Cataluña x Arequipa

824 52 3
                                    

Hola mi nombre es Cataluña tengo 19 años de edad y soy hijo de España, bueno yo me encontraba en casa de mi padre revisando unos documentos, la verdad es que ya me dolían los ojos de tanto leer y la mano de tanto firmar pero trabajo es trabajo, es mejor terminar antes de que mi padre me ensarte la espada como en las corridas de toros.

Esa tarde, para mi sorpresa, escuche la voz de España quien saludaba de manera efusiva a un recién llegado, cuando salí de la oficina para saber de quien se trataba, grande fue mi sorpresa al ver a Perú, una de las colonias de mi abuelo el imperio Español y ahora fue adoptado por mi padre cuando mi abuelo murió.

Salude con una sonrisa después de todo Perú me agrada mucho, pero grande fue mi sorpresa de ver a un joven que se encontraba detrás de el, le quede mirando por unos segundo y fue Perú quien nos presento.

Cataluña el es Arequipa es uno de mis hijos que quiso acompañarme a ver a su viejo abuelo - aquello ultimo lo dice mirando a mi padre quien se cruza de brazos ofendido - espero que se puedan hacer amigos

Buenas tardes - dice serio el chico, al cual cálculos unos 16 o 17 años de edad, ojos marrones y grandes, un chico a mi parecer tierno.

Que tal chaval... un gusto el conocerte - me acerco a el y besos sus mejillas sorprendiendo al mas joven quien no estaba acostumbrado segundo a este tipo de costumbre.

Cataluña, puedes cuidar de de Arequipa mientras Perú y yo hablamos de algunos temas con referente a cierto novio ruso que tiene problemas con uno de sus hermanos - el español se cruza de brazos y mira al joven bicolor de reojo haciendo que este se alce de hombros y rasa que su nuca algo nervioso - te dije que ese novio tuyo causaría problemas

Nuestros padres se fueron a platicar y yo me quede con Arequipa, platicamos de algunas cosas hasta que un sonido de mi estomago nos interrumpió y eso hizo reír al joven, y debo de admitir que esa risa era sumamente adorable y cautivadora, nos dirigimos a la cocina y el se ofreció a prepararme algo llamado rocoto relleno, yo no sabia que era por lo que solo lo deje trabajo y debo de admitir que se movía en la cocina con elegancia y habilidad como muchas veces lo vi a su padre cuando se quedaba unos días en el castillo.

Decidimos salir al jardín interno del castillo cerca a una pileta y es ahí donde cominos el famoso platillo arequipeño y debo decir que estaba delicioso, tenia un ligero picor pero era muy agradable y felizmente el me comento que normalmente su preparación era picante pero yo no soy de comer mucho picante por lo que el mio si lo hizo bajo de ají.

Cenamos con tranquilidad para luego jugar un rato, no recuerdo como llegamos a hacernos cosquillas mutuamente pero no me percate de que el era sumamente cosquilloso y lastimosamente ambos no caímos en la fuentes y justo se activa las piletas bañándonos por completo, lejos de disgustarnos aquel evento nos comenzamos a reír a carcajadas, después de unos segundos me incorpora y lo ayude a salir de aquella fuente con mucho cuidado para que no se resbale y vuelva a caer.

Nos dirigimos a mi recamara y saque el armario ropa limpia y seca tanto para él como para mi, luego ingrese al baño para poder colocar algo de tibia en la tina, después de todo si seguíamos así me empapados nos podemos enfermar, una vez lista la tina la cual era lo suficientemente grande para los dos, me quite la prendas e ingresa dejando escapar un suspiro al sentir el agua caliento sobre mi piel, la verdad es una sensación maravillosa, gire mi mi cabeza para ver al chaval el cual me miraba sorprendido y con un ligero rubor en las mejillas.

Te vas a quedar ahí... entra de una vez - le dije haciendo que el menor baje la mirada y lentamente se va quitando la ropa, inicio quitándose la palero, las zapatillas y el pantalón junto con los bóxer - quieres que te cargue para que puedas entrar - aquello lo dije entre risas, pero la verdad es que me quede asombrado al ver el cuerpo de Arequipa sin ropa, su cuerpo es delgado pero firme y un culo respingado redondeado, que daban ganas de azotar y apretar.

Libro De Pedidos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora