Prólogo.
Miles de años atrás...
En el Olimpo.
Durante una larga lucha, Zeus estaba cansado de que los humanos se matarán entre sí, las plegarias eran más de la que pensaba, de hombres, mujeres y niños todos pidiendo que terminarás la guerras que estaba causando conflicto contra de ellos,por una parte era por causa de unos de sus hijos..Ares,que con su instinto destrucción arrasaba con todo a su paso. Estaba agotado de tratar de impedir que ese muchacho siguiera con lo suyo. Así que tendría que buscar una manera.
Pero sobre todo proteger a los humanos, aún ser un dios no le daba derecho de meterse en los asuntos terrestres,pero estaba cansado de tantas plegarias y guerras. Necesitaba un respiro.
-mi señor, las guerras cada vez son más intensas..
-Lo se.
-ay intentar detenerlas..
-lo se..
-las almas de los humanos cada día llegan más al tartaro..
-¡Dije que ya lo see!!! - gritó con voz alta y los rayos descendieron de los cielos con tal fuerza ante su furia.
El hombrecillo elfo,se quedó callado.
-estoy consciente de todo lo que está pasando no tienes que repetirlo. - gruño molesto, su gran cuerpo de recargo en su trono. Comenzó a exhalar profundamente. -ve sigue vigilando, tráeme nuevas noticias.
-si mi señor. - el elfo hizo una inclinación y se marchó rápidamente.
-todo lo que está ocurriendo, es por tu culpa. Si prestarás más atención a tu obligaciones,no estarías en esa posición.
Zeus miró a Hera que se aproximaba a su trono, alta, rubia y hermosa como siempre la caracterizaba. El Dios no contestó, solo se limitó a mirar hacia los jardines de afuera del palacio.
-No estoy para tus regaños Hera.
Hera subió a los escalones que daban al trono y se detuvo cuando llegó hasta él.
-No te estoy regañando, solo que me molesta verte tan estresado. Debes relajarte.
-¿Y tú eres mi relajación?
Hera sonrió, subió a su regazo sentandose sobre él. Tomo las manos de Zeus y las paso por cada curva de su cuerpo.
-sabes que siempre estoy para ti…
Zeus le dió una mirada lujuriosa , rápidamente la sostuvo de su cintura y la levantó, apartando su vestido a un lado y la gio hasta su miembro clavándose en ella.
Hera gimió, su cintura comenzó a balancearse lentamente sobre él. El Dios Zeus echó su cabeza hacia atrás mientras veía a su diosa a los ojos.
-siempre estás para complácerme..
-mi deber es hacerlo. - ella se inclinó tomando su boca con tanta impetu.
Zeus empujó sus caderas más hacia ella, provocando más gemidos en su diosa. Levantó su mano para poder aparta las mangas del vestido liberando sus grandes pechos, se los llevo a su boca.
Los gemidos de Hera hacían eco en el salón y los movimientos pélvicos eran más rápidos y duros.
-así, mi dios…
Zeus perdió el control, los rayos resonaban en el cielo y sus ojos casi resplandecían. Apretó las caderas de Hera con fuerza mientras cuerpo expulsaba su semilla en el interior de la diosa y ella se aferraba a sus hombros clavando sus uñas. El orgasmo era tan placentero que su frente se apoyaba entre los pechos de la diosa. Recuperando el aliento.
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Destino. (libro 13 ) Saga ,Los Medallones Kidemona.
Любовные романыHan pasado cinco años desde que Isabel se marchó de su hogar para realizar sus sueños, pero nunca pensó que su vida diera giro inesperado cuando el hombre que amo en su juventud se encuentra con él , llenando dudas y confusiones sobre sus sentimient...