capitulo 25

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                          Capitulo 25

Inframundo.

Isabel abrió sus ojos, enfocó su vista al lugar donde se encuentra.  Una habitación lúgubre y fría, acostada en una cama de algodón con sábanas negras y la decoración no era de su agrado. 

Se sentó sobre la cama,la cabeza le dolía como si hubiera sido golpeada con un bat. 

-despertaste mi amada Hembra…

Los ojos de Isabel enfocaron al tipo que estaba sentado en un sofá grande de cuero que ocupaba  toda la habitación. La miraba con tanto deseo. 

-¿en dónde estoy? 

-en mi hogar. 

-y eso es…

-en el inframundo.

Isabel abrió los ojos con sorpresa. No pensó que ese demonio la trajera a ese lugar tan rápido. 

Lekan la estaba observando. 

-Vaya, así que decidiste traerme aquí. - dijo ella. 

-si,tenía que hacerlo. Mi hembra tenía que estar en su hogar. - se puso de pie y se acercó a la cama. Isabel no se movió. Para ser sincera Lekan no era para nada feo - ¿te gusta? 

-Es frío, y diferente. - contestó ella - pero no creo que esto sea solo la casa. 

-es una de las habitaciones del castillo. Pero si quieres conocerlas te llevo. - le estendio su mano. 

La puerta se abrió de golpe mostrando un pequeño demonio rojo con ropa de sirviente, casi tira lo que trae en sus manos. 

-Mi amo..

-qué te dicho de entrar de esa manera. - gruño Lekan mirando sobre su hombro. 

-lo siento mi amo..- tembló el sirviente. - aquí está lo que me pidió. 

-déjalo en la mesa y lárgate. 

-si..

El pequeño salió corriendo a toda prisa. 

-debes comer. - Lekan se acercó a mesa y tomó el tazón en sus manos. Y se lo entrega. 

Isabel vio el contenido, era algo rojo con trozos de carne, se veía asqueroso. 

-No,gracias no tengo hambre. 

-Tienes que comerlo, si no podrás soportar este lugar. 

-puedo soportar cualquier cosa, pero no voy a comer eso. - dijo firme. 

Lekan la observó con atención, con su grande mano tocó sus mejillas apretando para abriera la boca, le puso el tazón en los labios. 

-aquí no estás en tu mundo humana ,comes o te mueres. 

Isabel trataba de no tragar el líquido, pero  Lekan no dejó que se moviera ,contenido cayó por su boca y garganta. La quemó . Sin pensarlo pateó a Lekan sobre el abdomen con fuerza lanzándolo contra la puerta. Ella rápidamente escupió  el líquido de su boca inclinándose al suelo. Ella lo miró furiosa. 

-¡vuelve hacer eso otra vez y te arrancaré los cuernos.! 

Lekan se rió complacido por la ferocidad de esa hembra, era perfecta para procrear a sus hijos. Se puso de pie divertido por su enojo, también le excito al ver resto de sangre en sus labios. 

-Mi hembra, no te alteres solo quería darte comer. 

-pero no se da a la fuerza. Además yo no como eso. - dijo ella aqueada por el sabor, su boca savia metal. - ¿que me diste? 

Destino. (libro 13 ) Saga ,Los Medallones Kidemona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora