La Sangre del Mar: La Chica Maldita

PRÓLOGO

Inicio de la historia de Vallorda y los Tres Imperios

Hace más de 300 años, un barco encalló en las costas de un vasto continente desconocido. A bordo viajaba una familia: un padre, una madre y sus tres hijos. Con el tiempo, los niños demostraron habilidades excepcionales, cada uno destacándose en un ámbito diferente. El mayor se convirtió en un estratega brillante, maestro de la guerra y el liderazgo. El segundo era un genio de la tecnología, capaz de transformar ideas en avances científicos revolucionarios. El menor, sin embargo, exploró las profundidades de la magia, pero no cualquier magia: las artes oscuras.

Con los años, el continente comenzó a poblarse. El padre, visionario y ambicioso, decidió dividir el territorio en tres, otorgando a cada hijo un reino para gobernar. Así nacieron los Tres Imperios.

La paz inicial que surgió de esta división fue efímera. Cuando el padre falleció, el equilibrio que mantenía unidos a los hermanos se desmoronó. La ambición y el deseo de controlar todo el continente encendieron el conflicto. Una guerra devastadora se desató, una guerra que duró décadas, reduciendo ciudades enteras a cenizas, dejando regiones enteras en la pobreza y cobrando millones de vidas.

Cansados y envejecidos por los años de lucha, los hermanos buscaban maneras de acabar con el conflicto. Fue el más joven, el mago oscuro, quien tomó un camino extremo. En un acto que desafiaba toda razón, invocó a la misma Muerte, atrapándola en una prisión arcana y obligándola a revelarle el secreto para derrotar a sus enemigos. La Muerte, orgullosa pero forzada, le ofreció lo que buscaba: un mapa que conducía a un arma de poder inimaginable, oculta en una isla desierta, lejos de todo vestigio de vida.

El mago partió con una flota hacia la isla señalada en el mapa. Cuando llegaron, una niebla densa los envolvió. Solo el barco del mago logró tocar tierra. La isla parecía desolada, cubierta por fina arena blanca, excepto por un solitario árbol en su centro. Este árbol no daba frutos, sino que de sus ramas colgaban piedras rojas brillantes, tan hermosas como inquietantes.

El mago arrancó una de las piedras y sintió un torrente de poder recorrer su cuerpo. Sabía que había encontrado algo único. Pero cuando uno de sus hombres intentó tomar otra, la piedra lanzó un destello de luz que lo convirtió en cenizas al instante. La isla entera comenzó a temblar; el suelo se agrietó, y los sobrevivientes huyeron al barco mientras veían cómo la isla desaparecía bajo las olas, llevándose al árbol con ella.

Con la piedra en su poder, el mago regresó, convencido de que con ella aplastaría a sus hermanos. Pero antes de que pudiera usarla, murió. Su final es un misterio rodeado de rumores: algunos dicen que la piedra lo consumió lentamente, otros aseguran que cayó en la locura y fue traicionado, mientras que hay quienes creen que la misma Muerte regresó para cobrar su venganza, dándole un poder inmenso que jamás podría usar.

El paradero de la piedra se perdió en el tiempo, junto con su verdadero propósito.

Años después, la guerra terminó sin que ninguno de los tres hermanos reclamara la victoria. Fue Cyrian, hijo del segundo hermano, quien ascendió al trono y se convirtió en el primer rey de Vallorda, marcando el inicio de una era de paz.

Hoy, Vallorda vive en aparente tranquilidad, dejando atrás las artes oscuras y los horrores de la guerra. Pero una pregunta persiste:

¿Qué es realmente la paz?