Cap 16 - Una jaula invisible (sigue siendo una jaula)

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Surcando las nubes esponjosas volvimos a Missing con las primeras luces del amanecer y entramos a la casa número 2 con el sol de la mañana

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Surcando las nubes esponjosas volvimos a Missing con las primeras luces del amanecer y entramos a la casa número 2 con el sol de la mañana.

Las pertenencias de Jasper estaban ordenadamente acomodadas en el hall de entrada, donde ahora también estaba estacionada su bicicleta, junto a la mía.

-Así que... 4 meses...- dijo el circeliano en voz baja y luego agregó – creí que viviríamos todos juntos en alguna clase de gran casa, como los hoteles humanos.

-Hmm... tal vez debió haber sido así. Pero bueno, al menos tenemos una cocina completamente para nosotros.

- ¿Y tenemos algo para poner música? - preguntó Jasper.

-Sí, hay un equipo en la sala de estar y uno en mi cuarto.

-Oh- dijo Jasper pensativo- ¿qué hay del mío?

Larga historia, chico.

-Ven- Lo insté a seguirme, y ya en el segundo piso caminé hacia el cuarto que debería ser de él si...

- ¿Dónde...dónde están los muebles? - Jasper preguntó confundido, cuando abrí la puerta, del cuarto inconcluso que aún seguía igual.

-Se suponía que arreglarían este lugar para ti, pero nunca lo hicieron - expliqué – así que por ahora tendrás que dormir en mi habitación.

- ¿Estás segura?

Asentí, mientras caminábamos los pasos que nos separaban de mi cuarto, y al entrar, fui hacia mi cama y me senté. Tal vez no lo diría en voz alta aun, pero si las habitaciones inconclusas se repetían en las otras casas, entonces claramente había una intención de por medio.

-Supongo que ahora somos compañeros de cuarto – dije, apuntando con mi vista hacia la otra cama.

Jasper fue hacia esta y también se sentó, quedando ambos en lados opuestos de la habitación.

- ¿Y ahora qué?

●●●

Luego de aquellos dos días bastante ajetreados, tomar una merecida siesta fue lo primero que tanto yo como Jasper hicimos, y así unas horas más tarde me desperté mucho más descansada.

No podía negarlo, los últimos dos días habían sido idílicos si omitía el detalle de la especie de boda planetaria a la que había sido sujeta. Pero ahora venía lo que me había traído realmente a este lugar.

Me senté sin prisa en la cama, apoyé mi espalda contra la pared y observé a Jasper, durmiendo apacible con los rayos de sol de la tarde acariciando su piel suave.

Ante mí se abrían dos caminos, y una elección clara.

Después de darle muchas vueltas en el vuelo de retorno, llegué a la conclusión de que, si pretendía llegar al archivo 1821 para esclarecer las circunstancias del accidente, debía dejar a Jasper al margen. O al menos mantener la amistad que teníamos como solo eso, a pesar de que me hubiese gustado que las cosas fueran distintas.

Espacios Desconocidos [Libro 1 Saga EsDes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora