Capítulo 12

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Cuando los rayos del sol la despertaron, sabía que algo no estaba bien...

En vez de levantarse de su lecho en la cueva, Aoi se alzó sobresaltada del suave pasto verde del bosque que bailaba con el calmado viento.

Trató de enfocar su mirada a su alrededor. 

¿Dónde estaban sus amigos? ¿Koshin? ¿Inosuke?

¿Dónde estaba ella..?

Un punto en específico la motivó a voltear y encontrarse a una inusual silueta.

Estaba algo lejos, pero abriendo bien sus azules ojos, pudo darse cuenta acerca de la figura en esa dirección.

Una mujer con largo cabello, cuyas puntas se enrollaban en una coleta, y un vestido que parecía de un verde lima, la observaba atentamente. 

A pesar de no poder distinguir bien su cara, Aoi tenía la sensación de ya haber conocido a esa misteriosa dama...

Su cabello era levantado por el viento, como si de una aparición se tratase. Y cuando menos lo esperaba, empezó a hacerle señas para que se acercara a ella.

Atraída por los movimientos de sus delicadas y blancas manos, la joven, lentamente, caminaba hacia donde la extraña, pero familiar, mujer la llamaba.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para empezar a divisar su dulce rostro, comenzó a correr entre los árboles del bosque, nunca dejando de indicarle que la siguiera.

Como si tuvieran vida propia, sus piernas empezaron a correr tras ella por sí mismas.

Trataba de seguirle el paso. Esquivó arbustos, piedras y frondosos árboles, aprovechando la milagrosa luz del sol, que desde hace tiempo que extrañaba, para no perderla de vista.

Cuando creyó que estaba a punto de alcanzarla, la hermosa dama giró para señalarle con la mano que se detuviera. Luego apuntó hacia un lugar más adelante con su dedo como para indicarle que se dirigiera en esa dirección por su cuenta.

Aoi obedeció y de repente se encontraba en un hermoso campo lleno de flores de todos los colores, alumbrados todos por el sol que todo iluminaba desde arriba.

El viento soplaba suavemente entre sus coletas. Qué deliciosa sensación.

Mirando al frente del infinito campo de flores, notó que más adelante estaba una silueta cuyo aspecto era muy parecido a la misteriosa mujer de hace rato.

Pero cuando la figura se volteó para verla, se dio cuenta que, aunque había un cierto parecido, no se trataba de la misma mujer.

No. No era una mujer. Era un hombre.

El hombre más hermoso que había visto en su vida...

El viento hacía que su cabello negro con puntas azules se elevara, dándole a su femenino rostro un atractivo difícil de imaginar. Cuando la vio, le dedico una amplia y sincera sonrisa que hizo que su corazón parara y sus rodillas temblaran.

Su torso estaba descubierto, lo cual la puso nerviosa. La única prenda de vestir que traía era un pantalón... ¿Dónde había visto ese pantalón antes?

El joven empezó a acercarse a ella, y sintió como el aire se le escapaba de los pulmones.

Cuando llegó y estaba frente a ella, agarró sus pequeñas manos y las envolvió en las grandes y callosas de él. Eran tan cálidas.

Tenía largas pestañas y sus ojos reflejaban un maravilloso color verde que la miraban con un sentimiento que Aoi no alcanzaba a nombrar... 

Abrió su sonriente boca como para hablar, pero la joven no alcanzó a escuchar ningún sonido salir de ésta.

La Bella y el Jabalí (B&B InoAoi Ver.)🐗💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora