//Tolong// [2yeon]

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Nayeon

– ¿Estas segura de querer volver?

–Si no vuelvo es, literalmente, un delito –Y lo entendía pero no puedo evitar preocuparme –No tienes nada de qué preocuparte, linda –Como siempre, pareciera que "Yoo" tiene un don para leer mi mente –Tengo que hacerlo, es mi deber, estaré bien –Tomando mis mejillas entre sus manos dejo un beso en mi frente, el cual recibí con mucho gusto pero también pesar

–Solo quiero que estés bien, Jeongyeon –Se alejó un poco de mi para verme directo a los ojos

–Si te soy sincera, no te mentiré al decir que no estoy algo asustada pero –Hizo una breve pausa, pasando sus manos de mis mejillas hacia sus propias manos, sosteniéndolas con fuerza –Nada me puede asustar más que estar lejos de ti, no quiero tener ningún impedimento para estar contigo ahora, perderte es mi mayor miedo...

¿Por qué cada que estoy con ella mi corazón llora por mis sentimientos?

Se han vuelto tan fuertes que me es imposible idear la manera por la que caí tan profundo en ella.

–Yo tampoco quiero perderte –Me abrace a su cuerpo con fuerza y hablé contra su pecho–No de nuevo...

–No será así, te lo prometo, estaremos bien y juntas pero por ahora, tengo que ir al cuartel, Chaeyoung estará conmigo en todo momento, no estaré sola, tendré gente a mi lado y te aseguro que tú eres mi principal fuente de valor, así que deja de llorar, linda, no soporto verte así –Separándonos un poco, limpió mis lágrimas una por una para después besar los rastros de ellas.

No sé cómo sobreviví tanto tiempo lejos de ella.

Aunque bueno... sobrevivir... es una palabra muy fuerte.

–Entiendo, no tardes por favor –Dije cuando ya me había recuperado un poco más y le ayudaba a guardar algunas cosas en su mochila

–No te puedo prometer nada, jamás he visto cómo reaccionan los mandos cuando un militar vuelve de la muerte –Dijo riendo en un chiste, de muy mal gusto su chiste por cierto

–Cierra el pico –Golpee su hombro porque de verdad no me había gustado escuchar la palabra muerte, menos viniendo de ella, pero al final, su risa encantadora termino contagiándome de la misma –Eres una tonta

–Si amor, pero soy tu tonta –Dijo riendo para darme un corto pico y juntar nuestras frentes por unos breves momentos, adoraba esto –Pero por más que quiera quedarme más, esta tonta tiene que irse, ya casi amanece y Chaeyoung ya debe estar abajo esperándome

–Sí, no te preocupes, te esperare aquí, ve con cuidado –La abrace un poco más a mi antes de que pasara la puerta del departamento –Te quiero

–Y yo te quiero a ti, coneja –Me beso una última vez –Nos vemos en la tarde, avísame si viene la tonta de Jihyo o Tzuyu

Asentí a su petición y después vi como aquella guapa chica se alejaba de nuestro departamento para ir a reportarse "viva". Se sentía extraña la situación, en definitiva, sé que nos ponía incomodas a ambas, solo que Jeongyeon es muy buena ocultando sus pensamientos

Aunque poco a poco he podido adentrarme en ellos, cada vez la entiendo más, si recordara como fue en el momento en que la conocí, hubiese pensado que adivinar lo que estaba pensando aquella militar mal humorada era una misión imposible, pero el día de hoy, se ha vuelto como leer un libro, solo que este estaba en Japonés o algo así, era complicado pero no imposible.

Mi amor por ella es complicado pero no imposible.

Jeongyeon había estado inquieta con la idea de volver a su cuartel cuanto antes, seguía repitiendo que tenía que hacerlo, pero yo sé que lo atrasó lo más que pudo porque tampoco estaba 100% preparada, hasta esta madrugada, que al parecer, al fin había tomado el valor.

Sabía que estaba asustada pero por más que quisiera detenerla y mantenerla segura en las paredes de nuestro departamento, sabía que alejarla de sus miedos no harían que desaparecieran, en realidad no serviría de nada, al contrario, por eso muy a mi pesar, he apoyado su idea de volver a poner un pie en tierra del ejército.

Solo es que de verdad no quiero que sufra.

¿Qué acaso no lo hemos hecho mucho ya?

Alejando un poco mis pensamientos intrusivos me dirigí de vuelta a la habitación, estaba comenzando a sentirme agotada.

Dios mío, solo había estado parada menos de una hora.

Frustrada conmigo misma fui a lo que era mi cuarto anterior, abrí el cajón que solía pertenecerle a Seungyeon para guardar sus camisas y saque del mismo, la caja de medicamentos de los cuales ahora dependía.

Que patética me siento.

Sé que Jihyo no podrá venir a verme hoy, es Lunes, le toca ayudar a Tzuyu en el gimnasio... el gimnasio... como quisiera volver ahí de nuevo, pero sé que si llego, seré mas estorbo que ayuda.

Esto es una mierda...