~ Asiento reservado.

Capítulo 23

Antes de Chuck, ¿cómo era mi vida? La verdad es, que era bastante feliz. Tenía trabajo, amigos, una familia que me quería. No tenía maldad a mi alrededor. Realmente pensé que un novio era justo lo que me completaría una vida perfecta, o al menos, lo más feliz posible. Qué idiota fui.

Durante mi relación con él, aprovechaba al máximo cuando no estaba, para tener momentos conmigo, a solas. Me daba un baño, o salía a pasear. Solo quería escapar del caos en el que yo mismo me metí, pero, ¿cómo iba a saberlo? Literalmente, Chuck se mostró conmigo de tal forma, que me hizo sentir igual que una gasolinera en mitad de la nada cuando tu coche se queda sin gasolina; un oasis en medio del desierto; tu comida favorita cuando tienes demasiado hambre. No tenía más que una máscara que se la fue quitando con el paso de los años, mostrándome su verdadero y horrible ser.

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— No entiendo qué ha pasado.

Louis hablaba con cierto desconcierto mientras tomaba la taza de café caliente entre sus manos. Había quedado con sus amigos a comer en un restaurante cercano a su trabajo. Tanto el moreno como el rubio se miraron igual de extrañados que él. Les había contado el tremendo giro que parecía haber dado Harry hacía apenas tres días.
Niall miró a Louis y soltó un ligero suspiro, tratando de indagar en el problema.

— ¿Desde cuándo ha empezado a actuar distante?

— Desde que salió de la terapia, hace tres días. — dio un sorbo a su café y resopló. — Le escribí ayer para preguntar cómo estaba, y un maldito visto. ¿Qué he hecho?

— Lou, hermano, tal vez...la psicóloga le dijo que no era buena idea estar en una relación ahora. — confesó Zayn, algo temeroso en su voz.

El ojiazul negó y rio para sí mismo. Apartó la taza con cuidado y apoyó ambos antebrazos sobre la mesa, dando ligeros golpecitos con sus dedos sobre ella.

— Ni siquiera somos novios. — masculló — Solo lo estamos intentando, para ver cómo va la cosa. Además, no creo que su psicóloga le haya dicho eso. — hizo una pausa y, al ver que ninguno de los chicos le respondía a aquello, alzó su mirada hacia ellos. — ¿Verdad? — preguntó algo más inseguro.

— Ni caso a este. — dijo el rubio, resoplando. La frase provocó que Zayn se quejara levemente. — Tal vez solo necesite un tiempo a solas. — se encogió de hombros.

— Joder, pero podría decírmelo, ¿no? Solo me preocupa, y si no sé de él, me da miedo que pase algo. — volvió a tomar la taza, más nervioso.

— Quizás Liam esté con él, no te preocupes. — seguía hablando Niall, tratando de calmar a su amigo.

— No, de hecho, no... — dijo el moreno con la voz algo baja. Los otros dos jóvenes le miraron, esperando que diera explicaciones. — Él me ha dicho que tampoco sabe de él.

— Joder, ¿y si le ha pasado algo? Tengo que ir a verle a su casa. — Louis se levantó preocupado, pero Niall le tomó del brazo.

— Wooooow, cálmate, muchachote. — el castaño volvió a sentarse. — Harry tiene más amigos aparte de Liam, tal vez esté con ellos.

— ¿Y su mejor amigo y yo no sabemos de él? Por favor, Niall, usa tu cerebro. — se quejó Louis, algo molesto. El rubio bufó en respuesta, cruzándose de brazos. — Tengo que ir a ver si está bien. — volvió a levantarse y tomó sus cosas. — Disfruté mucho la comida, gracias chicos. — dejó el dinero que costó lo que comió y salió de allí, dejando a sus amigos rendidos ante su actitud.

El ojiazul no dudó en ir a casa de Harry. Tal vez éste podía ignorarle, pero al menos quería asegurarse de que estuviera bien. Pasó por una tienda de ropa, haciendo unos pequeños recados antes de encaminarse hasta la casa, y tomó el tren para llegar a la zona donde vivía.