Literatura

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Lo intento mas me cuesta; no puedo, estoy incapacitado, me resulta imposible unir frases, añadir verbos o simplemente sumar alguna que otra metáfora o hipérbole a la ecuación. La literatura juega, y jugando me reta. Ella, me provoca y al final, como suele, me lastima.
Me hace sangrar verbos condicionales, singulares, plurales, de todos los tipos. Personaliza mis miedos y como literatura que es, inventa mundos en los cuales, solo; vivo con tormento, con el sufrimiento de no poder dominarla, de no poder usar las palabras a mi voluntad, y por esto, por mi incapacidad, me reprendo, castigo a mis brazos y manos mientras ellos de nuevo sangran, liberando oscuros y feos adjetivos.

Cuando finalmente alzo mis ojos buscando libros en el techo esperando que estos como lámparas me iluminen, solo encuentro oscuridad, y esta, lamentablemente avanza hacia mí, me pongo débil, mi corazón cada vez late mas despacio, él se retira de la función. El teatro de mi cuerpo se empieza a vaciar y mi cuerpo pálido descansa sobre las butacas donde una vez senté a cientos.

¿Literatura qué me pasa? Mi cuerpo junto con ella muere, mas muero con auxilio, la agarro de la mano, me mira, la miro, sollozo, respiro y le digo: "No quiero morir..."
Ella con labios curvados y cierta cara de paz, me dice: "Isaac, esto debió pasar, lo de antes ya no importa, ahora podemos estar juntos, úsame, crea mundos alternativos ¡conjuga! Isaac ¡conjuga! Varias veces recurriste a mí para crear vida, para crear personajes, crea otros, créanos en otros mundos en los cuales seamos inmortales; sencilla y finalmente en los cuales donde tu me controlas y yo te cedo poder sobre mí, ¡Isaac, crea, piensa y sobre todo, rápido: escribe!

Pensamientos a luz de aurora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora