Espacios Desconocidos [Libro 1 Saga EsDes]

Cap 32 - No todos los humanos son humanos

SAM

"Nuevo mensaje de: BeautifulTruth99"

La notificación de mi celular me sacó del sueño y me sobresalté.

Había estado esperando una respuesta de BeautifulTruth99 desde hace una semana, pero por alguna razón había desaparecido, hasta ahora.

Rápidamente desbloqueé mi celular para ver que decía.

"Huye tan pronto como puedas, y quema todo, alguien está observando"

Segundos después oí el sonido de motores lejanos.

Mierda.

Comencé a borrar la computadora y los discos que tenía, mientras me vestía tan rápido como pude.

Luego, corrí por la casa hacia la cocina y saqué una lata de combustible, unas botellas de licores, cinta adhesiva, un encendedor y un cuchillo. Con apremio corté un trozo de paño de platos, y tras mojarlo con combustible, lo metí en una de las botellas de licor y las amarré todas juntas con la cinta adhesiva.

Derramé una laguna de combustible alrededor, y luego creé un camino largo, que al encenderlo me daría apenas el tiempo necesario.

Acto seguido, tomé una chaqueta, mi celular seguro y antes de abrir la puerta trasera encendí el combustible, y luego eché a correr hacia los árboles.

Asteria me había advertido que esto podría suceder, pero no creí que fuera a pasar tan pronto.

Casi sin aliento corrí hasta alejarme lo suficiente, y entonces oí la explosión, y los consiguientes alaridos de quien fuera que me estaba buscando, llamándose los unos a los otros para encontrarme.

Seguí moviéndome, esta vez más lento, tratando de no hacer demasiado ruido hasta que me di media vuelta.

— ¿Ibas a algún lado?

Una chica rubia, me observó con malvada diversión, y me detuve en seco.

— Briar. ¿Dónde está Asteria?

— Ella se fue.

— ¿Qué? ¿A dónde? ¿Dónde está el resto del grupo?

— También se han ido.

— ¿Qué dices? ¿Qué ha pasado con la Alianza?

— Me temo que la Alianza ya no existe — dijo Briar poniendo una mano en mi hombro. Y antes de que pudiese correr, sentí un pinchazo en el cuello, tras el cual el mundo perdió su eje y comencé a ver borroso.

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ASTERIA

Si bien los 6 guardias de la Embajadora Evinet estaban armados, y entre todos los Representantes que quedaban sabíamos que eventualmente seríamos un blanco seguro, nadie contaba con que, al llegar de vuelta a la base, estaríamos automáticamente frente a una emboscada. Y así, en apenas lo que le tomó abrirse completamente a la compuerta trasera de la nave, nos encontramos en fuego cruzado entre los agentes de Dunn y los guardias de Evinet, que nos protegieron. Ellos tenían unas especies de brazaletes que abarcaban todo el antebrazo y generaban un escudo de energía, y armas que parecían lanzar municiones hechas de plasma.