Capítulo 7

300 26 4
                                    

Cegada por la frustración, no sabía cuánto había corrido, y mucho menos la dirección a la cual se dirigía.

Solo era consciente de que ya no podía tratar con alguien quien no sabía hacer más que pensar en sí mismo... o siquiera pensar, para empezar.

No le importaba cuántas veces la llamara por su nombre (equivocadamente) para que regresara...

De tanto correr y con el maletín médico aún en su espalda, pronto la fatiga se hizo presente y fue cuando más atenta estuvo a su alrededor.

No sabía dónde se encontraba. Tampoco es que fuera bendecida con el mismo poder de visión de Kanao.

Vamos, Aoi... la salida de este miserable bosque no debe estar tan lejos... ¿verdad?

La zona en la cual actualmente divagaba se sentía mucho más oscura y fría que en el territorio de la cueva del jabalí del cual había huido.

Solo esperaba que no la haya estado siguiendo.

A pesar de que la luna no era posible de verse a través de las inmensas copas de los árboles, la joven de coletas pudo distinguir varios destellos que reflejaban la poca luz lunar por el suelo, entre las ramas, dándose cuenta de que se trataban de telarañas.

Cientos... y cientos de telarañas.

Su agarre en la empuñadora de su katana se puso más fuerte aún.

Ni se te ocurra empezar a hiperventilar... tranquilízate... la respiración es el arma más importante para un usuario de-

Podía escuchar el sonido de varios pies arrastrándose, lo cual la hizo voltear a su alrededor en busca de quien sea que interrumpía en su soledad.

"Vaya, vaya", una voz que jamás había escuchado la empezó a llamar, "Es una pena que te hayas perdido justamente en esta sección del bosque, ¿no es así?.

Un niño muy pálido, casi blanco y con un diseño particular en su cara, la miraba desde arriba, encima de lo que parecían ser dos hilos colgados entre los árboles que los rodeaban.

"Ningún humano que se cree inteligente ha entrado a este bosque en mucho tiempo... aquello no parece ser la excepción contigo".

El "niño" traía una cara serena, lánguida incluso. Hablaba de un modo cortante y el aura que portaba emanaba cierto poder, una imponencia hostil.

"Es realmente lastimoso... que justo te hayas encontrado a un demonio"

Aoi sintió como el color de su cara se iba junto con los latidos de su corazón.

Un demonio. Justo ahora se hallaba cara a cara con un niño demonio.

Estaba aterrada. Las manos le sudaban y el agarre en su katana, aunque fuerte, era tembloroso e inseguro. Sabía que era débil y que cualquier oportunidad de acabar con un demonio antes de que acabara con ella era inexistente.

Ella no era Kanao, ni Shinobu o incluso Kanae.

Simplemente, era Aoi.

Trató de estabilizarse lo suficiente para encarar a su adversario. Si bien conocía su desventaja, se rehusaba a perder su convicción, "Por favor... solo quiero volver con mis hermanas...".

Aquello puso estático al niño demonio, como si pensara en lo que escuchó.

"Mmmm... el lazo con tus hermanas... dime... ¿qué tan fuerte es?"

Viendo una casi imposible oportunidad para negociar, la muchacha lo miraba con cautela sin saber a qué quería llegar, "Ninguna de nosotras tenemos la misma sangre... pero daríamos nuestra vida, una por la otra".

La Bella y el Jabalí (B&B InoAoi Ver.)🐗💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora