Capítulo 17

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Decidí dividir esta parte de la historia en dos para que fuera menos tedioso (lamento el inconveniente)

***


Aoi estaba cuidando y atendiendo al último de los que habían regresado a la cueva, después de su exitoso enfrentamiento contra los otros demonios.

Agradecía que ninguno estuviera en verdadero peligro, pero algunas de las heridas que recibieron, por más superficiales que fueran unas, podrían presentar un problema a futuro si no se encargaba de ellas a tiempo.

Su último paciente había sido el señor Rengoku, quien le dio las gracias, ruidosamente como siempre.

Una vez que terminó con su labor, se dirigió al laboratorio de Shinobu para dejar ahí los objetos de primeros auxilios que había traído de la Finca Mariposa, la primera vez desde que decidió entrar al Bosque Prohibido.

La médico de chongo morado había terminado su investigación y la fabricación de la sustancia que buscaba. Emocionada, había sacado la katana con la cual la encontraron cuando fue convertida en mariposa y se dirigió a donde el bosque la llevara con Douma.

La joven de coletas se despidió de ella, deseándole la mejor de las suertes.

"..."

El plan original era que esperara en la cueva el regreso de los tres, después de su victoria contra el temible demonio. Así podría atender a Inosuke con la cura que ya había desarrollado y volverlo humano.

Era una riesgosa situación de probar el antídoto por primera vez en él. Pero la joven enfermera hacía lo posible para ignorar esas viejas inseguridades suyas con respecto a su competencia y especialidad como practicante de la medicina.

No obstante, un presentimiento no la dejaba en paz.

Pensar que los demás arriesgaban sus vidas con tal de acabar con todo el mal del momento... Mientras ella esperara y rezara por su anhelado triunfo en la comodidad de la cueva.

Aprovechando de que se encontraba en el laboratorio de esa misma cueva, más que su propia curiosidad, un impulso dentro de ella la convenció de hojear el cuaderno de su maestra y leer la fórmula que desarrolló para derrotar a Douma. Por las anotaciones adicionales, pudo ver cómo su hermana mayor la había perfeccionado en su máxima expresión.

Sin embargo, por alguna razón, un instinto en ella hacía que se le revolviera el estómago mientras más interpretaba y analizaba la fórmula...

Por más que pensara no sabía de qué se trataba... Se suponía que esta sustancia los llevaría a la victoria... ¿verdad?

Como a un rayo, el presentimiento llegó a ella sin casi notarlo.

Oh, no...

Sin esperar ni un segundo más, rápidamente agarró las cosas que necesitaba, poniendo las más elementales en la bolsa que había traído antes.

Salió de la cueva donde todos los que se estaban recuperando la veían, preocupados por la mirada frenética en sus azules ojos.

"¿Aoi..?"

"¿Señorita Aoi?"

"Espera, ¿esa es mi katana..?"

Pero lo que la enfermera, realmente, buscaba estaba recostado a la entrada de la cueva.

Uno de los jabalíes que la habían traído aquí por órdenes de Inosuke se había quedado cuando ella, en un momento de piedad, le había alimentado un poco por el esfuerzo realizado al asegurar su seguridad.

La Bella y el Jabalí (B&B InoAoi Ver.)🐗💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora