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ACT 08 ‧₊˚ ୨ ★ ୧ ˚₊‧
No pude quitar la mirada de sus labios temblorosos, mojó sus labios con su lengua con ansias de besar los míos tanto o más como yo deseaba besar los suyos, dejé mis brazos al rededor de su cuello envolviéndolo al punto de que nuestras narices pudieran rozar. Su pecho subía y bajaba con ferocidad por los nervios acumulados. Sonreí leve.
— Acércate y bésame tú, Kaulitz... — susurré de una manera que hizo erizar su piel, su cuerpo tembló de una forma notable para mis ojos.
Tragó en seco y su mirada subió hasta mis ojos, ninguno apartó la mirada del otro, fue un momento silencioso pero era agradable, algo satisfactorio al punto que podría seguir así mismo por mucho tiempo.
— ¡No vengas por mi!
Saltamos al mismo tiempo alejándonos uno del otro de la prometedora distancia que nos encontrábamos. El chico castaño que estaba a mi costado se levantó algo sudoroso, posiblemente tuvo una fea pesadilla.
Todos los demás igualmente despertaron por el gran grito de Georg.
— Maldición, ¿Qué ocurre hermano? — tocó su cabeza algo ido el chico rubio que se encontraba en su solitario sofá.
— Perdón, tuve una terrible pesadilla — confesó un poco nervioso rascándose la cabeza de los nervios.
— ¡Joder! ¡Estaba en mi mejor sueño! — rechisto el chico de rastas con bastante molestia levantándose para darle un pequeño empujón al castaño.
— ¡Ya! ¡No fue porque quisiera, maldito mocoso! — contestó algo molesto haciendo notar su seño fruncido.
— ¿Y ustedes dos qué hacían?... — de la nada el rubio habló mirándonos con una ceja levantada— Porque los vi algo acaramelados — sonrió burlón.
Miré a Bill con los nervios de punta, esperando a que respondiera a la pregunta.
— Solo me estaba cantando algo nuevo... — se encogió de brazos sin darle mucha importancia, se veía sereno.
— Uhm... Esta bien — dejó de lado el tema no tan convencido del todo.
— Hey, ¿Quieren ir de fiesta hoy? Me invitaron a una de las mejores fiestas del año, y claro, quiero que vengan conmigo — sonrió ladino el chico de rastas dejando de lado el tema anterior.
— No creo que podamos hoy — respondió rápidamente Bill mirándome de reojo— Hoy debemos arreglar algunas canciones... ¿Cierto, Kleare? — me miró sonriente con un semblante a la vez bastante serio, mi cuerpo tembló.
