Propuesta inesperada

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POV AIRAM:
En lo que pensaba una excusa para decirle a Fred, se escuchaba a lo lejos a Draco hablándome, eso era raro, se supone que el se quedo en su casa, pero la voz de Draco se escuchaba cada vez más cerca.
-Ángel!.- y de repente me desperté, me encontraba acostada encima de una manta en el piso de la torre de astronomía, todo había sido un sueño, bueno, no todo.- Te quedaste dormida mientras yo fui a conseguir mas vino.
-perdón, es que últimamente estoy muy cansada. Draco, hablando del beso…- uff, que alivio, no le había sido infiel a Fred, Bueno, si le fui infiel porque me besé con Draco, pero al menos no tuve sexo con él.
-Está bien. Estoy seguro de que Fred te perdonará. Sabes cómo mostrar cuánto lo sientes. -sonríe con picardía mientras se sienta a un lado de mi en el piso.
-No, él no se debe de enterar.
-Por supuesto que no, ángel. Pero recuerda, los secretos están hechos para ser revelados. - él se inclina sobre mi mientras me susurra esas palabras al oído.
-júrame que nada saldrá de tus labios, estos besos se tienen que quedar aquí.
-Nada saldrá de mis labios. Lo que pasa entre nosotros, se queda entre nosotros. Nada más. Pero tienes que prometerme algo.
- ¿Qué?
-Prométeme que la próxima vez que nos encontremos, continuaremos donde lo dejamos. -se inclina aún, su cara casi toca la tuya. - Ah, y una cosa más. La próxima vez... No te duermas.
-Creo que ya me debería de ir a casa, ya está por amanecer.
-Pero... acabamos de empezar a divertirnos. no te vayas, quédate aquí conmigo, sólo un poco más. -pone su mano  en mi pierna, acariciándola suavemente.
-No debería ni dejar que me toques, Fred me pido que me alejara de ti, ¿Y que hice yo?, vine a cenar contigo y termine besándote, al parecer no soy buena siguiendo indicaciones.
- No tienes que escucharlo solo porque es tu novio. Él no te controla a ti, tú te controlas a ti misma. Y te lo digo de nuevo, puedes hacer lo que quieras. - dice enojado. - Así que no te vayas a ningún lado esta noche, quédate conmigo un poco más. Por favor.
-No, Draco, no puedo darme el lujo de perderlo todo por deseos egoístas. Creo que es mejor que no nos veamos más.
-No, me niego a aceptar eso, tu eres el amor de mi vida, ¿Cómo se supone que siga con mi vida sin poder tenerte a mi lado?
-No puedo dejar que tomes las riendas de mi vida después de trece años que no hemos estado juntos, y es que me parece increíble que en el momento en el que de verdad empiezo a rehacer mi vida, llegas tu y pones mi mundo de cabeza.
- ¿No lo entiendes, Airam? Te necesito. Me había sentido tan solo después de todo lo que pasó. Y cuando finalmente te volví a ver... Sentí que por fin volvía a respirar. Y desde ese momento supe que te necesitaba más de lo que pensaba. ¡Por favor... no te alejes de mí! - suplico.
-Yo también te pedí que no te fueras, podrías haberte quedado conmigo después de la guerra, ¡pero no! Decidiste dejarme atrás por la lealtad enfermiza que le tienes a tus padres, y en verdad entiendo que ellos te necesitaban, pero ¿qué crees?, yo también te necesitaba, necesitaba tenerte a mi lado, tener tu hombro para llorar, no tienes idea de lo sola que me sentí, los traumas que me quedaron de la guerra, y la angustia que sentía por no saber nada de ti. ¿Y sabes lo que más me mortificó? Saber que tú también me necesitabas, pero no sabía dónde estabas, y me sentía inútil al no poder estar a tu lado para cuidarte. Y no sabes lo traicionada que me sentí cuando después de dos años lo primero que supe de ti fue que te ibas a casar con Astoria y sé que te obligaron a casarte con ella, que nunca la amaste, pero eso no minimiza lo que sentí en ese momento.
- Tienes razón. Cometí un error en ese entonces. Me necesitabas, y yo no estaba allí. Debería haberme quedado. Debería haberte ayudado y haber estado contigo, pero... no pude. No tengo nada que justificar, pero… me sentí muy presionado. Sentí que necesitaba hacer lo que mi familia esperaba. Pero tienes razón. Cometí un error. Mira, estoy aquí ahora. Por favor, dame otra oportunidad, Airam. Lo lamento. - él me toma contra su pecho, me abraza, mientras comienza a llorar. -: "Lo siento mucho, mi amor".
-Que nos alejemos es lo mejor para todos Draco, no debería decirte esto, pero realmente te amo demasiado, tanto que quema, pero ya no quiero lastimarme, y lo que tengo con Fred es más estable de lo que jamás podré tener contigo, así que por favor no insistas más.
-Escúchame, Airam. Me amas, te amo. Huyamos juntos. Dejemos atrás el pasado. Déjame compensar el error que cometí. Te necesito. Por favor, no me hagas esto.
-el alcohol no te deja pensar con claridad, ¿y Scorpius? es tu hijo y tu prioridad, no yo.
- Scorpius… es mi hijo, tienes razón. Pero tú, Airam, eres el amor de mi vida. siempre lo has sido. Puedo ser un buen padre para Scorpius, y al mismo tiempo quiero ser un buen esposo para ti. Por favor. Solo di una vez más que me amas y que estaremos juntos. -tomando mi mano, la acaricia suavemente.
-Lo siento Draco, pero mi respuesta sigue siendo no, nuestro tiempo ya paso. Adiós Draco. - dije mientras depositaba un beso en su mejilla en la cuál ya había lágrimas, después de eso tomé mi varita para aparecerme en mi habitación. 
Lloré toda la noche, me dolía dejar a Draco así, pero en realidad no me sentía con el valor de dejar atrás todo solo por ser feliz a su lado, y en estos momentos comprendo más a Draco por como tomó sus decisiones en el pasado. La verdad lo que más me aterra es lastimar a Fred, él ha sido muy bueno conmigo todos estos años, y enserio lo amo, pero no creo que llegue a amarlo con la misma intensidad con la que amé a Draco, pero pensar en mi ya no era una opción, ahora era yo la que estaba siendo cobarde.
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Había dormido hasta medio día, en verdad había quedado muy cansada de las desvelada, en estos momentos me encontraba en Italia, iba de camino a la casa de Lía, no había tenido tiempo de ponerla al día con las noticias de mi vida, y en realidad necesitaba desahogarme con alguien. Toque el timbre de la puerta, no tardo mucho en que lía me abriera, se veía cansada, y la causa de su cansancio la tenia en brazos, su pequeña bebe de cinco meses se encontraba dormida.
-espero no interrumpir nada. -en definitiva, le había tomado por sorpresa mi visita.
-No lo puedo creer, después de meses de dignas en venir.
-Perdón, he estado muy ocupada, enserio lo siento mucho.
-Pasa, al parecer tenemos mucho de qué hablar.
Durante horas le hable sobre todo lo que había pasado, desde que volví a ver a Draco, las confesiones que nos habíamos hecho, las verdades, la carta, sobre la muerte de Astoria, como iba mi relación con Fred, también le conté sobre la cena de anoche, los besos que nos dimos Draco y yo, el sueño erótico que tuve y por último le hable sobre mi decisión de alejarme de él.
-Vaya, ahora si me quedé sin palabras.
-Lo sé, es muy complicada la situación.
-En realidad sí, siempre me imaginé que había algo raro respecto al matrimonio de Draco y Astoria, me es muy difícil de procesar todo esto, no puedo ni imaginarme como te sentiste al saber que el también te estuvo esperando, pero al menos es un alivio que la dichosa carta si existiera.
-Te juro que en el momento que terminé la carta me dispuse a ir a su casa para que me diera una explicación más concreta.
-me imagino, con lo impulsiva que eres es imposible no hacerlo. Airam, hay que ser sinceras, tu nunca lo dejaste de amar, y se sabe que hasta después de su boda seguiste esperándolo, y no sabes que tierno se me hacía que todas las noches dormías con la ventana abierta, aunque hiciera frio esa ventana siempre estaba abierta, porque sabias muy adentro de ti que Draco si había mandado la carta, mas no sabias cuando llegaría. Si todo esta tu favor, ¿Qué te detiene a regresar con él?
-Lía, se te olvida que salgo con Fred.
-Cierto, pero ya dime la verdad, ¿en realidad amas a Fred? o solo te sientes agradecida con él y por eso no te quieres separar.
-Yo lo amo, el estuvo conmigo todos estos años apoyándome.
-Siento que te estas confundiendo con el amor que le tienes, porque fácilmente yo podría decir que te amo, pero te amo como mi mejor amiga, Airam, deberías de ponerte a pensar en que es lo que sientes en realidad, porque durante mucho tiempo has estado viendo por lo que sienten los demás y no en lo que sientes tu.
-Es que no puedo Lía, no puedo regresar con Draco.
- ¿A que le tienes miedo? ¿Qué es lo que te detiene?
-tengo miedo a que me vuelva a dejar atrás, que me deje esperando más tiempo, ya no tengo edad para aceptar eso, por eso prefiero quedarme con Fred, el me ama y me cuida, y siempre ha estado para mí. Aparte, si dejo a Fred por Draco, todos me dejarían de hablar, Harry, Hermione, George, Ron, todos.
-Y vamos con lo mismo, te voy a ser sincera, desde un punto de vista en donde estoy viendo por tu felicidad, si te llegas a quedar con Fred se que nunca te sentirás completa, y nunca serás feliz al cien por ciento, porque el amor de tu vida es Draco, el siempre va a ocupar ese lugar, y si tienes la oportunidad de volver a estar a su lado yo no le veo nada de malo que huyas con él, porque me mantendría en paz que por fin puedan ser felices juntos, los dos han vivido cosas horrible, y siempre han sido la salvación del otro, y lo sé, porque la primera vez que yo presencie el amor de verdad fue cuando tú y Draco empezaron a salir, pero yo respetare tu decisión si te quedas con Fred, el no es una mala opción, pero elíjelo porque enserio lo amas, no porque te sientas presionada, y tal vez suene un poco cliché, pero debes de seguir tu corazón, linda.
-Lía, se supone que me tienes que apoyar para tomar la decisión correcta.
-Cariño, para mi lo correcto siempre va a ser tu felicidad.
-Gracias Lía, te quiero mucho.
-Yo te quiero más.
Me quedé un rato más en su casa, jugué con sus hijos e hicimos de comer juntas, pase un gran día junto a ella y su familia.
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Llegué a mi casa y no había nadie, me dispuse a subir a mi habitación, en verdad necesitaba descansar, y procesar las cosas, mi prioridad en este momento era tomar una decisión, y la verdad estaba en una posición muy difícil, porque al final alguien va a terminar lastimado, pero aquí en dilema es ¿Quién va a sufrir más?
Cuando abrí la puerta de mi habitación me encontré con un ramo de claveles en mi cama, junto a este había una invitación a una fiesta, la había organizado Fred, era para celebrar mi cumpleaños, que lindo gesto, supongo que me estuvo esperando para dármela, pero ya era tarde por lo que se tuvo que ir.  La fiesta era mañana en el departamento de Fred, era una fiesta de etiqueta por lo que se tenía que ir muy elegante. Decidí dormirme y mañana preocuparme por eso, al final de la invitación Fred dejó una nota que pasaría por mi a las ocho de la noche.
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POV ABIERTO:
Eran las siete cuarenta, no faltaba mucho para que Fred llegara por ella. Se estaba viendo al espejo, había elegido ponerse un vestido de seda color verde oscuro, llevaba puesto el collar que le había regresado Draco, combinaba con el vestido, y el collar resaltaba por el escote, se había agarrado el cabello para que el collar luciera más, se sentía bonita y se sentía segura de cómo se veía, de repente vio detrás de ella que se había aparecido su novio, su Freddie.
-Te ves hermosa, mi amor. - Dijo mientras la abrazaba por detrás.
-Gracias Freddie, y también gracias por la fiesta, no te hubieras molestado.
-Era lo mínimo que podía hacer, perdón por no estar contigo el día de tu cumpleaños, asi que ya no pienses que es demasiado para ti, porque tu te mereces mucho más, aparte te tengo una sorpresa, pero te vas a tener que esperar.
-Bueno, pues no se diga más, vámonos. - se tomaron de la mano y en un par de segundos ya se encontraban en su departamento.
En cuanto llegaron Airam se percató que invito a todos sus conocidos, y cuando digo todos es TODOS.
-¿Fred, que hace Draco aquí?
-Bueno, es tu amigo y respeto eso, y pues es tu fiesta de cumpleaños, supuse que estaba bien invitarlo, ¿Te molesta su presencia? Si es asi, le puedo pedir de favor que se retire.
-No, no hay necesidad, solo que me tomo por sorpresa que lo invitaras, después de lo que me pediste la ultima vez que nos vimos.
-No tengo problema con que se hablen, solo no dejes que pase el límite. - mentía, sabía que si le molestaba.
Ella se la estaba pasando muy bien, estaba feliz de ver a todos sus amigos reunidos, desde hace mucho tiempo no los veía, y la verdad si los extrañaba mucho. Todo iba bien, evitó a Draco toda la noche, no pudo ni verlo a los ojos después de aquella noche.
El gemelo Weasley había organizado una gran fiesta esta noche. Todos los que conocía estaban allí. Era bastante obvio cuál era el objetivo de esta fiesta. Fred, vestia de manera muy elegante, caminó hacia el centro del departamento con las manos detrás de la espalda. Estaba ansioso, no podía evitarlo. Se aclaró la garganta, haciendo que la charla en la habitación se apagara lentamente. Todos esperaban que hablara.
-Hola a todos. - comenzó el Weasley, su voz fuerte y resonando por la habitación. - Gracias por venir a celebrar el cumpleaños de mi amada, de mi Airam. -continuó Fred, el gemelo pelirrojo mirando a su amada. - Bueno, a lo largo de estos últimos años, ella y yo nos hemos acercado más y más, y con el tiempo nos empezamos a amar, y es momento de decir que es lo que quiero. - hizo una pausa, sus palabras salían lentamente mientras se preparaba. Por otra parte, Airam estaba muy nerviosa, tenía una idea de que es lo que estaba a punto de suceder, pero sus nervios no la dejaban procesar la información, su vista pasaba del pelirrojo hacia el rubio que se encontraba detrás de Fred, esto era malo, ya sabía porque Fred había invitado a Draco, él quería que se diera cuenta que Airam iba a ser suya.
-Airam. - dijo antes de arrodillarse frente a ella, la habitación estaba en completo silencio. Los ojos de Airam se agrandaron, sus mejillas se sonrojaron mientras miraba al Weasley. Su boca quedó abierta, su corazón se aceleró cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder.
-Fred..- susurró ella, con voz entre cortada.
Las lagrimas se empezaron a acumular en los ojos del rubio que se encontraba impactado, estaba a punto de perder a su ángel, quería hacer algo para evitar que la pregunta saliera de los labios de Fred, pero se prohibió hacer un escándalo, si lo hacía iba a lastimar a Airam, y ya la había lastimado demasiado como para seguir con mas, en ese momento acepto la derrota, acepto dejar ir a su ángel, a su luz.
Todos los ojos en la sala estaban puestos en los dos, la multitud conteniendo el aliento. Fred sostuvo la pequeña caja en su mano y la abrió lentamente, con un hermoso anillo dentro. El anillo era un hermoso anillo de oro, la piedra de un rojo intenso que brillaba a la luz. Fred miró a Airam.
-Airam, eres la mujer de mi vida, y nada me haría más feliz que pasar el resto de esta a tu lado, ¿quieres casarte conmigo? - preguntó Fred, sus palabras saliendo un poco más rápido ahora. Sus ojos estaban fijos en los de ella mientras la habitación esperaba su respuesta. La mano de Airam fue a su boca, pero sus ojos no estaban mirando a Fred.
Airam estaba mirando al otro lado de la habitación hacia Draco Malfoy, pero Fred no se había dado cuenta. Los ojos del chico pelirrojo se llenaron de amor mientras miraba a Airam. Él estaba esperando que ella respondiera, pero ella se había quedado en silencio. No podía entenderlo.
Las palabras de Fred cayeron en oídos sordos mientras la habitación permanecía en silencio. El gemelo Weasley estaba confundido, no sabía que pensar. Y entonces, la realidad lo golpeó, se dio cuenta que ella no lo estaba viendo a él.
-Fred, yo…-

Y aún así te esperé ✨️Draco Malfoy✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora