Sinceramente, creo que nunca me he enamorado. Lo más cerca que estuve de sentir ese sentimiento del que todo el mundo habla, fue en la secundaria. Había un chico en mi clase, el primer año de instituto, que tenía una sonrisa muy bonita, que me hacía estar pendiente de ella la mayor parte del tiempo. Él era muy amable conmigo. Me compartía siempre la mitad de su chocolatina. Comenzamos a ser más amigos el segundo año. Él sabía que me gustaban los chicos. Nunca tuve problema en que la gente supiera mi sexualidad. Aquellos que se metieron conmigo, me daban exactamente igual, no me afectaba lo que pensaran de mi.
Me confesó que yo le gustaba tanto como él me gustaba a mi, cosa que también sabía sin yo decirle, pero me dijo que no quería que las personas supieran que se sentía atraído por hombres. Yo le respeté y le dije que podríamos salir en secreto, saberlo solo él y yo. Fue muy bonito, éramos tan unidos, que por eso siento que estuve cerca de enamorarme. ¿Por qué cerca? Porque me faltaba ser feliz sin ocultarme. Duramos medio año. Los últimos dos meses, él se comportaba muy mal conmigo frente a sus amigos. La excusa que ponía siempre era:
— Lou, solo estoy disimulando para que no sospechen.
Como un idiota, me lo creí al principio, pero, con el paso de los días, me harté de sus juegos. Estaba dispuesto a enfrentarlo, hasta que me enteré de que solo me utilizó para burlarse con sus amigos. Yo me sentí muy mal cuando supe la verdad, pero no dejé que me afectara para siempre. Alrededor de un mes después, ya ni pensaba en aquel idiota, que me hizo ver lo bonito del amor, pero dentro de una vil mentira.
Hasta entonces, no he vuelto a sentir nada parecido con nadie. He salido con chicos, pero nada serio. No estoy cerrado al amor, solo que, creo que no es nada fácil de encontrar...
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Louis extendió su mano hacia ese tal Chuck, como muestra de saludo. Aquel chico, algo serio, estrechó su mano.
— Soy Charles, pero todos me dicen Chuck, encantado.
— Lo mismo digo, mucho gusto.
— Vamos con los demás, ¿no? — Chuck miró a su novio, que acababa de recibir la bebida que pagó Louis.
— Ve yendo, ahora voy. — el joven de fue. Harry dio un sorbo a su ginebra con limón y miró a Louis. — Bueno, pues me alegra haberte visto hoy.
— A mí también, Harry. Qué lo pases bien con tus amigos y, con tu novio. — lo último lo dijo algo forzado, como si le hubiera sido difícil incluirlo. Se despidió de su amigo y volvió con su grupo. Niall se acercó a él, junto a Zayn.
— ¿Y tú dónde coño estabas? — preguntó el moreno.
— Es que, me encontré con Harry. — Zayn no sabía quién era, por lo que alzó una ceja, extrañado. En cambio, a Niall se le iluminaron los ojos.
— ¿En serio? ¿Y qué pasó?
— Nah, le tiré su bebida sin querer y...fui a pedirle otra. — se encogió de hombros y observó a su mejor amigo, que seguía extrañado. Louis rio.
— Harry es un chico que conocí en el tren.
— ¿Y no me lo contaste? — se hizo el ofendido y bebió. — Me parece una falta de respeto que sea tu mejor amigo y no sepa de tus ligues.
— ¿Qué? No no no, nada de ligues, solo somos amigos. — habló rápido mientras trataba de cambiar de tema. — ¿Vamos a la zona de los sofás?
Ambos chicos se miraron y asintieron. Avisaron al resto del grupo y todos tomaron asiento en uno de los más grandes. Dejaron sus bebidas sobre la mesita y siguieron conversando. Pasaron dos horas y la fiesta continuaba. Niall y Louis se encontraban en la barra, a punto de pedir otra ronda de alcohol. Aún no estaban del todo borrachos, pero ya comenzaban a decir más tonterías de las que decían sobrios.
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~ Asiento reservado.
Fanfiction"Desde entonces, mi actividad favorita se convirtió en hacer mi viaje de todos los días, porque sabía que tú subirías conmigo en cada uno de ellos..."