Y aún así te esperé ✨️Draco Malfoy✨️

Besos y pendientes

POV DRACO:
Esta situación se me estaba haciendo realmente divertida, debo de admitir que jamás planee que esto pasara, vine a cuidar a Airam porque Blaise me lo pidió, de verdad que mi ángel si estaba muy mal y lo menos que quería era ocasionarle problemas con su noviesucho, pero aquí estamos, con una situación con malentendidos, dejándonos como los malos a Airam y a mí, nunca me di cuenta cuando le tome la mano, supongo que fue un reflejo mientras estaba dormido, maldita seas Fred, nuestro momento era tan perfecto y tenias que llegar a echarlo a perder.
- ¿Se van a quedar callados sin darme una explicación? – pregunto Fred mientras aventaba un ramo de claveles a la cama.
- ¿Claveles?, todos sabemos que las flores favoritas de Airam son las dalias.
-Miren quien se decidió aparecer después de ¿Cuánto?, ah si, después de trece años, regresas y ahora me quieres decir cuales son las cosas favoritas de mi novia, ubícate, Draco.
-Bueno, tal vez me fui mucho tiempo, pero sigo conociendo a esa mujer como la palma de mi mano. - la actitud de Fred me había molestado, ¿Quién se creía para hablarme asi?
-Conocer sus gustos importa, eso lo sé, ¿pero sabes que importa más?, cuidar su corazón, algo que tu nunca hiciste bien.
-Tu no eres nadie para hablarme asi, no sabes por todo lo que tuve que pasar, lo que me impidió estar con ella, asi que evítate sentirte con el derecho de hablar sobre ese tema.
- ¿Lo que tuviste que pasar?, al parecer hablas de que te enamoraste de otra mujer y dejaste atrás a la que arriesgo su vida con tal de salvar la tuya, claro, el hijo de papi si tuvo que sufrir mucho.
-Ella sabe que nada eso es verdad, yo nunca llegue amar a Astoria y mucho menos más que a mi ángel.
-Bueno, eso ya no importa mucho, ¿Verdad, amor?, ya que Astoria ya murió y desde hace mucho Airam dejo de ser tu ángel, porque ahora es mía. - estaba a punto de contestarle, pero por Airam decidió hablar.
- Fred!, no puedo creer que hayas dicho eso, fuera de que draco amara o no amara a Astoria, ella es la madre de su hijo, no tienes porque hablar asi, y tu Draco, por favor sal de mi habitación, tengo que hablar en privado con Fred.
-Bien, estaré en la cocina.
POV AIRAM:
-No quieras dejarme como el malo solo para librarte de darme una explicación, ¿Por qué mierdas estaban tomados de la mano? ¿Qué hace el aquí?
-Primero, no sé porque estábamos tomados de la mano, me quede dormida mientras me ponía un paño frio para bajarme la temperatura y no supe nada hasta que me despertaste, y en verdad te pido una disculpa, se que no estuvo bien, pero él se ofreció a cuidarme y sinceramente si me sentía muy mal, por eso deje de pedir que se fuera, pero si se lo pedí.
- ¿Y porque no me dijiste a mí? Yo podía venir a cuidarte.
-No te quería molestar, se que estas muy ocupado con tu trabajo y no quería ser una distracción.
-Airam, sabes que en el momento que me necesites ahí estaré, pero háblame, no soy adivino para saber todo el tiempo que es lo que necesitas.
-perdón, lo menos que quería era que te molestaras. Pero ahora contestando a tu segunda pregunta, Draco vino el día que murió su esposa, buscaba a mi hermano, pero él no estaba, desde ese día volví a tener comunicación con él, y realmente la situación no era como yo creía, el también me estuvo esperando, pues lo obligaron a casarse con Astoria, por eso nunca pudo regresar conmigo.
- ¿entonces ahora me vas a dejar para volver con él?
-No no no, ¿Cómo puedes pensar eso? - me acerco para poner una mano en su mejilla, trato de tranquilizarlo, estaba apunto de perder la cordura, el posiciona sus manos en mi cadera, acercándome más a el.- Fred, él es mi pasado, tú eres mi presente y mi futuro, ahora te amo a ti, y lo menos que quiero es hacerte daño, solo confía en mí.- Airam dijo con seguridad, sin saber que detrás de la puerta de su habitación se encontraba un rubio escuchando toda la conversación, en ese momento algo dentro de ese platinado se quebró.
-Voy a creer en ti, mi amor, solo no me lastimes, porque el día que me declare te entregue mi corazón, y tu tienes el poder de hacer lo que quieras con él.
-Gracias por confiar en mí, Freddie.
-Bueno, ya que arreglamos este malentendido, venía a darte una mala noticia, a George y a mi nos salió un viaje de improvisto, y desgraciadamente no voy a poder estar aquí en tu cumpleaños, lo siento mucho, te juro que voy a tratar de regresar lo más rápido que pueda, pero no prometo nada.
-oh, esa si es una mala noticia, pero no te preocupes, de todos modos, no tenía nada planeado, asi que no te apures, yo sé que tu trabajo es muy importante, asi que ve sin remordimientos.
-Sabía que lo entenderías, bueno, ya me tengo que ir, te daría un beso, pero no me quiero enfermar, asi que nada más te voy a dar un abrazo, pero eso es realmente triste, porque soy adicto a tus labios, bueno me voy, te amo mucho, mi amor. - dijo Fred mientras rompía el abrazo.
-y yo a ti, cuídate.
-ah, y solo hazme un favor, aléjate de Malfoy, por favor. - dijo mientras desaparecía.
POV DRACO:
-De verdad que tu novio lo que tiene de pelirrojo lo tiene de estúpido.
- ¿De qué hablas, Draco?, evítate insultarlo, por favor.
-Es que de verdad que es un estúpido, como se le ocurre irse cuando en dos días es tu cumpleaños, todos sabemos lo importante que es para ti ese día, yo haría todo de un lado con tal de pasar ese día contigo.
-Su trabajo es importante, lo entiendo.
-Para el tu deberías de ser mas importante que su trabajo, el es el dueño de sus tiendas, claro que puede hacer de lado su trabajo para pasar el día contigo, tu deberías de ser su prioridad.
-Bueno, contigo me acostumbre a no ser una prioridad, asi que no sé de dónde sacas el coraje para echarlo en cara.
-Pues según él, está cuidando de tu corazón, y la verdad yo no veo eso.
-Deja de hablar de mi relación, es algo en lo que no te deberías de meter, y creo que ya es hora de que te vayas a tu casa, supongo que Scorpius se esta preguntando en donde está su papa.
-Es eso te equivocas, mi hijo se fue una semana a la casa de la hermana de Astoria, y que bueno que lo mencionas, yo si estoy libre en tu cumpleaños, asi que ¿Qué quieres hacer?
-No se si sea correcto pasar ese día contigo, ya que no solo es mi cumpleaños.
-Lo sé, si siguiéramos juntos también seria nuestro aniversario, cumpliríamos quince años juntos, con razón el cuatro de agosto siempre ha sido mi fecha favorita, ese día nació el amor de mi vida y también cumplía años nuestro amor.
Ninguno de los dos dijo nada después de eso, a los dos nos dolía, eso era evidente, recuerdo lo feliz que estaba ese cuatro de agosto del 1996, uno de los mejores días de mi vida, le había organizado una cena en la torre de astronomía, en nuestro lugar, ese día con el cielo estrellado a la vista me declare a niña más hermosa y bondadosa que había conocido, quien iba a creer que después de unos años no podríamos estar juntos y que junto con eso mi miseria regresara, porque cuando empecé a andar con ella mi vida mejoro en muchos aspectos, y cunado la deje de tener mi vida regreso a ser gris, tal y como era antes que mi ángel llegara.
- ¿Entonces si aceptas ir a cenar conmigo?, te prometo que solo en plan de amigos.
- ¿Me lo juras?
-Te lo juro. - siempre de tramposo, de tras de su espalda se encontraba su mano haciendo changuitos.
-Supongamos que te creo, solo te voy a aceptar la cena porque todos ya me dijeron que están ocupados ese día, solo por eso, no porque en realidad quiera ir.
-al igual que tú, supongamos que te creo. - me había salido con la mía, y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que valiera la pena.
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Hoy era cuatro de agosto, le había preparado una sorpresa a Airam y sinceramente esperaba que le gustara, durante dos días me esforcé demasiado para que todo saliera bien, en este momento me encontraba a fuera de su cuarto, estaba nervioso, demasiado a decir verdad, pero solo se que pase lo que pase me voy a dedicar que sea un cumpleaños espectacular.  Toque la puerta, nadie contesto, hasta que ella abrió la puerta, en cuanto la vi quede maravillado, en efecto, Airam Zabini ante mis ojos es la mujer mas hermosa que hay en el mundo.
-Te ves hermosa, ángel.
-Gracias, Draco. - ella solo sonrió.
-Ten, te traje unas flores, tus favoritas.
-Gracias, hace mucho no me daban unas dalias, son hermosas. ¿A dónde me vas a llevar a cenar?
-Eso es una sorpresa, pero sé que te va a encantar, pero te tengo que vendar los ojos. - ella no contesto, solo se volteo a darme la espalda para que le vendara los ojos, dios, después de todos estos años se sigue poniendo el mismo perfume y sigue oliendo exquisito, y lo se muy bien, porque desde hace dieciséis años mi amorentia huele a su perfume.
Con magia hice que nos apareciéramos en el lugar donde organice la cena, este lugar en donde múltiples veces nos dimos besos a la luz de la luna, en donde me le pedí ser mi novia y también mi esposa, la había traído a la torre de astronomía, a nuestro lugar. Con cuidado le quite la venda de los ojos, en cuanto ella se dio cuenta en donde estábamos se puso una mano en la boca para expresar lo sorprendida que estaba, y la entiendo, se respiraba nostalgia, un lugar en donde vivimos nuestros momentos privados juntos, este en definitiva era mi segundo lugar favorito en el mundo, porque el primero siempre será cualquier lugar con tal de estar a su lado. Había decorado el lugar con velas y en medio había una mesa, tenia un arreglo de dalias y la cena ya estaba servida.
-Draco. - dijo con la voz entrecortada.
- ¿te gusto mi sorpresa?
- ¿Qué si me gusto?, claro que sí, desde hace tiempo he querido regresar aquí, ¿Cómo le hiciste para que nos dejaran entrar?
-Digamos que tengo le conté a la directora, y ella con gusto aceptó, aunque debo de admitir que fue difícil de convencerla.
-Gracias, de verdad aprecio este detalle.
-Bueno, ven a sentarte, prepare tu comida favorita, pasta Alfredo. - le arrime la silla para que se sentara.
-A comer se ha dicho.
La cena la pasamos entre chistes, risas y anécdotas, hace mucho tiempo no me la pasaba tan bien, en este momento éramos nada mas ella y yo, y eso me encantaba, la verdad que estaba muy feliz, por primera vez desde hace mucho tiempo no peleaba con ella, estábamos perfectos. En este momento estábamos recargados en el balcón viendo al cielo.
-Ángel, te traje un regalo.- dije mientras le entregaba una cajita de terciopelo color verde.
-oh, no hacía falta Draco, pero gracias.- ella solo miraba la caja, hasta que tuvo el coraje de abrirla, pero después de unos segundos la abrió, adentro de esta se encontraba un collar de oro blanco con un dije de una esmeralda en forma de corazón. Este collar se lo había regalado a Airam un día como hoy hace dieciséis años, pero durante la guerra lo extravío.- Draco, ¿en dónde lo encontraste?- dijo mientras las lagrimas se le empezaban a escapar.
-Digamos que cierto elfo lo encontró, y tiempo después de su muerte una lechuza llegó con el collar junto con una carta.
-oh mi dobby.- y por fin dejó salir por completo las lágrimas, hablar de dobby era algo que me dolía bastante, y me di cuenta que no era el único.- ¿Me dejas ponerte el collar?.- ella solo asintió me posicione atrás de ella mientras pasaba el collar por su cuello, cuando por fin lo abroche deje un pequeño beso en su cuello, esto hizo que ella se volteara con rapidez, no dijo nada solo se me quedó viendo, y ahí fue cuando lo decidí, tal vez se enojará, pero ya no lo podía soportar, la tomé de la cara y la acerque a mi, me la pensé otra vez antes de unir nuestros labios en un beso, ella al principio se resistió pero después se dejó llevar.
POV AIRAM:
Me estaba besando con Draco, después de unos segundos me separé de él,  me quedé viendo a sus ojos, no podía besarle, fred no me lo perdonaría, pero la sensación que sentí en cuanto nuestros labios se unieron fue tan bella, mi piel se erizo, definitivamente esta sensación solo la podía provocar una persona, y esa era Draco Malfoy, por lo que decidí tomarlo de la camisa para acercarlo a mi y por fin besarle, este era mi autoregalo de cumpleaños, y lo estaba disfrutando con todo mi ser, por fin después de tanto tiempo, nuestros labios se volvieron a juntar, aquí en nuestro lugar, en donde solo estábamos nosotros dos, este momento era perfecto, este era nuestro momento.