Nostra fotocamera {ChanLix}

[_01_]

Por fin llegué a la empresa, después de que los paparazzis no dejaran de acosarme. Odiaba que la gente me tratara como si fuera un simple pedazo de carne.
Dejé mi blazer y mis gafas de sol en mi casillero, y lo volví a cerrar con la llave.
Me dirigí hacia la sala de reuniones, dado que el gerente Hwang había notificado por mensaje que había una convocatoria para algo importante, algo que desde luego no me interesaba para nada. Seguramente sería para notificar que nuestra fama aumentaba, o cualquiera de esas mierdas que no me importaban. Iba inmerso en mis pensamientos cuando choqué con alguien, alguien que llevaba un café ardiente en la mano, el cual acabó sobre el jersey que llevaba ese día.

- ¡Joder! Ten más cuidado novato, ¿Quieres? - respondí sobresaltado -.

- L-Lo siento... - respondió una voz que ya conocía -.

Levanté la vista de mi jersey para encontrarme con los ojos de cachorro de Seungmin, un novato gay que acababa de llegar como secretario del gerente Hwang, y que desde luego era más que un novato y muy torpe.

- Bueno, que no vuelva a pasar, ten cuidado con hacia donde miras para que no te vuelva a pasar esto - chasqueé la lengua y volví a dirigir mi mirada al jersey que llevaba puesto, el cual tenía una gran mancha de café que se iba extendiendo lentamente -.

- S-Si, déjeme que lo ayude, señor Bang - se ofreció -.

- ¡No! - dije, y carraspeé - no hace falta Kim, vete a por otro café para el gerente, yo me encargaré de cambiarme -.

No lo dejé responder, pues me fui rápidamente del lugar antes de que pudiera emitir cualquier sonido asemejado a una respuesta.
Casi corrí por los pasillos hasta llegar al baño, donde me saqué el jersey, dejando mi musculoso torso desnudo. Medité como podría lavarlo, ya que no tenía nada para hacerlo, y no acostumbraba a lavar mi ropa, por lo que no recordaba muy bien como hacerlo. En ese momento entró una de las empleadas de limpieza, y se quedó sorprendida al verme con el torso descubierto. Carraspeó y empezó a barrer el suelo, con la intención de ponerse a limpiar el baño.

- Oye - se puso tensa - ¿Podrías lavarme este jersey? - se lo tendí - es importante que esté limpio antes de que abandone la estancia hoy -.

- E-Está bien señor Bang, no se preocupe que yo lo dejaré en su casillero cuando esté limpio - sonrió -.

- Está bien - aclaré - pero dese prisa, porque tengo mucha ansia por salir de aquí después de la reunión -.

- Si, señor - se fue con mi jersey -.

Salí del baño con el torso descubierto, atrapando las miradas de más de uno, tanto mujeres como hombres. Caminé con tranquilidad hasta mi despacho, donde me esperaba Minho, mi secretario. Al verme, escupió el té que se estaba tomando.

- ¿Qué haces así? - interrogó -.

- El secretario imbécil del gerente Hwang me echó el café encima y no tenía nada para ponerme -.

- Joder - se quejó - bueno, date prisa que la reunión está a punto de empezar - agarró mi brazo y salimos a toda prisa hacia la sala de reuniones -.

Odiaba que nos convocaran los sábados, esos días siempre me los tomaba para mí, para descansar y perfeccionar todo mi cuerpo, aunque no podía ser más perfecto.
Al llegar, todos se me quedaron mirando como si fuera un pedazo de carne. Odiaba que hicieran eso.

- ¿De verdad, Chan? - dijo el gerente Hwang -.

- No había tiempo para una solución mejor - aclaró Minho -, empecemos la reunión cuanto antes -.

- Bueno, buenos días a todos, siento haber hecho una convocación hoy, el día de todos para descansar, pero era algo urgente - aclaró el gerente -.

- Vaya al grano - le ordenó Seo Changbin, el "jefe" de mi zona de modelaje, el que se encargaba de todo lo que tenía que ver conmigo dentro de esta empresa -.

- Como todos sabéis, este equipo estaba sin ningún cámara con experiencia profesional, entonces me he encargado personalmente de conseguir a uno, asi que, damas y caballeros, démosle la bienvenida a Lee Felix, nuestro nuevo cámara - el gerente se puso en pie y empezó a aplaudir, siendo seguido por todos los demás, todos menos yo -.

Se abrió la puerta y me quedé helado. Era un chico de estatura media, tenía el cabello rubio y un poco largo, y su piel era pálida, aunque un poco más morena de lo que debería estando en Corea, por la falta de sol. Llevaba una gorra negra, una sudadera gris de Nike y unos vaqueros rotos por la zona de las rodillas, y unas converse all stars blancas. Todos se levantaron, uno a uno, para saludarlo, ya fuera con un apretón de manos, un abrazo, dos besos o un simple "hola, bienvenido". Pero yo no, yo me quedé ahí, paralizado. No era capaz de moverme, no sé qué me pasaba, pero no podía reaccionar. Su sonrisa y su amable manera de tratar a los demás me parecían hipnotizantes.

- ¡Chan! - exclamó Minho, llamando solo mi atención, el resto estaba inmerso en el nuevo cámara -.

- Perdón - me levanté de la silla - me había quedado pensando en una cosa que tengo que hacer cuando vuelva a casa - traté de excusarme -.

- Si, claro - rodó los ojos -.

El chico ya estaba cerca, mucho más cerca de lo que pensaba.
No sabía que me estaba pasando, nunca me había sentido así, y mucho menos por un chico. Nunca había dudado de mi sexualidad, me encantaban las curvas femeninas y además no me gustaba el compromiso, no quería saber nada de estar atado a una persona. Pero con él era diferente.
Ya estaba frente a mí.

- Un gusto, soy Lee Felix - sonrió -.

- B-Bang Chan - vacilé - es un gusto tenerte en nuestro equipo - le tendí la mano tratando de proponerle un simple apretón -.

- El gusto es mío señor Bang - agarró mi mano y sentí que volaba a otro mundo - espero nos llevemos bien - me soltó y siguió saludando gente -.

Me quedé ahí, congelado. No sabía que hacer, que decir, como actuar. Ni siquiera había bajado la mano cuando el apretón de manos ya había terminado.

- Chan, te gusta el cámara - dijo Minho -.

- No - me convencí - simplemente me cuesta actuar amable con las personas - volví a tratar de excusarme -.

- No lo intentes, es el novio del gerente Hwang - se fue -.

Entonces se me vino el mundo encima. ¿El cámara? ¿Con Hwang Hyunjin? Esto debía ser una broma. No podía dejar que ese hijo de puta se quedara una vez más con lo que quería, no podría ganarme siempre. Tenía que hacer algo para separarlos, lo que fuera.