Una Mañana

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"Linda, será cuando me digas creo en tu amor. Me digas que no sientes temor y cuando salga el Sol será..."- Una mañana (versión) José José feat Natalia Lafourcade.

Era ya tan tarde y estaba tan harto, tan cansado y sobre todo fastidiado. Pasar más de 4 horas con todos ellos, drenaban su todo. Sinceramente no se había sentido así, la última vez fue cuando Gaby apenas tenía unos 8 meses, lloraba por las noches y él iba por ella; claro que lo hacia por amor, por que la amaba...a ellos no, claro que no, ni cariño, ni respeto.

Pero eran sus compañeros de trabajo. TODOS ABSOLUTAMENTE TODOS!!!

-Auch!- reclamó y se tocó su cabeza.

-¡QUITATE PARKER!- estaba tan harto, pero...

-Lo siento campeón.- Peter hizo un gesto muy raro, se tocó la frente. Impacto directamente en el duro pecho de Miguel.-Pero seguro a ti no te dolió.- se burlo.

Miguel lo veía raro.

La luz del Sol le pegaba directamente en el pálido rostro, recién afeitado, con unas grandes pestañas que apenas y podían hacerle sombra a esos ojos cafés. ¿Peter tiene ojos tan hermosos? se preguntó Miguel.

Sus labios se veían tan cremosos, dulces, suaves, tenues pero de un color rojo tan intenso... su cuello descubierto y traía una camisa blanca sin abotonar el último botón del cuello. Su pelo seguía siendo la misma maraña alborotada, pero era brillante, sus cabellos grises se ocultaban entre aquel color castaño.

Miguel paso su mano por el cabello de Peter, solo para ver lo atractivo que es siendo ya mayor.

-¡Eh!- Peter se alejo.-¿Estas bien? 

Peter no se veía preocupado, más bien extrañado. El Sol literalmente se lo estaba comiendo, Miguel sintió tanta envidia, ojalá fuera el Sol. La luz que lo iluminará todos los días, sinceramente, Peter era del día y no de la noche.

-Tienes algo en tu cabello.- se excuso, retomó su compostura.

Peter le sonrió, paso su mano por su cabello dejando ver más esos cabellos grises, blancos. Miguel se mojó sus labios sacando un poco su lengua y mordiéndolos poquito. Peter lo vio y bajo la mirada.

-Tengo que irme, ellos me esperan.

SI, ELLOS. Estaba celoso no solo del Sol si no de ellos. Una mañana le basto para ver lo atractivo que era Peter; se quedó ahí, como esperando a que regresará, pero ni el Sol lo siguió, se oculto en la oscuridad esa mañana.

Peter preguntó que había pasado, si Miguel se golpeó la cabeza o algo así. Pero no, todo normal, al menos con ellos. Alguna vez ya había visto esos ojos, en otras personas. Todos querían con Spiderman...Pero Miguel vio a Peter, nadie quería con Peter.

Se sintió tan deseado, tan sensual, tan único y más por aquel moreno. Debía admitir que le gustaba en físico, pero recordaba que estaba loco, engreído, enojón y serio. No era su tipo; pero alguien como él se fijo en Peter.

-¿Estás mejor?- se acercó esa misma tarde, Miguel estaba solo.

-¿Qué quieres?

-Solo me preocupas. En la mañana...- Miguel oyó esa palabra para verlo, había una luz tan rara en Peter ese día, era como si estuviera en un escenario, un actor en una obra de teatro moviéndose, hablando, mirándolo a los ojos.-¡Miguel!- se acercó a él.-¿Estás bien? Yo si creo que te golpearon, pero el único que te golpeo he sido yo...mírame, soy una ...

Piel Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora