Leland salió ligeramente de la sala buscando a Finn, quien sin decir nada e irse dejando atrás a su amigo no se sabe a dónde se habrá metido.
Buscaba en cada sala pública en donde habían ingresado anteriormente y en las que aún estaban en la lista pendiente, pero en ninguno estaba.
Pensaba en que no sería capaz de dejarlo solo y que la misión se atrase por una charla inconclusa y falta de entendimiento; como si fuera una familia, donde el niño por un capricho sale huyendo y escondiéndose de su madre.
Después de tantas vueltas dentro del crucero no lo halló, dándose por vencido y saliendo al aire libre hasta que él mismo quiera aparecerse. Pero aunque después de todo, estaba solamente a lado de la entrada, apoyado contra la pared y mirando al suelo con los brazos cruzados y pensativo.
—Aquí estabas —dijo—, pensé que te habías escondido de mí —decía de una manera sarcástica pero que realmente no era del todo así. Se acercó al espía con calma y cierta preocupación por lo ocurrido en aquella sala marina. Se mantuvo un poco callado, pero luego habló—: Discúlpame si algo le hizo ofender… —comentó levemente apenado, oyendo un suspiro del contrario.
—No, yo me disculpo —corrigió con una mano en la frente frunciendo el ceño—. Actúe de una manera ridícula, que ni siquiera sabes el motivo de la reacción.
—Exactamente —afirmó, demostrando que aún sigue confuso—. Pero, ya no quiero hablar del tema por ciertas razones.
—Estoy de acuerdo. —Lo miró un poco serio pero a la vez más calmado por el comportamiento—. Nos queda poco tiempo, porque ya estamos por llegar y tenemos que prepararnos.
Su amigo asintió y se fueron hasta atrás del crucero contra una esquina donde no había ningún turista ni vigilancia, pues la mayoría estaban ocupados en sus asuntos, paseos y siesta.
Finn iba sacando unos dispositivos pequeños mientras Leland decía «Computadora: Disfraz», recibiendo la solicitud y transformándose en un ser casi irreconocible por el atuendo y accesorios que llevaba. Era uno de los bandos criminales desde ahora hasta el final de la misión.
El de ojos verdosos sacó los dichos dispositivos diminutos poniendo a cada uno entre ellos dos en el pecho de forma oculta que, al presionar un botón azul, harán que sus cuerpos sean protegidos tecnológicamente «holograma» para soportar la respiración en lugares de bajo oxígeno. Trajes submarinos, básicamente.
Cruzaron las barandas para el otro lado donde estarían al borde del crucero dispuestos a saltar cuando la pequeña computadora —Que llevaban consigo mismo en cualquier momento— marque la hora exacta de la ubicación.
—Suerte, agente Finn.
—Lo mismo digo, agente Leland.
La computadora comenzó a parpadear y provocar un leve sonido de alarma —Que se apagará automáticamente— dando la orden de saltar al océano helado y comenzar a nadar profundamente.
El traje tecnológico les ayudaba a dar una mejor visión bajo la oscuridad y oxígeno de larga duración. No quisieron dar ni una palabra hasta que se hayan metido a la supuesta guarida secreta que, hasta el momento, no había pista alguna.
Creyeron que habían sido engañados por el jefe ruso de la fábrica, pero luego apartaron esos pensamientos cuando en realidad lo que decía era cierto: Era verdaderamente una guarida secreta de tamaño grande pero no llegaba a ser un edificio. Era iluminado por un color aguamarino apagado para formar parte del océano y no llamar la atención de la superficie; no por mucho tiempo.
Apresuradamente se ocultaron detrás de una rocas mientras eran rozados por peces pequeños, espiando sigilosamente a unos guardias, quienes estaban dentro de un holograma tecnológico en toda la construcción. Lo mismo que llevaban ellos para ser protegidos contra el agua.
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Romance Encubierto {Finn McMissile X Leland Turbo}
FanficFinn McMissile, un espía británico profesional que siempre ha trabajado en solitario y ha cumplido muchas misiones, pero un día, por obligación de su jefe, le tocará trabajar de allí en adelante con un compañero de traje rojo, quien no es unos de lo...