25

3.1K 197 49
                                    

Elizabeth

—entré nuevamente al equipo de voleyball —anuncié con una sonrisa.

amor, estoy muy feliz por ti, de verdad. Merecías volver allí —la voz de Conrad por la otra línea se escuchaba emocionada.

—y la entrenadora me dijo que menos mal, porque no le tenía fé al equipo de ahora —Conrad soltó una leve risa.

¿pero belly no está allí?

—sí, pero no sé a quién se refería —comenté indiferente— por cierto, ya arreglé las cosas con ella.

¿qué te dijo?

—me dijo que nunca me preguntó porque estaba centrada en si misma, y la entiendo —me recosté en mi cama viendo el techo mientras escuchaba como suspiró Conrad.

siempre ha sido así, ¿te imaginas que le hubiera hecho caso? —arrugué mi cara con solo pensarlo— estaría jugando con Jeremiah y conmigo, no sería justo.

—a veces no sabe lo que quiere —suspiré— pero ese no es el caso, ¿cómo te ha ido en las clases?

llevo dos días de clase, amor —me recordó con su tono de voz divertido.

—lo sé —respondí con una sonrisa.

las primeras dos clases no asistí porque me quedé dormido, y en las demás me dormí en ellas —habló divertido.

—me pasó. Me dormí en trigonometría y cuando desperté estábamos en química —él soltó una carcajada.

él sabía mi horario, le había mandado foto cuando recién me lo había dado, quejándome de cada una de las materias.

—por cierto, ¿me ayudarías con unos ejercicios de trigonometría?

deberías dormir menos en trigonometría, pero sí, te ayudaré.

pasamos las siguientes media hora con él tratando de explicarme un tema, y yo casi al borde del llanto por no entenderlo. Pero no pasó. Terminé mis ejercicios y guarde todo lo que tenía que ver con ello.

—¿por qué un hombre decidió crear las matemáticas? solo se quiso complicar su vida y la de los demás —resoplé volviendo a acostarme.

—si le pones atención no son tan difíciles.

—entonces serán difíciles toda mi vida —él rió.

★★

haunted (Taylor's version) retumbaba en mis oídos mientras caminaba en los pasillos buscando mi casillero, hasta que sentí una mano tocando mi espalda, quité mi auricular y lo miré.

—hola —saludó un poco nervioso.

—¿Nick?

—el mismo —sonrió.

—¿qué haces aquí?

—es la escuela, casi todos están aquí —respondió obvio.

—lo sé, pero no me refiero a eso. Me refiero a que haces aquí conmigo.

FALSE GOD | CONRAD FISHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora