El pilar de mi corazón (All Might y tu).

Capítulo 27.

Layra: Cata, será mejor que te acuestes un rato después de esto...- Dijo mientras preparaba la pistola de vacunación pana inyectarme el anticonceptivo.- 

Cata: Odio las vacunas...- Dije con cierto miedito.-

Layra: Eres una adulta hecha y derecha, a si que te aguantas con lo que hay.- Me apunta con la dichosa pistolita ya cargada.- Has soportado cosas peores.-

Cata: Si, pero insisto en que preferiría una pastillita o algo.- Respondo poniendo pucheros.-

Layra: Y yo insisto en que te aguantas y punto.- Dijo con modo madre activado.- Además, esto no será nada en comparación a lo que te hará Toshi en la cama en unos días.- Dijo entre risas.- ¿Qué pongo en tu lápida? ¿"Muerta por un tremendo kiki"? ¿"All Might le empaló de un smash"? ¿"Se la comió la anaconda"?-

Cata: Cierra la boca...- Dije mientras me daba un facepalm con un cierto sonrojo, cosa que hizo que ella se riera más.-

Resignada, tuve que permitir que Layra me inyectara el anticonceptivo para que me dejara en paz y tal y como ella dijo, me acosté en mi cama y esperamos un par de horas para ver como me sentía, claramente los efectos secundarios se hicieron notar poco a poco, estaba mareada y tenía nauseas, no llegué a vomitar, pero la verdad es que no me sentía muy bien.

Layra tuvo que volver al hospital para seguir trabajando, por lo que me quedé sola porque Toshi estaba patrullando con Aizawa y sus alumnos, a si que tenía que limitarme en cuanto a forzar mi cuerpo para evitar sufrir desmayos o caídas. Comí muy poco porque las nauseas no me permitían ingerir mucho, las horas de sufrimiento pasaban y cuando el volvió a casa, se dedicó a cuidarme el resto del día.

Pasaron unos tres días más llenos de mareos y más nauseas que acabaron en vómitos, Toshi siempre estuvo pendiente de mi y no me dejó sola en ningún momento... A no ser de que tuviera que salir por su trabajo. La verdad es que estaba comenzando a hartarme de estar siempre encerrada en esa casa, reconozco de que a veces salía para hacer algunos recados o para ver a Layra de vez en cuando, pero sentía la necesidad de poder ayudar en lo que pudiera a pesar de no tener un don, pero mis habilidades podrían servir de algo y era consciente de eso, no pensaba en que me dejasen salir fuera del complejo, pero me conformaría con ayudar o aconsejar con mi experiencia militar para hacer un plan de ataque o evitar alguno por parte de los villanos.

Pensé en hacer una lista de lo que podría hacer, a si que agarré un bolígrafo y una libreta y comencé a escribir en mi habitación mientras me tomaba un refresco con hielo. Me llevé toda la tarde pensando y escribiendo sobre todo lo que tenía para ofrecer a la U.A., claramente primero tendría que hablar con Toshi porque el podría darme consejos sobre que hacer, aunque estaría muy bien poder trabajar con el... Podría acabar siendo un estorbo... O eso creía...

Ya era pasada la media noche y la casa ya estaba oculta bajo tierra, intenté esperar a Toshi para cenar con el, pero el hambre pudo conmigo y acabé comiendo sola, dejé su cena preparada y guardada en la nevera, me acosté en mi cama y me quedé dormida, no se cuanto tiempo pasó, pero el ruido de alguien trasteando y caminando por la casa me despertó, asomé la cabeza al pasillo para ver de quien se trataba y pude ver a un tipo enorme, con un traje bastante raro y una máscara que ocultaba su rostro (imagen).