de estar aquí adentro... –Dijo casi como un susurro, podía notar como su voz había perdido fuerza. –En realidad... no recuerdo mucho de estos últimos meses... yo estaba muerta en vida

–Perdóname... es todo mi culpa...

–Ninguna de las dos sabía que nos preparaba el futuro

–Pude haberme esforzada por cambiar nuestro futuro –Nayeon levanto su mirada para verme a los ojos.

–Cuando cruzaste esa puerta, Jeongyeon, yo sentí como si mi alma volviera a mi cuerpo y es todo lo que necesito ahora, por favor, no vuelvas a dejarme... –Sus ojos volvieron a soltar lágrimas y deje que se liberara en mi pecho, no mentiré, cuando unas lágrimas también salieron de mí, casi podíamos sincronizar nuestro dolor.

–Aunque me cueste la vida, te juro, Im Nayeon, que no me separaré de tu lado.

Subí su mentón y la bese, la bese como había deseado tanto en este tiempo, porque yo si morí, morí cuando por un tiempo pensé que había perdido para siempre a mi linda chica. Era un beso lento, pero cargado de todo el amor que sentía hacia Nayeon, fue mi salvación hoy, fue mi salvación ayer y será mi salvación mañana, lo será hasta que mi corazón deje de latir, porque ella se ha vuelto la dueña de él.

–Te ves tan linda como siempre... aunque parezca que te atropello un avestruz –No pude evitar bromear una vez que nos separamos, ella estallo en carcajadas –Dios como amo tu risa, coneja

– ¡Ya! ¡Tonta!

– ¡Es verdad! Tu risa me devuelve las ganas de vivir –Ella me dio un pico justo en los labios lo que hizo más grande mi sonrisa –Ahora ¿Podrías decirme porque nadie contestaba el teléfono del departamento?

–Eso... puede que Jihyo lo haya aventado por la ventana después de la décima llamada por "Pésame"

–Wow... eso... explica mucho


Gracias por sus comentarios felicitándome, me dieron la motivación necesaria para seguir escribiendo, aunque en general todos sus comentarios me motivan.

Por favor no dejen de dejarlos, al igual que sus votos, los aprecio mucho:)

Nos vemosss

//Tolong//  [2yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora