Capítulo 10

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La primera vez que pisó sobre la Finca Mariposa, fue recibida por una chiquilla de coletitas azules quien clamaba emocionada lo mucho que siempre ha deseado tener una hermana.

Inicialmente, se sentía aturdida por tanta atención. No habiendo convivido mucho con alguno de sus varios hermanos a quienes sus padres también descuidaban, no sabía cómo actuar con ella. Pero aquello no desanimó a la pequeña quien siempre estaba a su lado, ya sea para vestirla, darle de comer o jugar con ella como si se tratara de una muñequita, incluso hasta decirle que era tan bonita como una.

Incluso si la niña de nombre Aoi y ella tomaron caminos distintos, una convirtiéndose en enfermera, y otra en una excelente usuaria de la respiración de la flor, jamás dejaron de ser mejores amigas... eran como hermanas.

Actualmente, Kanao estaba en un mejor estado que con el que volvió del Bosque Prohibido. Razón suficiente para intentar convencer al Magistrado del peligro en el cual se encontraba su hermana mayor al quedarse atrapada en dicho bosque desde que tomó su lugar.

Había dejado a las tres niñas al cuidado del señor Tomioka (quien se veía algo contrariado de ser el niñero elegido de la familia Kocho), para caminar hasta donde se encontraba el Magistrado Douma. En la Plaza Principal... en medio de una multitud de gente. El señor Douma pocas veces salía de su mansión, algo sobre ser sensible a la luz del sol, por lo cual las únicas ocasiones en la que la aldea entera podía acudir a él era en las asambleas semanales que él mismo organizaba.

"¡Magistrado! Hace varios días que no veo a mi nieta..."

"Yo no he visto a ninguna de mis tías, últimamente..."

"¡Mis tres esposas se niegan a salir sin que las acompañe! ¡Temo por su integridad!"

"¡Mi esposa también desapareció! ...Bueno, no es cierto. Hace años que me dejó...", el hombre se calló para empinarse la botella que traía en la mano.

"También nos preocupa que haya cerrado todos los caminos hacia el exterior para que nadie salga o entre a la aldea... Magistrado, el comercio está decayendo"

"Si esto sigue así... tendré que cerrar mi negocio y largarme..."

"¡Cállense! ¿Qué no ven que los puedo hacer mierda si se acercan más a mi tío?", Gyutaro Shabana amenazó a los pueblerinos quienes se encimaban mucho en las escaleras de madera que guiaban a un elegante trono de porcelana roja, protegido por una larga sombrilla púrpura, en la cual se hallaba sentado el Magistrado.

"Ninguna de sus feas caras es digna de estar en su presencia, ¡ténganlo en mente!", Daki alertaba al otro lado de la escalera. Ambos hermanos parecían alguna clase de guardaespaldas.

"Ya, ya, niños, no seamos tan déspotas con nuestros queridos aldeanos~", el Magistrado Douma prosiguió a mirar a toda su multitud, sin que la sonrisa en su rostro despareciera en ningún momento, "Mi amada gente, ¿no ven que debido a la situación en cuanto a las misteriosas desapariciones es por lo que hago esto por ustedes? Es mejor prevenir y quedarse en la aldea el tiempo que sea necesario... Vendrán mejores días, lo prometo~".

La conmoción de la multitud no le permitía a Kanao declarar sus propias inquietudes en torno a su hermana y el Bosque Prohibido. Cada vez que intentaba alzar la voz, alguien más le ganaba la oportunidad de hacerse escuchar. ¿Qué podía hacer ahora?

Tú eres una guerrera, ¿no es así?...

La amable sonrisa de un tierno mapache rojo...

¡Ánimo!

Con una determina actitud, la joven de coleta lateral tomo aire.

"¡MAGISTRADO DOUMA, EXIGO QUE HAGA ALGO CON RESPECTO A MI HERMANA AOI!"

La Bella y el Jabalí (B&B InoAoi Ver.)🐗💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora