Cap 30 - Si no hay puerta usa las ventanas

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Al caminar de vuelta, para poder llegar al punto de encuentro, de improviso, oímos una radio, probablemente del hombre al que acababa de

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Al caminar de vuelta, para poder llegar al punto de encuentro, de improviso, oímos una radio, probablemente del hombre al que acababa de....

Ahora no es el momento de pensar en ello. Me obligué a centrar mi atención en lo que estaba sucediendo fuera de mi mente.

"Repito. Los blancos no están en el gran salón, y el equipo delta oyó disparos en el ala Este ¿alguien tiene confirmación visual?"

Con una idea formándose agarré la radio y la pasé a Jasper.

– Tenemos que distraerlos – dije y él asintió.

– Vayan al quinto piso y usen las escaleras de emergencia, se dirigen a la azotea.

"Copiado, todas las unidades al quinto piso" respondieron.

– Deben venir bajando – dije.

Jasper tomó una bomba de humo de los bolsillos del hombre y la puso en mi mano. Luego tomó su arma y se preparó.

Volvimos hacia las escaleras principales y bajamos con prisa, para encontrarnos cara a cara con Tess y Denu enfrentándose a dos tipos mientras los demás bajaban por las escaleras.

Jasper le disparó al hombre que sujetaba a Denu, al tiempo que Tess fue golpeada y por poco logré darle al tipo que la iba a matar.

Acto seguido ellos observaron hacia arriba y nos vieron.

– ¡Heeey! – llamó Denu – ¡llegan tarde!

– ¡Mejor tarde que nunca! – dijo Jasper.

Mientras bajábamos una bala pasó silbando cerca de nosotros y entonces echamos a correr antes de que Denu destruyera con su telequinesis las luces del pasillo.

A continuación, agarré a una mareada Tess del torso y bajamos a toda prisa hacia el subterráneo, donde apenas a unos metros de llegar a la puerta subterránea abierta, vimos a los demás.

– ¿Dónde está Jin y Lexa?

De pronto, apareció una van plateada de las que nos habían traído hasta el edificio, y Jin detuvo en seco el vehículo, al mismo tiempo que Lexa abrió la puerta deslizante de atrás.

– ¿Qué esperan? ¡Suban ya!

Una vez que todo estuvimos dentro, Jin aceleró, pero tras recorrer la distancia hasta la salida del estacionamiento subterráneo del hotel, vimos de lejos un gran obstáculo, que no había tiempo de intervenir.

– Oh no. Las compuertas están cerradas! – dijo Denu.

– Esas cosas son como de bunker, vamos a morir si intentamos simplemente embestirla – dijo Jin.

Qué hacer, qué hacer.

Con las posibilidades de escapar de allí disminuyendo con cada segundo que pasaba, me concentré en medio del caos, pensando que podíamos hacer. Hasta que recordé algo.

Espacios Desconocidos [Libro 1 Saga EsDes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora