//Tolong// [2yeon]

2

Nayeon

—¡Nayeon, no te mueras, por favor!

Y así fue como nuestro beso fue interrumpido, un loco irrumpió en la habitación con un bate de béisbol gritando desesperado, lo gracioso de todo esto es que se ve que lo habíamos agarrado desprevenido pues aun contaba con ropa desaliñada, un rastro de baba en su mejilla y sus lentes en diagonal sobre sus ojos.

Definitivamente era mi mejor amigo.

Pero el que él no haya usado la fuerza bruta solo nos advirtió que se venía algo peor.

Pues una Park Jihyo entro como fiera salvaje y sin preguntar o averiguar estrelló aquella repisa removible en lo primero que observó.

Lastima que Jeongyeon estaba sentada en la orilla.

—¡Maldita sea! ¡Jeongyeon!
—grité muy fuerte al ver como caía inconsciente en mi cama, ni si quiera había podido ponerse de pie cuando fue atacada —Jeongyeon, Jeongyeon, Jeongyeon —Intentaba moverla para que reaccionará pero nada funcionó

—¿J-Jeongyeon? —La cara de mi mejor amiga era un poema, estupefacta se quedaba corta a su reacción lo único que se escuchó fue como la repisa caí al piso de sus manos.

—¿Jihyo, que clase de hierba metiste en ese té? —habló Kyungsoo quien solo veía con los ojos muy abiertos a la chica que intentaba despertar con desespero

—No se queden ahí parados ¡Ayúdenme!

Mi amigo fue quien salió primero del asombro y de inmediato se acercó a nosotras poniendo una mano por debajo del cuello de Jeongyeon y con la otra acercó su dedo a la nariz de mi chica.

—Por lo menos respira...

—¡¿Por lo menos?!

—Espera, aguarda aquí y sostén su cabeza —Hice lo que me pidió y el salió de la habitación casi corriendo

—¿E-Esto es... es real? —Podía ver los ojos llorosos de Jihyo mientras hablaba pausadamente

—Lo mismo me pregunté yo... —Dije con cierta ternura en mi tono mientras acariciaba la mejilla de Jeongyeon, a pesar de la situación, se veía tan linda que no pude evitar dejar un beso en su frente mientras la seguía viendo preocupada por su inconsciencia

—Dios mío, Jeongyeon —Sin más, se acercó hasta la cama y se abrazó al cuerpo inmóvil de Jeongyeon —¡Por la mierda noqueé a Jeongyeon!

—Ya estoy aquí —Volvió Kyungsoo y alejándonos un poco de la rubia desmayada se acercó para colocar un paño con alcohol debajo de sus fosas nasales

Fueron cuestión de segundos para que...

—¡Mierda! —Despertó exaltada, grave error por que luego se mareo con horror —Mierda...

—Jeongyeon, mi amor ¿Estás bien? —Dije preocupada mientras la tomaba de las mejillas y ella se tallaba la sien

—Sí eso creo... pero ¿Por qué siempre me reciben con golpes en esta casa?

—J-Jeongyeon —Jihyo se aclaró la garganta —Perdón, pensamos que era algún delincuente y no me fije ¿te lastimé mucho?

—Pues al parecer es el puro moretón porque mira, ya se está hinchando  —Robó la palabra Kyungsoo colocando después el paño, con el que la despertó, en el lugar afectado de su sien

—Demonios, lo siento mucho, Jeongyeon

—Descuida... creo que me parece bien que aunque no tengan pestillos mínimo estén alertas

—¿Espera... te diste cuenta de los pestillos?

—¿Cómo crees que entré?

—¿Qué sucede con los pestillos? —Pregunté confundida

Pero casi de inmediato se hizo un silencio sepulcral, Jihyo y Kyungsoo se miraron cómplices y Jeongyeon parecía algo perdida.

—Es una larga historia —Finalmente habló Kyungsoo dando por respuesta definitiva, algo confundía, asentí

—¿Bueno pero como esta el golpe?

—Bien, bien, si que tienes fuerza, chica

—No quiero sonar grosera pero ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste hasta acá? Se supone que estabas muer-

Antes de que acabará la frase, una estremecimiento me recorrió desde la punta de mis pies hasta la punta de mi cuello, definitivamente no quería escuchar el resto de la oración y los demás lo notaron.

—Escuchen —miró a mis amigos pero después se acercó más a mí —Sé que tenemos mucho de que hablar, yo tengo mucho que contarles y creo que ustedes también a mí —Aseguró mientras pasaba una brazo por mis hombros —Pero en este momento lo único que quiero es a Nayeon, el dolor me esta matando, no solo el reciente, sino el antiguo, el físico, el mental, estoy muy exhausta, por favor déjenme que retome fuerzas y podremos después tener esa plática

—Me parece excelente —Dijo de inmediato Kyungsoo

—¿Q-Qué p-pero? —Tartamudeo Jihyo

—Nada, nada, deja a tus madres que se reconecten y esas cosas que hacen los cursis.

Procedió a sacar, casi a rastras, a mi mejor amiga para después cerrar la puerta la cual el viento más débil podría derrumbar.

—Te extrañé, Jeongyeon
—dije ya estando solas y viéndola a los ojos

—Y yo a ti Nayeon
—Sonriendo, compartimos un tierno beso
—Pero como me duele la cara... Joder

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