Espacios Desconocidos [Libro 1 Saga EsDes]

Cap 8 - Aquí por una razón

Unos minutos después, me encontré andando por el cuarto piso del edificio Hubble, el cual, siendo el edificio más alto, se encontraba estratégicamente en medio de la base. Pronto llegué al lugar donde se realizaría la primera clase, y al atravesar el umbral de las puertas dobles abiertas, me hallé en una sala escalonada, con 3 niveles que consistían en mesas semicirculares concéntricas que en cada nivel se subdividían cada dos asientos.

La lección no había comenzado aún, y el hombre muy alto, de mediana edad que suponía era el profesor, se encontraba ordenando unos papeles en la larga mesa, al frente de la clase y delante de la pizarra.

Sin perder tiempo, caminé hacia una de las mesas vacías de la segunda fila y me senté. Entonces procedí a tomar mi cuaderno de dibujo y un lápiz, para luego dejar mi mochila en la silla vacante a mi lado.

Era un poco extraño estar de nuevo en un salón de clases, en un primer día, preguntándome quién era cada persona sentada allí, quiénes serían mis amigos y con quién tendría aventuras. Parecía un enfoque ingenuo para una situación como esta, pero quería mantener mi mente abierta. Después de todo, solo estábamos destinados a aprender, por ahora.

Solo escucha, me dije. Y luego respiré hondo. La habitación olía como una agradable amalgama de diferentes perfumes, mezclados con el aroma de muebles nuevos y libros nuevos, estos últimos cuidadosamente colocados en cada puesto de cada mesa.

Por curiosidad tomé el que tenía delante y leí la portada: "La vida en Circelus: una descripción y comparación de la vida extraterrestre"

Justo cuando estaba a punto de abrir el libro, de repente la luz frente a mí fue bloqueada ligeramente por alguien parado frente a mi escritorio.

-Hey, estás en mi asiento- la voz de una chica me llamó sin ninguna clase de amabilidad, y alcé la vista.

La muchacha era probablemente un poco más alta que yo, delgada, de rasgos asiáticos, enmarcados en cabello negro con un corte Long Bob.

-Oh, no he visto que tenían nombres- respondí sin hacerme problema.

Acto seguido, ella despegó sin esfuerzo una plaquita metálica que había estado al frente de la mesa, y la dejó con brusquedad en la superficie, exhibiendo su nombre.

Que amable, pensé, y sin inmutarme tomé mi mochila y me puse de pie.

-Que gusto conocerte, Tess- dije con sarcasmo.

Al darme media vuelta, de manera sorpresiva una bola de papel chocó contra mi pecho.

Wow, menos de 5 minutos y ya se parece a mis viejos días de escuela. Arqueé las cejas, algo decepcionada y al levantar mi vista me di cuenta quien había sido el culpable.

Jin, la chica que había conocido antes de las pruebas médicas, me saludó desde la mesa de la primera fila, literalmente delante de aquella de la que me acababa de levantar.