Chaeyoung
– ¡En el jardín pinte esto, mira mamá, mira! –Era un hermoso dibujo hecho con crayolas sobre nuestra familia
– ¡Wow! Mi amor eres toda una artista
–Igual que su mamá –Mina apareció desde la cocina para unirse a nosotras, mantuve a Sana cargada en mis brazos para cuando ella llego y me dejo un dulce beso en los labios –Que bueno que volviste mi amor, hice la cena, Bulgogi, tu favorito.
–Eres la mejor, mi vida, te amo
–Y yo a ti –Compartimos otro beso hasta que nuestra dulce hija nos separó por las barbillas, dulce y celosa, igualita a su mamá
–Mamá, mamá, mira mi dibujo ya le diste mucho amor a mami, yo también quiero –Un puchero adorable adorno su carita y no pude evitar amarla más, si es que eso era posible
–Lo que usted diga princesa, mami se puede ir por un tubo –Y así fue como Mina me dio un golpe en el brazo con una cara disgustada, solo le guiñe el ojo, sabíamos que bromeábamos –Bien, princesa explícame tu dibujo –Me senté con ella aun en mis brazos en el sofá y Mina se sentó a nuestro lado
–Mira mamá, esta es nuestra casita, aquí estas tú, aquí esta mami, aquí estoy yo junto con el señor banana y aquí está la tía Jeongyeon –Me tensé, hubiera puesto más atención así hubiese visto las cuatro personas de palitos dibujadas y hubiese estado preparada, senti como un nudo se hacía en mi garganta, Mina lo notó, yo lo sé, ella se puso igual pero al parecer le preocupe más yo –Y este es un perrito, quiero tener un perrito mamá, quiero llamarlo pimienta –Siguió riendo y hablando pero yo había dejado de procesar el momento
–Bien, cariño, porque no mejor dejamos a mamá descansar un rato –Tomo a Sana de mis brazos y la cargo a ella para empezar a dirigirse a la cocina –Ya sabes que ella llega cansada a casa ¿Quieres ayudarme a servir su comida? Te dejare servir la tuya también
– ¡Si!
Mina me dio una última mirada pero yo no pude responder nada, seguía inmóvil en mi sofá, porque... podía esconderlo en el cuartel, podía esconderlo a mis compañeros, podía esconderlo de mis amigos incluso, pero no podía esconderlo en casa.
Era imposible.
Su recuerdo sigue vivo en cada pared, en cada mueble, en cada habitación, incluso en cada plato. Mientras yo viva, Jeongyeon también vive.
Me levante despacio y en silencio, llegue a mi habitación y la cerré sin hacer el mas mínimo ruido, dios, como la extrañaba, como deseaba que estuviera aquí, con sus malas bromas, sus ocurrencias, su madurez y su calidez, siendo la mejor tía, la mejor amiga y la mejor hermana.
Yoo Jeongyeon como te extraño.
Ya dentro comencé a quitarme mi uniforme, me cambie por completo a mi ropa de estar en casa y después me fui a nuestro vestidor, eran tan grande como una habitación, culpo a lo vanidosa que era mi esposa de vez en cuando, por no decir siempre, justo de mi lado, en la esquina, había desocupado un pequeño espacio.
Para hacer un "altar" a Jeongyeon.
Habían tres fotos, una de cuando ambas éramos aun cadetes y estábamos en formación, inmóviles pero juntas, estábamos cumpliendo una orden, un ejercicio de resistencia, quien permaneciera más tiempo en la posición de firmes se llevaría la victoria, solo debía haber un ganador pero las dos éramos tan obstinadas y tercas, que nuestro sargento fue el que se rindió con nosotras cuando ya habían pasado las 24 horas. Desde ese momento empezamos a compartir cada gloria. La segunda era en el día de nuestra primera misión cumplida como un equipo, estábamos, Jackson, Chanyeol, Lay, Momo, Dahyun, Jisoo, Jeongyeon y yo, después de habernos sentidos invencibles ese día, quien diría que tres de nosotros no estarían el día de hoy, y la última, fue del día en que nos conocimos, si recordaba esa historia, caería de nuevo en la depresión que me inundo el primer mes que estuve sin ella.
–Amor... –Era Mina quien se encontraba abrazándome por la espalda, cerré mis ojos para evitar llorar y solo senti como ella recargaba su rostro en mi hombro. –Yo también la extraño, Sana también la extraña, pero soy consciente que tú la extrañas mucho más que nosotras, solo quiero que sepas, que estoy aquí contigo, a tu lado, y no me iré a ninguna parte, se lo prometí a Jeongyeon y tengo pensado cumplir mi promesa
Me di la vuelta y la envolví en mis brazos, la abrace tan fuerte, sin llegar a lastimarla, pero acompañada de nuestras lágrimas, nos consolamos, sabíamos que debíamos ser fuertes, pero aunque el tiempo siga pasando, seguía siendo igual de difícil.
–Vamos a cenar, que deje a Sana sola en la mesa y no quiero que vuelva a incendiar su sopa –Mina empezó a reír contagiándome mientras limpiaba mis lágrimas y yo las suyas
–Sigo sin saber cómo demonios lo hizo –Volvimos a reír, ya listas, salimos del vestidor pero antes de que saliéramos del cuarto un grito nos alarmó... era Sana.
– ¡Tía! ¡Te extrañe!
Mina y yo nos miramos confundidas y salimos corriendo, cuando llegamos a la sala, senti que me iba a desmayar.
Mina cubrió su boca con las dos manos mientras soltaba todo el aire de sus pulmones.
Yo... Yo estaba paralizada
–Jeongyeon...
Y si, doble actualización de regalo porque llegue a los 500 seguidores jiijjijijiji
Por cierto, ya esta otra vez activa las metas de las 100 leídas para un capitulo nuevo, eso me ayudará a meterme presión en las actualizaciones y que la historia siga siendo de su agrado, por favor no dejen de apoyarme, comentar y votar también ayuda.
:))
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//Tolong// [2yeon]
FanfictionSegunda Entrega de Ramé. Te tengo, te tengo de vuelta y jamás quiero que te vuelvas a ir, pero como todo en mi vida tiene que ser tan caótico... ¿Que pasa si ahora la que se va soy yo? Todo el dolor que he sentido en mi vida no sería ni la mitad del...