Piel Canela.

Oro de Ley.

"No dudes más de mí. Yo soy de buena ley. Tengo sangre de rey, mi estilo no es mentir."- Oro de Ley de mi papi Luis Mi Rey... dijo Miguel y vaya que es de Miguel uwu 

Dedicado a @vhhhh66

AU: Omegaverse con Miguel Mirrey (Alfa) y Peter reportero (Omega)

Dato de vital importancia si no sabes que es un Mirrey:

En México se les dice así a los vatos super arrogantes, alzados, con mucho dinero, bien bronceados, de escasa empatía jaja y hablan así así como habla Luis Miguel... de hecho Luis Miguel en su juventud era así jaja.

Fin del dato de vital importancia.

Se mordía los labios al tocarse por las mañanas, suspiraba entre sus hombros cerrando los ojos, imaginándose a un lindo Omega. Su mano acariciaba por encima de la ropa interior, había estado esperando ese día y realmente solo pensaba en el momento de llegar al hotel, dar su gran discurso y claro conocer a lindos Omegas, iba a elegir al de mejor cuerpo, rubio de preferencia.

-Ahhh-suspiro pero no por el Omega de sus sueños si no por que este estaría encantado de sus lujos de su poder y de su valor, Miguel O'Hara era oro puro.

-¡Mik! oyó a su hermano menor.-Sera mejor que bajes mamá esta furiosa.

-Ay, que ya voy.- respondió con disgusto. Su amplia habitación era iluminada por el Sol, frente a su cama un closet de oro se levantaba con tres enormes espejos completos sobre cada puerta, se levanto solo para ver su enorme erección matutina.-Que hoy tendremos suerte.- bostezo.-Mucha suerte, un lindo Omega que este fascinado.

-¡Miguel date prisa!- oyó por el pasillo.

Se vistió con ropa holgada para que su madre no lo regañará, salió para bajar en la escalera de mármol y ahí diviso el blanco comedor, la luz del Sol lastimaba sus ojos y tuvo que ponerse sus lentes oscuros, aquello que siempre usaba.

-¿Qué paso ma?- pregunto sentándose a un lado.

-Buenos días, se dice.- era tan molesto soportarlo.-Me entere de tus intenciones y no. Los Omegas solo van a buscarte para engatusarte, tener cachorros y que desperdicies tu dinero. No Miguel.

-Mike ma, soy Mike o Mik. Es muy humilde que me llames Miguel.

-¿Qué te pasa, que no puedes hablar bien?- lo miro con enojo.-Hablas como si tuvieras algo entre los dientes.

-¡Ay, ya!- se preparaba el café.-¡Los papis como yo hablamos así!

-Jajajaja.- se burlaba Gabriel, su hermano menor.-Déjate de eso, habla bien, como los hombres de bien Mike.

-Tendrás una entrevista.- suspiro ella ignorando todo lo anterior.-¡Y hablaras bien! Nos regresaremos a casa, nada de Omegas.

Miguel sonrió, sabía que eso no pasaría.

-Si madre.- habló más serio.-¿Hablo así? Mejor verdad.- suspiro.-Pero a los omegas les gusta que los traten mal. A papá le gustaba ser maltratado por ti.- ahora él soltó una carcajada.

Pero ni Gabriel ni ella rieron.

-Eres un puto hombre Miguel, compórtate.- comentó su hermano dejando el comedor.

-Ay, este niño.- comenzó a desayunar sin prestar ya atención a nada ni nadie, solo pensaba en su lindo omega rubio, blanco y de ojos azules.

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