🪓14: ¿Apareces ahora?

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Puesto que Daeghel necesitaba relajarse y estar un rato a solas, decidí ir a los establos junto a Sadie para no incordiar

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Puesto que Daeghel necesitaba relajarse y estar un rato a solas, decidí ir a los establos junto a Sadie para no incordiar. Sus últimas palabras me hicieron pensar en cuánto realmente lo conocía, era consciente de que no lo hacía del todo, seguía guardando oscuros secretos que él solamente sabía, estaba completamente seguro de que tenía algo que ver con los desaparecidos del día del humo o incluso era él culpable.

A todo eso iba enlazado la muerte repentina de Max, aquella sombra que ví era masculina por lo que podría haber sido uno de los hermanos Vitello perfectamente, pero no podía ponerme a juzgar sin tener pruebas lícitas, al fin y al cabo todo estaba en mi cabeza y podía no ser real.

¿Realmente Daeghel fué el asesino todo este tiempo?

Tendría sentido teniendo en cuenta que era un asesino el cual disfrutaba matar, pero Drystan y Sadie también lo eran... y Edgar me daba muy mala espina. Me dí cuenta de cómo poco a poco la mansión se fué quedando vacía, con ausencia de empleados los cuales estaban muertos o desaparecidos.

Era increíble como los Vitello podían ocultar todos los asesinatos que ocurrían dentro de la mansión solo por mantener su perfecto estatus social ¿Tan importante era? Podría tener relación con el casino, ya que si la gente se enteraban de todo lo que ocurría aquí dentro sospecharían de ellos y dejarían de apostar dinero en el casino dejando en quiebra la constante economía de la familia.

Los ricos eran tan complicados de entender... y aún más si eran asesinos.

Me centré en cepillar a Gedeón el cual soltaba bastantes pelos los cuales se quedaban atrapados en las gruesas cerdas del cepillo, pasé al cabello de su cabeza desenredándolo con mucho cuidado, me puse de puntillas para alcanzar la parte de arriba.

Con paciencia y minutos de mi tiempo conseguí hacerlo, satisfecho comencé a separar por secciones el pelo con la idea de hacerle varias trenzas las cuales comenzaron a tener forma. Estaba disfrutando mucho de pasar tiempo con Gedeón, era un animal bastante dócil y manejable, consideré seriamente la idea de montar a caballo con ayuda de Dae, no sería una mala idea.

Deje de estar tranquilo para pasar a quedarme helado al escuchar el ruido de un cristal rompiéndose en mil pedazos con un estallido, miré hacia allí viendo una de las ventanas completamente rotas por culpa de un ladrillo el cual ahora descansaba en el suelo.

—¿Pero qué...?— murmuré inaudito.

—Corramos Phalen,¡Lo perseguiremos, rápido!— me ordenó Sadie comenzando a correr.

—¡Esperame!

Aún algo estupefacto salí del establo dejando lo demás de lado, seguí los pasos de la pelinegra saliendo por la puerta trasera. Nada más hacerlo ví con mis propios ojos como un hombre encapuchado escapaba de nosotros yendo dirección al bosque, nos introducimos en él sin pensarlo mucho, mi objetivo ahora era agarrar a ese hombre y hacerle confesar.

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