Felicia una joven mujer de 39 años, madre de mellizos, viuda y profesora de literatura inglesa.
Para ella después que Fausto miro a causa de la pandemia, vivir se había convertido en la rutina de respirar, jamás imaginó que su vida seria transformad...
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La oficina de Hoseok es muy confortable, grandes ventanas, marcos de madera, cortinas de terciopelo verde, con un gran sofá de cuero rojo obscuro en donde con mucho cuidado recostó a su esposa. Él se acercó a su escritorio tomo el teléfono y pidió que le trajeran el almuerzo, miraba a su esposa con mucha preocupación no le gustaba saber que el embarazo la estuviera tratando mal, en cambio Brisa lo miraba a él con devoción, en su casa y con sus amigos su esposo solía ser muy extrovertido algo paranoico y asustadizo, pero en su oficina preparando sus clases era todo lo contrario, se desenvolvía con la seguridad de saber que en lo que se refería a sus asignaturas nadie estaba mas capacitado que el.
Brisa ya se sentía mejor, los mareos habían desaparecido comenzaba a incorporarse en sofá tenia que hablar con su esposo de una vez, todos tenemos secretos y la joven artista no era la excepción.
-Oppa, ¿Tardaran en traer la comida?.
-¿Te sigues sintiendo mal?, ¿Quieres que venga la enfermera?.
-No, pero quiero saber cuánto tiempo tenemos.
Hoseok contemplo a la joven con algo de curiosidad.
-¿Qué ocurre Brisa?, me estas preocupando.
-Hobi, tengo que contarte algo se que no es justo que hable ahora después que ya estamos casados y esperando un bebe pero este secreto me esta quemando el pecho.
Brisa se incorporó muy lentamente tomo por la corbata a Hoseok y con un grácil movimiento lo sentó en sillón.
-Hada, por favor háblame me estoy inquietando, ¿Qué puede ser tan terrible como para que tengas miedo en confiar en mi?.
La joven se sentó junto a su esposo tomo el rostro de el con mucha delicadeza para poder conectar las miradas, tomo aire hasta llenar los pulmones y dejo salir las palabras de una sola vez.
-Para pagarme los estudios en la universidad.... trabaje en un-suspiro con algo de miedo-¡En un club de caballeros como bailarina!-dijo rápidamente con miedo y desesperación.
Por la mente de Hoseok habían pasado miles de posibilidades, pero de ninguna manera podía imaginarse que su dulce e inocente esposa tiempo atrás hubiese trabajado en algo tan sensual.
Sin decir ni una palabra el joven se incorporo sacudió su elegante traje de 3 piezas y se dirigió al escritorio tomo el teléfono y le dio indicaciones a su secretaria.
-Señorita López, cancele el almuerzo mi esposa no esta de humor para comer y si lo desea puede tomarse la tarde yo hablare con la señora directora, antes de irse por favor cancele todo lo que tenia para hoy, es decir las tutorías extras, muchas gracias descanse.
-Oppa, dime algo, lo siento mucho no sabia como decírtelo tenia miedo que te alejaras de mi y sobre todo después de ver como tu familia se puso cuando decidiste casarte con una hippie latina y no con la mujer que habían elegido para ti.
