Capítulo 3.

153 14 2
                                    

A la mañana siguiente me desperté con los primeros rayos del sol, Layra hizo lo mismo unos 15 minutos después y con algo de dolor de cabeza debido a todo lo que bebió la noche anterior.

Ella desayunó tostadas con un zumo y yo me contente solo con una bebida energética, la verdad es que comer algo por las mañanas nunca fue lo mío porque nunca me daba apetito y si intentaba comer sin hambre, acababa con náuseas e incluso vomitando lo que intentaba ingerir.

Layra: ¿Por qué nunca hay café en ésta casa?.- Preguntaba en voz alta.-

Cata: Pues porque no me gusta el sabor.- Dije obvia.-

Layra: Pero te he visto tomar café en más de una ocasión.-

Cata: CORRECCIÓN.- Digo gesticulando con ambas manos como si tuviera desvelando un letrero.- Rara vez tomo café, solo cuando estoy demasiado cansada como para considerarme persona, eso no quita el que no me guste y aún así he tenido que echarle leche condensada y un montón de azúcar para que sea un poco pasable.-

Layra: Definitivamente no te entiendo.- Dijo simulando decepción.- A todo el mundo le encanta el café.-

Cata: Pues...- Dejé de hablar sin acabar lo que quería decir, me quedé en silencio y dirigí la mirada hacia el pasillo.-

Layra: ¿Cata?.-

Cata: Ya está despierto.- Dije seria.-

Ambas dejamos lo que estábamos tomando y nos dirigimos hacia mi habitación, dejé que Layra entrara antes que yo, ésta dio unos suaves toquecitos a la puerta con los nudillos para llamar la atención del chaval, pero no respondió ante tal cosa.

Cata: Noto su respiración, está nervioso.- Le susurré a mi amiga en el oído y ella asintió.-

Layra: ¿Se puede?- Preguntó en voz alta para que el pudiera escucharle, pero seguía sin responderle.- No quiero molestarte, pero tengo que examinar tus heridas.- Dijo tratando de sonar lo más amistosa posible.-

X: E-em ¡S-si!- Gritó en respuesta.-

Layra: Con permiso...- Dijo mientras abría la puerta para pasar.- Buenos días.- Saludó sonriente, yo mientras tanto seguía en el pasillo pon la espalda apoyada en la pared y los brazos cruzados.- ¿Cómo te encuentras? ¿Estás mejor?.-

X: Bu... Bu-buenos días.- Le respondió con la voz temblorosa por los nervios.- La verdad es que no lo sé... Me duele todo el cuerpo.-

Layra: Normal, estas bastante hecho un asco jajajajja.- Dijo con simpatía.- Te haré una pregunta... En una escala del 1 al 10 ¿Cómo evaluarías tu dolor?- Esa pregunta me hizo recordar a un personaje de una película animada, pero en ese momento no me acordaba de quien.-

X: Pues siendo sincero... En la espalda y en la cabeza sería un 8, en la pierna izquierda un 10 y el resto del cuerpo sería... ¿Un 6? No lo sé, puede que un 7.- Dijo dudando, la verdad es que me causaba cierta gracia.-

Layra: Vale, es normal que te sientas así ahora... Un momentito.- Le dijo mientras le destapaba para examinarle y el pobrecito soltó un pequeño chillido de asombro, seguro que estaría con la cara muy roja de la vergüenza.- Aún no han pasado 24hrs desde que ella te encontró, voy a incorporarte un poco, tengo que ver como llevas las heridas de la espalda.-

X: ¿E-Ella?- Preguntó algo confundido.-

Layra: Vale, tendré que hacerte unas curas en todos los cortes, no sería muy agradable que pillaras una infección.- Dijo mientras le ayudaba a tumbarse.- Oh si, yo sólo estoy aquí para ayudar con tu recuperación y ésta no es mi casa... Cata, pasa por favor.- Entro en la habitación en silencio.- Es la de ella.- Me señaló con el pulgar porque estaba detrás.-

El pilar de mi corazón (All Might y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora