Capítulo 27: I forgot that you existed (Hal's Version)

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𝒜𝓃𝒹 𝒾𝓉 𝓌𝒶𝓈 𝓈𝑜 𝓃𝒾𝒸𝑒 

𝒮𝑜 𝓅𝑒𝒶𝒸𝑒𝒻𝓊𝓁 𝒶𝓃𝒹 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓉

—¿Por qué no quieres contarme sobre tu visita a prisión? —preguntó Regina por quinta vez en el día, deslizando su dedo índice de arriba a abajo por el brazo derecho de Reese.

Había pasado una semana desde la salida a prisión de Reese y Regina aún no había podido sacarle la respuesta a esa pregunta. No había ayudado mucho que solo hubieran podido hablar por teléfono ya que ella estuvo enferma toda la semana. Pero ahora que se había recuperado y por fin podían volver a verse en persona sabía que era mucho más difícil para Reese ocultarle lo que sea.

Sentada junto a él lo más cerca posible en el sofá con las piernas estiradas sobre su regazo, lo observaba tratar de ignorarla con la vista fija en la televisión.

—Porque entrarás en pánico —repitió Reese la misma respuesta que le había dado durante todo el día, esforzándose en exceso por no mirarla. La conocía demasiado bien como para saber que no solo no le gustaría que haya desafiado a un criminal en reiteradas ocasiones, también se preocuparía mucho por su seguridad. 

Al oírlo volver a negarse con la misma frase, Regina recostó su cabeza sobre el respaldo del sofá y movió el brazo de Reese con frustración. Aún con la vista fija en la televisión, él no pudo evitar sonreír enternecido, siempre le había gustado molestarla. Pero para Regina este gesto fue un indicio de que estaba un paso más cerca de conseguir su objetivo.

Deslizando una pierna por detrás de la espalda de Reese, se acercó aún más a él para abrazarlo de costado con las piernas en su cadera y los brazos al rededor de su abdomen. Intrigado, Reese la observó de reojo con una media sonrisa mientras ellas se acomodaba apoyando la barbilla en su hombro.

—No puedes saber eso —dijo Regina con una mirada suplicante. 

—Hoy entraste en pánico cuando me golpee con la puerta de un estante —replicó Reese volteando al fin a verla. —Entraste en pánico cuando Malcolm me golpeó en el labio, entraste en pánico cuando me interpuse en el camino de un auto en movimiento, entraste en pánico cuando...

—No entro en pánico —lo interrumpió Regina en un murmullo sin querer admitir que tenía razón. —Solo me preocupo mucho por ti porque te quiero —respondió inocentemente, levantando la barbilla por un momento para dejar un besito en su hombro, para luego volver a la misma posición. 

—Yo también te quiero... —respondió Reese con una sonrisa, posando una mano en su cintura. Feliz de tener su atención por fin, Regina sonrió y lo abrazó más fuerte. —...y por eso no te contaré —agregó, riendo al ver cómo Regina volvía a desesperarse escondiendo el rostro en su hombro.

—Por favor —insistió levantando la cabeza nuevamente para verlo. —Soy tu novia, tienes la obligación de contarme. 

—Nah —dijo Reese simplemente, volviendo la vista a la televisión. Tenía muy en claro que terminaría cediendo si le sostenía la mirada, pero Regina también lo sabía.

—Por favor —repitió Regina, llevando las manos hacia sus hombros para en un movimiento rápido sentarse a horcajadas sobre las piernas de Reese, obstruyéndole la visión hacia la televisión. Solo para seguir molestándola, trató de esquivar su mirada ladeando la cabeza para poder ver detrás de ella, aunque mantenía ambas manos en su cintura. Al ver que pretendía ignorarla, Regina lo empujó suavemente hacia atrás para que su espalda chocara contra el respaldo del sofá. Así, pudo aprovechar la posición para inclinarse sobre él y obligarlo a entablar contacto visual con sus rostros a centímetros uno del otro. —Te prometo que no entraré en pánico —insistió con una pequeña sonrisa al verlo tragar saliva.

❀ Shy Girl ❀ Reese WilkersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora