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Jeongyeon

Después de compartir algunos besos, caricias y palabras de afecto, Nayeon y yo decidimos tomar una siesta, no pude evitar notar el terrible estado físico en el que se encontraba mi chica pero lo pasé por alto por ahora pues yo no estaba en la posición para decir algo si hablamos específicamente del mío.

Eso sí, estaba muy preocupada por ella.

Se veía tan frágil que no quiero imaginar todo lo que tuvo que soportar en mi ausencia y como no pude hacer algo al respecto, eso me carcomía la mente y el corazón.

Lo mucho que la había extrañado era doloroso, regresar y verla vulnerable me destruía.

Al menos sé que nuestro amor fue mucho más fuerte que esto.

Por primera vez después de muchos meses, soñé, soñé a Nayeon y a mi disfrutando de un agradable día de campo, ya mayores, y con nuestra futura descendencia andando por ahí, porque yo ya no concibiá un futuro sin aquella mujer con similitud a un conejo.

Desperté a las tres horas después, al parecer nuestra pequeña siesta no fue tan pequeña, me quedé unos minutos observando a Nayeon, estaba diferente. Su piel era más pálida y un poco más seca, tenía ojeras como las de un mapache, su pelo no brillaba como solía hacerlo y sin duda había bajado significativamente de peso. Pero para mí, seguía siendo igual de hermosa.

La misma mujer hermosa de la que me enamoré.

A los minutos Nayeon empezó a removerse, frunciendo la nariz de manera adorable, en aquella que solo ella sabía hacerlo.

No pude evitar dejar algunos besos cortos en su frente, cabello, mejillas, nariz, barbilla y terminar en sus labios, había añorado hacer eso de nuevo.

– ¿Estás lista?

–Sí –Dijo abriendo sus ojos cansados.

Me incorporé con lentitud para después ayudarla a ella. Salimos de la cama con nuestros movimientos aun pesados pero nos tomamos nuestro tiempo. Salí yo primero ayudando a Nayeon a mantenerse de pies pues al parecer sus piernas no podían con el trabajo solas, no quiero ni pensar en cuanto tiempo estuvo postrada en esa cama, mucho menos pensar que yo fui la culpable.

Nuestra presencia fue rápidamente captada por los dos huéspedes de antes, quienes se habían convertido en tres, así es, la novia de Jihyo, Tzuyu estaba en el comedor también. El amigo de Nayeon se levantó casi de inmediato para ayudarme con ella a llegar a una silla.

– ¡Nayeon! –Hablo Jihyo con los ojos llorosos. –Que... Qué bueno verte afuera por fin –La voz se les escuchaba quebradiza y Tzuyu no tardo en reconfortarla acariciando su brazo.

–A mí también me alegra, perdón por lo que les hice pasar... –Mi chica contesto con una sonrisa avergonzada pero débil, recargándose un poco mas en mi y en su amigo. –A los dos, gracias por estar ahí

–No hay de que, bunny –Contesto el único muchacho en la sala una vez que acomodamos a mi chica en su asiento.

–Haría lo que fuera por ti, Nayeon, eres mi mejor amiga y te adoro –Hablo Jihyo mientras se acercaba a Nayeon y la abrazaba con mucha fuerza, mi chica correspondiendo con la misma intensidad.

–Es como si hubieses vuelto a la vida –Hablo el chico a Nayeon –Y hablando de quien en verdad lo hizo –Se volteó a verme –Me presento formalmente, Do Kyungsoo, un placer conocerte y que estés de regreso –Me extendió la mano y me atrajo hacia el dándome suaves palmadas afectivas en la espalda, yo lo imite.

–Muchas gracias, Kyungsoo, y gracias por estar ahí para mi Nayeon –Hablé sinceramente

–Lo haría mil veces, pero espero que no se repita la ocasión –Reímos levemente los dos después escuche un suave aclaramiento de garganta atrás mío, Nayeon y Jihyo seguían abrazadas y hablando entre ellas enfrente mío así que solo era...

–Jeongyeon... Sé que... que no me pude acercar mucho a ti pero... pero... –Se notaba nerviosa, tal y como una niña pequeña, tímida. –Ash... ¡No puedo! –Y sin aviso, me estrecho en sus brazos con gran fuerza. –De verdad me alegro que no te haya pasado nada, no soporte haber perdido a otro Yoo, no lo soportaría, no, no, no... –Estaba alterada y correspondía a su abrazo intentando relajarla

–No, no, no, tranquila –Me separe y acaricie su cabello –Hace falta más para derribar a esta Yoo

–No creas que me olvide de ti –Jihyo me hablo mientras se secaba las lágrimas y se unía al abrazo que compartía con su novia, estaba rodeada de afecto intenso. –Te extrañamos

–Gracias a todos –Nos separamos. –Pero creo que les debo una explicación

Me aleje de ellos y me dirigí a donde Nayeon estaba sentada, me arrodille con mi cara a la altura de su cintura, viéndola a los ojos y tomando su mano suave para dejarle un beso tierno en el dorso.

–Mucho más a ti, mi amor. 

//Tolong//  [2yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora