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Nayeon 

Habían pasado exactamente 2 meses desde el picnic relajante que tuvimos, 2 meses en los que no tenía idea de donde se encontraba mi mejor amigo, Do Kyungsoo. Como tal no estaba desaparecido, había intercambiado un total de 10 mensajes entre Jihyo y yo, solo dándonos la misma respuesta de siempre: "estoy bien", "estoy ocupado" y "Luego hablamos", como sus amigas Jihyo y yo estábamos preocupadas, tanto que nos decidimos por ir nosotras mismas a buscarlo al orfanato, para nuestra sorpresa, tampoco se encontraba la madre de nuestro amigo, fue el padrastro de la familia Do quien nos recibió.

­­–Lo siento, chicas, ojalá pudiera ayudarlas, pero por esta vez, tengo las manos atadas –Nos respondió con amabilidad mientras sostenía a un niño de alrededor de 2 años mientras lo alimentaba

Como ultima instancia, decidimos ir a su departamento compartido, él vivía con su controversial amigo de la infancia, Jong In, o Kai, como prefería ser llamado.

–Estamos en las mismas bellas mujeres... la verdad es que... al inicio del mes el solo llego en la madrugada, tomo un bulto de ropa y su cepillo de dientes y se largó, no me dirigió la palabra... ni la mirada... –Se le veía consternado, factor que no era común en un chico tan elocuente como el, miro a Jihyo esta vez ­–¿Crees que haya sido por mi confesión? Jihyo, lo juro, yo no quería que él se fuera, pero simplemente ya no podía contenerlo, el corazón me explotaría si lo retenía un día más.

–Te lo puedo asegurar, no tiene que ver contigo, él te quiere Kai, pero no de la misma manera

–No repitas sus palabras por favor... –Cerro sus ojos con pesar mientras se recostaba en la pared, lamentándose

–Solo dale tiempo, estoy segura de que podrán arreglarlo –Me atreví a pronunciar

–Nayeon... eres la persona menos indicada para decirme eso –Aunque el comentario fue algo filoso, la sonrisa sarcástica en su rostro apaciguo la agresividad

–¿Qué? –Respondí completamente confundida, no había entendido su comentario

–Nada –Habló Jihyo –No te molestamos más, se ve que tienes mucho en que pensar, si sabes algo de el enano del infierno, no dudes en llamarnos

–No se preocupen, serán las primeras, solo espero que sea viceversa

–Te lo aseguro –Jihyo me tomo por el brazo para salir de su departamento

–¿Qué quiso decir? –Yo seguía consternada

Después de esa semana de búsqueda, Jihyo y yo decidimos mejor darle el espacio que silenciosamente nuestro amigo nos estaba pidiendo, al fin de cuentas, no podíamos obligarlo, aunque quisiéramos, y vaya que queríamos.

Mientras nos respondiera cada 10 horas los mensajes, todo estaba bien.

–Te ves tensa –Unas manos viajaron por detrás de mi ser, desde mis hombros hasta mis clavículas, dando un leve masaje mientras dejaba un cálido beso en mi cabeza

Adoraba a mi mujer.

–Nada, amor, solo el mismo tema –Dije para girarme y cruzar mis brazos detrás de la nuca de Jeongyeon, acto seguido ella coloco sus manos en mi cintura y me plantó un casto beso en los labios

–Preciosa, todo estará bien, se que no lo conozco de la misma forma que tú, pero es un hombre, un hombre de baja estatura, pero al final un hombre, no te preocupes, el estará bien.

–Tienes razón ¿Por qué no mejor me cuentas, como te fue hoy? Te ves algo colorada

–Agh, ni lo digas, estuvimos varias horas bajo el sol hoy, un verdadero martirio

–Jeong, sigo creyendo que no es buena idea que te exijas así tan... pronto...

–Nabongs, ya han pasado varios meses –Me volvió a besar, esta vez, un poco mas lento –Estoy bien, recuérdalo. –Tomo mis manos entre las suyas –Ya no estoy en el campo...

Ya no estoy en la cama...

–Excelente, amor –Volvimos a fundirnos en un beso

Aquello había sido una especie de mantra que habíamos creado las dos como un paso mas para lidiar con todo el peso que cargábamos por lo ocurrido, o eso dijo nuestra psicóloga.

–Bien, hare de cenar, tengo apetito de comida italiana así que tendrás que aguantarte –Dijo Jeongyeon antes de levantarse, cambiarse la camisa y darme un beso en la frente para dirigirse a nuestra cocina

Dios, gracias por todo esto.

Habíamos estado progresado bastante bien en cuestión de nuestra relación, ya hace bastante los hechos desastrosos estaban siendo superados y veíamos en nuestro futuro una luz brillante, ella seguía siendo sargento mayor, y vaya que le iba bien, trajo al departamento un par de medallas. Al parecer, regresar de la vida, era un logro casi imposible.

Reí por el sarcasmo de mis pensamientos mientras yo también me cambiaba para la cena.

Pero era verdad, mi Jeongyeon era un milagro andante, mi milagro andante.

Por ahora hacia trabajos meramente de logísticas y comunicaciones, pero incluso así seguía siendo la mejor en su área, siempre menciona que era frustrante ver como su mejor amiga era desplegada junto con su pelotón cada vez más seguido mientras ellas solo se quedaba detrás del radar.

Pero, aunque suene cruel, prefería que sintiera esa frustración a que simplemente no pudiera sentir nada, se a lo que me refiero.

Solo quería lo mejor para el amor de mi vida.

Mire la notificación de agenda que había aparecido en mi teléfono en los pocos minutos señalando mi próxima cita con la doctora Ahn.

Y sabia que lo mejor para Jeongyeon era que no supiera que tengo Leucemia.





Reviví

Pero la neta no por mucho, solo que amo demasiado esta historia para dejarla morir, entiendan tambien que el capitulo tambien sirvio como un resumen para mi jsjsjs

Nos estamos leyendo, influyentes. 

//Tolong//  [2yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora