Istvaan parte 5: los infinitos hilos del destino

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Abadon se despertó en la nave insignia de Horus, El espíritu vengativo pocas horas antes de llegar al sistema Istvaan en la enfermería situada en la 4° cubierta.
Estaba sin su armadura, tumbado en una cama diseñada para un Astartes
-Creía que estas cosas eran una broma como las que suele hacer Tarik-penso Abadon.
El marine recordó brevemente lo que había visto y descubierto durante su sueño, sabía que la espalda que le había herido estaba bendecida por el dios Nurgle y que su hechizo había sido lanzado para herir de gravedad a Horus con la intención de que lo llevarán a un templo en Davin para que esté escuchara la verdad que ocultaba el emperador por parte de los dioses del Caos.
Había descubierto por las malas que la semilla genética de un primarca no sólo contenía una parte del ADN de este, también contenía una pequeñísima escarla del alma de los primarcas, por esa razón el hechizo de la espada le había afectado en una escala menor, pues él era en parte Horus.
Ese pensamiento le llenó de algo parecido al asco.
No estaba solo, en la sala se encontraba una humana que normalmente atendería exclusivamente a las fuerzas auxiliares humanas, jamás a un Astartes.
-¿Como es que Horus ha permitido esta situación tan patética y lamentable?-penso Abadon.
Sabía lo que debía hacer, así que se levantó y se acercó a la enfermera.

Tarik que andaba cerca escucho un grito femenino proveniente de la habitación de la enfermería donde descansaba Abadon.
Corrió hacia ella, y cuando abrió la puerta...

-Y cuando abro la puerta veo a Abadon desnudo sujetando por los hombros a la pobre enfermera que había ido a recoger unas medicinas que por error habían ido a parar a la habitación donde estaba Abadon-Contaba Tarik en la cápsula de desembarco hacia la luna primaria de Itsvaan II divertido-y Abadon con tono serio decia MUJER, ¿HAS VISTO MI ESPADA?, la pobre no podía más que intentar no ver hacia abajo, hacia la OTRA espada de Abadon.
Abadon solo soltó un gruñido mientras varios de los marines se reían, esa historia había circulado rápidamente por la legión de los hijos de Horus y, aunque no lo sabía con certeza pero lo sospechaba, por el resto de Legiones leales de la flota.
-TARIK-replico la voz de Gabriel Loken-se que intentas rebajar la tensión debido al enemigo al que nos enfrentamos, pero el pobre de Abadon acaba de salir de un coma, es normal que estuviera confundido al despertar. Ya es inusual que le dejarán participar aunque sea únicamente como apoyo estratégico en tierra.

Abadon solo sintió desprecio ante el comentario de Loken, el siempre perfecto Loken.

En la flota:

Los Guerreros de hierro y los puños imperiales no estaban dando un apoyo ejemplar a la flota con su trabajo precisamente, muchos de ellos estaban aún descontentos con la reciente gran amistad entre sus primarcas.
Simplemente no se fiaban de las intenciones de la otra legión, pues tras años de dura rivalidad pensaban que se trataba de una actualización para boicotear el favor del emperador hacia su legión por parte de sus antiguos rivales.
Tampoco ayudaba el hecho de que Horus hubiera decidido dejarles en la flota donde ni los Guerreros de Hierro podrían mostrar su habilidad por el asedio ni los Puños Imperiales su habilidad defensiva; ni que los hubieran separado para trabajar en grupos mixtos de ambas legiones en igualdad de números de marines de cada que formaban dichos grupos.
-Casi hecho de menos los juegos de asedio y defensa en Terra-dijo un Guerrero de hierro
-¿Aunque casi siempre perdáis?-respondio un Puño imperial.
-Eso fue solo al principio ahora estamos empatados, y pronto los que váis a perder siempre sois vosotros-replico otro Guerrero de Hierro.
Entonces el grupo de 8 marines se puso a discutir.
-¿Habéis visto algo moverse entre las tuberías?-dijo derrepente un Puño imperial
-¡AJA! Conque cambiando la conversación, eso demuestra que nosotros tenemos la razón-dijo un guerrero de hierro.
-Hector callate ese argumento es de niños y yo también he visto algo azul y escamoso moverse entre las tuberías de energía-respondio un guerrero de hierro.
Rápidamente e inconscientemente hicieron una formación en círculo con los puños Imperiales en el exterior con sus escudos delante para defender y en el centro los guerreros de hierro dentro con los rifles en alto para atacar entonces la criatura extraña cayó del techo...

Warhammer 40k: Herejía AstartesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora