El concilio de Nikaea

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El emperador ha llamado a todos sus hijos y dirigentes de la gran cruzada al planeta Nicaea para debatir sobre el futuro de los bibliotecarios y OTROS asuntos de vital importancia.
Todos los Primarcas tenían claro que se refería a Lorgar y su legión.

Y así en aquel planeta se produjo la mayor concentración de fuerzas jamás vista por el hombre, se dice que había tantas naves que el mismo Sol del sistema pareciera que no existía, hecho que perturbaba a Konrad Curze, pues le recordaba a su planeta natal Nostramo, no porque le trajera recuerdos de su pasado, si no por los recuerdos de cosas que aún no habían ocurrido.
Visiones por las cuales había realizado actos horribles e inhumanos.

Visiones, que tras la quema de Monarchia ya no estaban cumpliendo se.
El primarca no lo admitiría, pero su cordura ahora mismo pendía de un hilo pues toda su vida la había vivido siguiendo su DESTINO.
Ahora su destino no existía, lo cual le llenaba de una emoción que jamás había conocido: ESPERANZA.
Una emoción que odiaba y despreciaba pués le hacía dudar de sus actos y hacia arder su pecho.

Magnus sin embargo estaba preocupado por otra cosa, y era el posible resultado de este concilio pues sabía que podría suponer un duro golpe para su legión...
"O para el orgullo de ese imbécil de Leman"-pensaba el primarca para alejar de su mente las preocupaciones pues confiaba en su don de palabras

Leman sin embargo sabía lo que iba a decir, y no le daba importancia ninguna a las consecuencias posibles para la legión de su hermano Magnus.
-Hoy por fin se terminará el uso de esa magia corrupta-dijo en voz alta a sus hijos que le acompañaban, los cuales asentieron enérgicamente en especial los sacerdotes rúnicos de Fenrris.

Quiso el AZAR (no destino pues "El futuro no esta jamás escrito en roca" como dijo posteriormente Kurze a sus hijos durante el asedio a Terra) que Leman, Magnus, Kurze y Vulkan se cruzarán en la entrada al edificio construido por Rogal para dicha reunión, algo que sabían todos que habría molestado a Perturbado y su legión.

Tras entrar escucharon una discusión entre Perturabo, Rogal e, inesperadamente, Fulgrim sobre la arquitectura del edificio.
Justamente cuando Vulkan fue a intentar para dicha discusión de los cielos descendió un ángel parando dicha discusión.

Era Sanguinus.

-Hola hermano, contigo ya estamos todos-dijo Fulgrim-en cuanto estos dos creídos admitan que yo y mi legión podríamos haber hecho un mejor trabajo diseñando este sitio podremos empezar.
Y así tras esa declaración sucedió algo insólito, Perturbado y Rogal Dorn se miraron mutuamente y acto seguido estallaron en risas, se rieron tanto que los dos extendieron un brazo si darse cuenta y lo apoyaron el hombro del otro para sostenerse.
El rostro de Fulgrim se volvió de un rojo nada elegante o perfecto pero antes de que pudiera decir o hacer algo apareció Malcador el sigilita.
-Dejad vuestras discusiones de niños pequeños-dijo Malcador-Vuestro padre no tiene una paciencia infinita, ¿O acaso queréis hacer una ciudad tan brillante como Monarchia?
Tras ese comentario tan siniestro todos los presentes decidieron entrar al concilio.

Y así el Concilio, que fue presidido por Malcador y Constantin Valor dió comienzo.
Por supuesto el mismísimo emperador había asistido junto con el fabricante general de marte, pero estos dos últimos más en el rol de oyentes y jurados que otra cosa.
Primero se discutió sobre si era correcto o no el cambio de Lorgar y su legión.
El resultado, para la desgracia de cierto marine, fue que se le permitiría seguir progresando la religión al dios maquina pero no podían forzar a ningún marine a recibir los implantes o a seguir el culto.
También se decidió que la legión no podía dar todos los mundos al Mecanicus que conquistarán y que en caso de un conflicto (o una guerra, pero nadie oso decir esas palabras) entre Marte y Terra debían permanecer neutrales.

Warhammer 40k: Herejía AstartesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora