Capítulo 4

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Aventurarse por la noche en un bosque, especialmente si este era conocido por los locales como "Bosque Prohibido", parecía una idea poco reconfortante.

Pero para situaciones desesperadas, se requieren medidas desesperadas.

Kanao no quería pensar en lo que pasaría si por la falta de recursos, sus hermanas y ella tendrían que desalojar la Mansión Mariposa.

Llegando hasta el límite de la aldea, fijándose de que nadie la siguiera, respiró profundamente para llenarse de valor.

Ignorando la señal que el Magistrado había mandado a colocar a unos pasos de la entrada del famoso bosque, se adentró en el mismo.

La noche era oscura, y con los árboles tapando la figura de la luna, el ambiente pondría inquieto al hombre más valiente.

Era muy conveniente que Kanao poseyera una vista excepcional.

Solo trae algo de comida para tus hermanas... es lo único que tienes que hacer...  


***


Ya había pasado más de una hora... o eso creía.

Era más difícil orientarse en este bosque que a los otros que había visitado para cazar ineficazmente.

Abriéndose paso entre los arbustos y helechos, siendo sigilosa como solo ella sabía ser, la joven tan solo siguió con su cometido.

Hace poco se había detenido para almorzar lo que su hermana le había preparado cuando salió de la finca, así que podía sentir sus fuerzas renovadas.

La comida de Aoi era muy deliciosa y nutritiva.

Pero no quería desperdiciar su apenas recuperado vigor, por lo que, a pesar de la paciencia requerida para su oficio, Kanao tan solo deseaba poder encontrar algo para regresar con sus hermanas.

Con su excelente visión, fue capaz de memorizar qué árbol, musgo, arbusto, era por el cual había pasado para saber su camino de vuelta. 

Solo bastaba esperar un poco más.

...

...

...

¿No se supone que ya debería haber amanecido?

Estaba segura que ya habían pasado lo que consideraba varias horas desde que ingresó al bosque.

Pero seguía igual de oscuro que desde ese entonces.

¿Dónde se suponen que están los animales? 

¿Qué clase de depredador estaba acabando con la fauna de los bosques que rodeaban la aldea, incluyendo el Bosque Prohibido?

En ocasiones el camino se sentía más empinado y las rocas dificultaban el paso, pues dicho bosque se extendía hasta una montaña que se creía estaba hechizada.

Pero el hambre y el sentido fraternal hacían caso omiso a los rumores.

Un ruido entre las hojas de los árboles advirtió a Kanao de que no se encontraba sola.

La Bella y el Jabalí (B&B InoAoi Ver.)🐗💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora