Espacios Desconocidos [Libro 1 Saga EsDes]

Cap 27 - Una verdad que duele

Con sigilo, los cuatro volvimos a la villa de la Alianza antes de que se activaran de nuevo las luminarias normales y las cámaras. Y en la entrada de la casa número 1 nos detuvimos.

– Veré si Briar está bien – dijo Denu a modo de despedida.

– No le digas nada – replicó Jasper – Tú tampoco Jin, no le digas nada a Kyle aún.

– Está bien – respondió la chica.

– Jin, Denu – dije sus nombres para despedirme, sin embargo, a medio camino tuve otra idea – Si ven que los están buscando otra vez, no vayan al Planetario, vengan a nuestra casa, con Briar y Kyle.

– Gracias, lo tendré en cuenta – respondió el chico – . Pero aun así, no creo que vayan a hacer algo con todos los sistemas funcionando.

– Se estarían arriesgando demasiado – agregó Jin.

– Al menos tenemos hasta pasado mañana, hasta que intenten algo otra vez – dijo Jasper.

Yo solo asentí, ensombrecida con lo que habíamos presenciado y las infinitas preguntas que rondaban mi cabeza, sobre las carpetas que ahora tenía bajo mi brazo.

– En serio, ¿estás bien? – me preguntó Jin.

– Eso creo – respondí, y luego tanto a ella como a Denu: – Traten de descansar, y mañana a las 9 nos veremos aquí en la casa 2.

– ¿Tienes un plan? – preguntó Denu.

– Tengo una idea que podría funcionar.

– Okay, entonces mañana nos vemos – dijo Jin, y luego de pasar su mano por mi brazo, caminó hacia su casa.

Jasper y yo también entramos a la nuestra, y apenas segundos después de que él cerrara la puerta y el seguro (que impedía que se abriese incluso con los identificadores implantados), la energía volvió.

Me quité las zapatillas, y luego me quedé de pie en el hall mientras las luces se encendían.

– "La prueba del sistema de emergencia ha terminado. En dos días más se realizará otra prueba, por lo que ya se ha añadido a su calendario" – la voz de la asistente virtual resonó por la casa.

Entonces miré las carpetas que tenía en mis manos, tomándole el peso a lo que estaba a punto de averiguar.

– Asteria – oí a Jasper, pero antes de que se acercara a mí, subí a mi cuarto y cerré la puerta con seguro.

Oí sus pasos seguirme sin prisa, y luego su voz amortiguada por la puerta: – Si necesitas algo o quieres hablar, ya sabes donde encontrarme.

Cuando estuve segura de que Jasper se había ido a otro lugar de la casa, dejé las dos carpetas sobre el suelo y las observé. Ambas tapas tenían un gran logo de "CONFIDENCIAL" sobre la tapa.