Y aún así te esperé ✨️Draco Malfoy✨️

¿Cuánto tiempo tengo que esperar? (Editado)

Primero de julio del 2000Habían pasado dos años desde la última vez que Airam lo había visto. A pesar de todo, seguía esperando, con la esperanza de que en cualquier momento llegara la tan ansiada carta. Mañana sería el gran día: por fin se graduaría de la escuela.

Airam estaba en su habitación junto a su mejor amiga, Lía, con quien había compartido cada rincón y secreto durante su tiempo en Hogwarts.

—Airam, sé que lo amas mucho, pero ya han pasado dos años desde que él se fue. ¿No crees que esa dichosa carta ya habría llegado? —dijo Lía, cansada de ver a su amiga esperando, día tras día, a que la lechuza de Malfoy apareciera.

—Lo siento, pero todavía tengo la esperanza de que vuelva o al menos me escriba. ¿Te imaginas que mañana, cuando me baje del tren, él me esté esperando?

—Ay, amiga mía, ¿y qué vas a hacer si eso no sucede? Sé que se prometieron casarse cuando te graduaras, pero ¿cómo piensas que eso suceda si el rubio no ha aparecido en todo este tiempo? Airam, es muy lindo que todavía lo ames y lo estés esperando, pero no te das cuenta de todo el daño que te estás haciendo por él.

En el fondo, Airam sabía que su amiga tenía razón. Esperar tanto tiempo a Draco solo la lastimaba, pero el amor que sentía por él no se comparaba con nada.

—Te juro que, si mañana no sé nada de él, intentaré superarlo y haré un cambio en mi vida. Solo déjame esperarlo un día más. Blaise también me dijo que lo olvidara, y es gracioso porque, en la boda de mi hermano y Pansy el mes pasado, sinceramente esperaba verlo llegar, ya que sé que fue invitado. Me quedé toda la noche esperando, pero nunca llegó. Es tan frustrante no saber si está bien o no. Creí que estaba esperando a que terminara su juicio para saber si lo enviaban a Azkaban, pero cuando lo perdonaron a él y a sus padres, desaparecieron del mapa y jamás volví a saber de él.

Lía sabía que era momento de cambiar de tema antes de que su amiga terminara llorando toda la noche.

—Oye, ¿sabes por qué Astoria se graduó dos meses antes que nosotras? —preguntó Lía, tratando de distraerla.

—¿Greengrass? —respondió Airam.

—Sí, Airam, Astoria Greengrass.

—No lo sé, pero escuché que le pidió a McGonagall adelantar sus exámenes. Qué raro. Esperemos que no le haya pasado nada malo.

—Pues la gente dice que se fue antes porque pronto se casará.

—Vaya sorpresa.

Airam y Astoria nunca fueron muy cercanas. Solo se conocían porque eran de la misma casa y del mismo año. Lo único que sabía Airam de ella era que era sangre pura y la más joven de su familia.

Decidió no darle importancia al tema y se dispuso a dormir. Mañana sería un día pesado, tenía que empacar sus pertenencias y tomar el tren de regreso a casa.

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Airam había guardado casi todas sus cosas, pero lo hacía de manera lenta, sin querer despedirse de Hogwarts. Allí había aprendido tantas cosas y conocido a muchas personas importantes para ella, y también había experimentado el amor por primera vez. Los recuerdos la ponían melancólica, pero un ruido la sacó de sus pensamientos. Al voltear, vio una lechuza en la ventana: la lechuza de los Malfoy. No podía creerlo. Con manos temblorosas, tomó la carta que traía consigo el ave.

Desafortunadamente, la carta no era lo que esperaba. Al principio de la carta se leían los nombres "Draco Malfoy y Astoria Greengrass". Esta no era una carta de amor, sino una invitación para su boda. Dejó caer la invitación y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. No podía creer que el amor de su vida se fuera a casar con otra y, mucho menos, que él la hubiera invitado a su boda.

En ese momento, Lía entró en la habitación con una invitación igual a la de Airam. Con temor, se acercó a su amiga, quien estaba en el suelo, llorando desconsoladamente. Lía nunca la había visto llorar así, con el corazón roto.Lía se sentó a su lado y la abrazó sin decir una palabra, dejándola desahogarse.

—No puedo creerlo. No sé nada de él en dos años y ahora me entero de que se va a casar. ¿Cómo se supone que voy a aceptar que esa mujer no soy yo? —dijo Airam entre sollozos—. No me he quitado su anillo desde que me lo dio. ¿Acaso todas sus promesas fueron falsas?

—Te diría que te tranquilizaras, pero saca todo, Airam. Llora lo que tengas que llorar, grita lo que tengas que gritar. Aceptar esto no va a ser fácil, pero eres fuerte y saldrás adelante. Me tienes a mí y a Blaise, y te juro que no te dejaremos sola.

—Gracias, Lía. Pero tengo que terminar de empacar mis cosas. Prefiero llorar en mi cuarto. Cuanto más rápido llegue a casa, mejor me sentiré.

—Está bien, Airam, pero una última cosa: ¿viste la fecha de la boda?—No, ¿qué tiene?

—Se casan el cuatro de agosto.

Cuando creyó que nada podía ser peor, descubrió que siempre podía serlo. El cuatro de agosto era la fecha de su aniversario con Draco, el día en que había comenzado su relación. Trató de no darle importancia mientras terminaba de empacar, pero no pudo evitar llorar durante todo el proceso.

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Finalmente, llegó a su hogar. Al entrar, su hermano la esperaba con los brazos abiertos. En cuanto sintió el cálido abrazo de Blaise, dejó salir todo y empezó a llorar nuevamente. Estar con su hermano le brindaba un gran consuelo; él solo le daba suaves masajes en la espalda mientras ella se desahogaba.

—Sácalo todo, hermanita. Ya estás en casa y aquí nadie te podrá lastimar.

—Blaise, me duele mucho. Siento como si toda esperanza se desvaneciera, y duele aún más porque todavía lo amo demasiado.

—Qué tal si intentas dormir un poco. Sube a tu habitación y descansa.

Airam le hizo caso. Llorar por un corazón roto la había desgastado mucho, así que decidió dormir un poco para dejar de pensar en el tema. Aunque le costó quedarse dormida, finalmente lo logró.

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Había pasado un mes desde que se enteró de la boda. No había salido de su cuarto en todo ese tiempo y se la pasaba dormida, lo que ya era preocupante. Por obvias razones, nunca envió la confirmación de asistencia a la boda. Después de todo, Airam era una Slytherin y su orgullo era inquebrantable. Ahora, era el primero de agosto, faltaban tres días para la boda. Durante todo este tiempo, Airam había considerado buscar a Draco y pedirle que se quedara con ella, pero sabía que sería patético y solo la humillaría más. Estaba harta de sentirse así.Lía entró en la habitación de Airam, decidida a ayudarla.

—Airam, tienes que levantarte de la cama. Ya no pienso traerte el desayuno a tu habitación.Se sentó al lado de su amiga, quien seguía acostada.

—No quiero, Lía. Esta cama es mi lugar seguro.

—Lo sé, pero tienes que salir de esta. Ni siquiera lo estás intentando. Solo dejas que el dolor y la tristeza te consuman.

—No sé qué hacer. Te juro que no sé cómo dejar de sentirme así. Ninguna poción ayuda al dolor del corazón.

En ese momento, a Lía se le ocurrió una gran idea. Lía era muggle, así que había vivido la mayor parte de su vida fuera del mundo mágico.

—Airam, ¿no te gustaría irte a vivir al mundo muggle conmigo? Así podrías conectarte con tu mitad muggle.

El padre de Airam, el señor Zabini, había sido infiel a la señora Zabini con una muggle mientras estaban casados. Lo más misterioso fue que, a los pocos meses de haber nacido Airam, tanto su madre como su padre fallecieron de manera inexplicable. Afortunadamente, la señora Zabini adoptó a la pequeña Airam, quien creció junto a Blaise sin conocer una vida sin magia. Por eso, la idea de su amiga no le pareció tan mala.

—¿Sabes qué? ¿Por qué no? No tengo nada que hacer aquí y creo que sería de gran ayuda para olvidarme de él.Y así fue como Airam tomó la decisión de alejarse un tiempo de la magia y vivir una vida normal. Necesitaba alejarse de un mundo en el que estaba sufriendo demasiado. Tres días antes de la boda, Airam desapareció del mapa, tal como Draco lo había hecho aquel dos de mayo.