El señor de las arenas rojas

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Los cielos sangraron al octavo día y de ellos descendieron los ángeles carmesí del dios de la irá para guiarnos en el camino divino de Khorne, no por palabras si no por actos encabezados por su campeón Kharn el hacedor de tronos.
Entonces llegó el hereje, el ángel caído que rechazo su destino...-Fragmento de un diario encontrado por el inquisidor Gregor Eisenhorn.

Los errores de Angron cayeron del cielo para arrasar ciudades como un reflejo de la campaña que realizó juntó con sus viejos amigos en Nuceria, eran devoradores de ciudades y a sus hijos los llamo devoradores de Mundos.
Hacían honor a su nombre.
Todo era su culpa, no de los calvos del carnicero, eso pensaba el primarca mientras sostenía en su mano izquierda los restos de esa tecnología aberrante.
No escuchaba los planes de Guilliman, las palabras sobre las visiones vagas de Konrad que habían cesado con la llegada de las fuerzas Khornitas, ni siquiera prestó atención a la llegada de Vulkan el cual ahora se preocupaba por el debido a su obvio estado mental.
El estaba solo dejado caer en una esquina viendo las imágenes de los Khornitas y los clavos en la palma de su mano.
-¿Ahora se preocupa por ti?-dijo una voz más parecida a un eco deformado por la memoria.
-Nunca entendí porque te caía tan mal con lo parecidos que erais-dijo Angron como un susurro.
El resto de sus hermanos y demás personas presentes en la sala de mando improvisada callaron un segundo y miraron a Angron, sus hermanos directamente y el resto de reojo.
-Se está volviendo loco y lamentablemente se de lo que hablo-dijo en voz baja Konrad.
-El dijo que deseaba la muerte, ¿Por que lo salvaste, acaso sus actos tienen redención cuando ni siquiera el cree que pueda tenerla?-Dijo Guilliman.
-Ahora mismo parece que lo mejor será dejarlo solo pero vigilado, si va al combate puede que se deje matar y necesitaremos toda la ayuda posible de nuestros hermanos para lidiar con el resto de traidores en el futuro próximo-dijo Vulkan.
-Nunca dije que me cayera mal, es solo que esperaba que defendiera más mi punto-dijo el eco-esperaba que siendo como es nuestro hermano viera en ti a la persona bajo los clavos y también buscara ayudarte, o mejor dicho eso pensabas y querías tu Angron. Porque después de todo soy una parte de tu mente la cual proyectas con la forma y personalidad de uno de tus dos hermanos desaparecidos en basé a tus (aunque cada vez menos) vagos recuerdos sobre el, sabes que no estoy aquí.
-Que se supone que debo hacer-dijo Angron.
-Aunque suene raro después de decirte que soy parte de tu mente mi respuesta más sincera es que yo no puedo decirte esa respuesta, solo tú puedes hacerlo-respondio el eco-pero como diría Magnus, cuando alguien tiene una pregunta lo mejor es buscar el medio para resolverla, pero si fuera el yo de verdad también te diría que muchas veces también es bueno despejar la mente y centrarte en lo que puedes hacer ahora mismo.
Entonces Angron tomo una decisión.
-Si los poderes Psíquicos fallan por culpa de los Khornitas entonces los Mil hijos estan en problemas-Dijo alto y claro Angron mientras se incorporaba-dejadme a mi a mis hijos buscarles, porque tienes razón a medias Vulkan, es cierto que no se si seré capaz de enfrentarme a mis errores ahora mismo, pero jamás dejaría que me matarán. Porque por mucho que huya de mi viejo título mi corazón sabe que aún sigo teniendo el honor de la arena. Pero antes tengo que pedirte un favor Vulkan.
Entonces miro los clavos del carnicero en sus manos.

No encontraron a Magnus tras días de búsqueda, pero si a un grupo de humanos acompañados de un grupo de Astartes y un par de Dreadnoughts.
Todos de colores y heráldica desconocidas para los Devoradores de Mundos.
Varios Devoradores de Mundos de prepararon para lanzarse a la batalla, pero su Primarca se lo impidió.
-Primero hemos de presentarnos, después si son enemigos al menos nosotros no hemos hecho algo sin honor como atacar por sorpresa-dijo Angron-y si los humanos son reenes sufrirán por tal acto de cobardía.

Talok recordó la conversación incómoda de la semana pasada, era mucho por asimilar incluso para ellos, un primarca, SU PRIMARCA parecía ser o haber sido lo más contrario al gobierno del emperador pero mantenía en cierta manera el mismo objetivo, conseguir el mejor futuro para la humanidad en esta galaxia en llamas.
Un mismo fin y objetivo, pero dos filosofías y pensamientos contrarios pará lo grarlo, como las dos caras de una moneda, comparten el mismo borde pero aún así jamás se llegan a tocar.
~Creo que tememos visita~informo mentalmente Astrix
~Si una veintena de enemigo~resono la voz metálica de AT en sus cabezas.
~¿Como siquiera es posible que acabes de...? Déjalo, empiezo a pensar que cuanto menos lo piense mejor~dijo Atalanta
~Tendo un implante que me permite comunicarme mentalmente también con nuestros hermanos metálicos, y simplemente he dejado que me use como antena de comunicaciones~respondio Julio~los metálicos no pueden pero los orgánicos incluso podíamos ser utilizados por nuestros psíquicos para que ellos pudieran usar sus poderes desde muy lejos.
~Formacion de herradura para proteger a los civiles y asegurarles una vía de huida~dijo Atalanta.
Entonces un gigante de azul y blanco con un casco del cual colgaban rastas metálicas apareció sosteniendo una gran hacha sierra junto con Astartes con los mismos colores y armas.
-Alto soy Angron, primarca de los Devoradores de Mundos, si sois aliados entregad vuestras armas y si sois enemigos...-dijo encendiendo su hacha junto a los suyos.
-Ok-dijo AT-soltad las armas, es un maldito primarca no podríamos derrotarlo incluso si estuviera solo además de que parece aliado.
Entonces las comunicaciones gritaron al unísono lo mismo, Kharn había llegado a las murallas de la ciudad más cercana.

Kharn cortaba cabezas y reclamaba cráneos de Astartes y guerreros humanos.
Nadie podía pararlo, y con cada muerte, con cada cráneo más en su colección y la de sus hermanos ríos de sangre se formaban y de ellos surgían los demonios de Khorne, pues este era su templo, el campo de batalla pues Khorne no necesitaba de un lugar donde la gente le diera sus plegarias.
Sus plegarias eran la ira, el combate marcial y la sangre fluyendo.
Pero sobre todo la ira, la infinita ira que los motivaba a avanzar a pesar de las heridas, la ira que les permitía seguir en pie con heridas mortales, la ira...
Ya no sentía ira, sino una gran tristeza, melancolía y culpa.
-Tu-Dijo Kharn.
-Si, yo-dijo Angron-yo soy el señor de las arenas rojas y vengo a darte paz Kharn.
Y con cada paso que daba los demonios desaparecían o se debilitaban al cortarles el sentimiento primordial de Khorne.
Angron al fin cumplía su propósito de creación, ser el arma contra las fuerzas de Khorne y Kharn sintió miedo por primera vez desde que ascendió.

Y así el primarca acepto su divino papel preparado por su divino padre y fue a acabar con el demonio.
Y tras la batalla solo quedó aquel que devora la esperanza-Tomo sagrado en custodia de las hermanas de la rosa sangrienta en nueva Nuceria.

Nota: si os gusta mi forma de escribir (por alguna extraña razón) y la fantasía aprovecho para recordar que recientemente he empezado mi primera historia 100% propia y original.
Se agradecerían consejos y comentarios en esta aventura personal que también me está motivando a intentar ser más constante con este fan fic.
Y si el nombre y la trama parecen genéricos pero esa es la idea, porque la historia no lo va a ser.
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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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