La Bulé, 2022-2023.

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Con esto ponemos punto y seguido para algunos, punto final para otros, a los que han sido nueve meses de puro teatro en los que la energía del zas/boing  ha parido a término un elenco unido y entrelazado. Así como una familia. Porque fuimos, somos

Y en este preciso instante a mí solo se me ocurre recoger los cachitos que me dejo, y hacer de ellos un nudo de agradecimiento tras otro.

Hoy me comparo con aquel Isaac del primer día y siento que me he dejado transformar por completo. 

Como dice Israel Barranco:

"Ni rastro queda de aquel que entró en el lugar sagrado. 

 Imagino una cueva, 

 un desierto, 

 una montaña, 

 un cielo infinito repleto de luces blancas.

 ... 

Tiene lugar el gran inicio

...

Aquí ha muerto lo mediocre

 no hay hombres grises que persigan la dicha.

 Se ha despojado la criatura de los ropajes del invierno

y baila

y canta

y dice poemas


ahora que ha nacido

como encendedor de hogueras" 

En este momento, me encuentro sumergido en una ráfaga de instantáneas de nuestras clases. Habitando arquetipos que no me pertenecen, difuminándome en los contornos de historias que no son las mías. En definitiva, inmerso en fragmentos de textos, pretextos e ideas fugaces que florecen en el jardín de mi memoria.

Gracias, profesores, por enseñarnos que el teatro nos obliga a detenernos y contemplar profundo. A analizar la vida desde mil perspectivas. A tallar en nuestros ojos un caleidoscopio de prismas diversos para desentrañar sus misterios. Porque el teatro va de esos misterios.

Va de examinar los espejos en los que nos ocultamos. De explorar los abismos de las almas que son reflejo de nuestra propia existencia. 

De surcar espacios nuevos sin prestar ojos al camino. De anclarnos a sus dogmas en los momentos de vacío. 

Gracias a vosotros, profes, por tutelarnos durante el camino. Por la entrega. Pasión. Talento

Por transitarnos en nuestros vacíos y abrazarnos en lo desconocido. Por refrescarnos siempre que: actuar no tiene nada que ver con actuar.

Por entregarnos generosos todas esas herramientas, técnicas, y ejercicios con las que esbozar un diálogo interno, un sentido, una dirección o la resolución de un conflicto de personaje. Accionar, en definitiva, una vida entera

Por ello y tantas cosas más. Por los compis que terminaron siendo familia traspasando la ficción.

Para terminar: gracias por facilitarnos todos los instrumentos necesarios para edificar una relación sólida y auténtica con nosotros mismos. Y en esa búsqueda constante, toparnos con las del resto. 

Gracias por ser, y haber sido conmigo estos nueve meses. Ha sido un gustazo






Pensamientos a luz de aurora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora