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Elizabeth

no había podido dormir nada, así que fui a la playa que quedaba cerca con mi short de mezclilla y una campera de alguno de los chicos que le había tomado prestada años anteriores.

pero apesar de todo, no era de madrugada. La hora rodeaba entre las cinco o seis de la mañana.

Belly de había quedado a dormir en mi habitación, así que tuve que compartir mi cama. Cosa que no me gusta del todo. Así que me quedé toda la noche en una esquina pensando en todo, desde que llegamos de esa fiesta hasta que de acabó. Y más en los momentos donde Conrad me había dicho cosas lindas pero no le había contestado nada de vuelta.

ví una silueta reconocida sentada en la arena, así que caminé hasta llegar a su lado.

—hola, criatura del océano —saludé a Conrad una vez que estuve a su lado.

—hey —me saludó de vuelta, pero sin quitar su mirada del mar.

tenía un tabaco en mano. A las seis de la mañana.

—¿qué haces fumando tan temprano, Conrad? —se quedó en silencio— a ver, dame una calada.

—¿qué? no, tu madre me mataría —dijo sacando el cigarro de su boca.

—oh vamos, ella no tiene porque enterarse —sonreí inocentemente.
—no, Eli —volvió a negar.

—está bien, pero si yo no puedo fumar, tú tampoco —alcé mis cejas.

todo fue una táctica.

él con el cigarro en la boca, sonrió, para después sacar este y dejarlo a un lado. Y hacia todo mientras me miraba.

esos ojos azules me mataran algún día.

—¿feliz? —preguntó sarcástico una vez dejó en cigarro a un lado.

—y mucho, créeme. Odio ese olor.

—¿cómo sigue tu golpe? —tomó mi mandíbula, para así direccionarla hacia el pómulo que estaba morado.

—me duele menos. Fuiste un completo idiota ayer, pero la noche estuvo...

—¿apestosa? ¿horrible? ¿¡traumante!? —me interrumpió, yo reí. No era ninguno de esos.

—iba a decir increíble —dije como pude ya que estaba riéndome.

—ah si, por tu ¿Nacho? —soltó mi mandíbula para tensar la suya.

—Nick —corregí— y no, no solo por él.

—¿se puede saber por qué más sería, señorita Davis?

—creo que aceptaré la invitación para el baile de debutantes —comenté tratando de evitar la pregunta, él al darse cuenta, asintió.

la noche anterior en la cena Susannah nos había entregado a Belly y a mí unas invitaciones para el baile de debutantes, a lo que le dije que lo pensaría.

—¿te sientes agusto aceptándolo? sabes que mamá no te ha obligado para que lo aceptes.

—sí, quiero que ella —buscaba las palabras, no sabía cómo podría expresarme ya que quería decir que lo haría por ella, por su último verano— asista, sé lo feliz que es donando a eso. Y vernos a Belly y a mí en eso no durará en ponerse feliz.

—¿quién será tu pareja de baile? -muchas preguntas, Fisher.

—aún no lo sé, recién estaba pensando si era una buena desición aceptar —sonreí sarcástica.

—¿vamos a comer muffins antes de que los demás despierten? —sinceramente esa pregunta me tomó por sorpresa, pero asentí.

él me dió la mano una vez estuvo, en pie para así ayudarme a mí.

FALSE GOD | CONRAD FISHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora