Nostra fotocamera {ChanLix}

[_Epílogo_]

- ¡Lix, ten cuidado! - exclamé cuando me empapó la espalda -.

- ¡Deja esa aburrida barbacoa y ven a meterte conmigo en la piscina! - exclamó mientras seguía salpicando mi espalda -.

Me reí ante la imagen infantil de mi esposo, que solo podía salpicarme y suplicar por que fuera con él.

- ¡Para ya, me estás apagando el fuego! - me reí -.

- ¡Yo te prendo más que esa barbacoa, ven aquí o te voy a arruinar en serio la barbacoa! - lo miré sorprendido -.

Me reí ante el comentario de mi esposo, por lo que apagué el fuego, dejé mis zapatillas al borde de la piscina y me lancé de cabeza, nadando en el agua fría hacia mi esposo, quién se aterró cuando vió que me acercaba a gran velocidad, lo que garantizaba que no iba a pasar nada bonito. Llegué tras él y salí del agua, atrapándolo entre mis brazos, echando mi cabello hacia atrás.

- Te tengo pequeño - susurré en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja -.

- Noo - dijo Felix entre risas - ¿Que castigo me espera, señor Bang? -.

- Un muy malo por portarte como un niño pequeño - volteé su cuerpo, quedando cara a cara, frotando mi polla con la suya, jadeando ambos -.

Le quité el bañador, dejándolo desnudo en la piscina, y saqué mi gran polla erecta (por su culpa, como siempre) del bañador, rozando nuestras puntas, gimiendo.

- Esto es muy tortuoso - gimió Felix, sonriendo -.

- No te gustará nada lo que voy a hacer ahora - me reí en su oído -.

Junté sus piernas, y metí mi polla entre ellas, follándolas. Felix gemía, al igual que yo, pero estaba seguro que prefería que le follara el culo. Le follé las piernas un poquito más, hasta que sentí que ya era suficiente. Ni siquiera me corrí para él, saqué mi polla de entre sus piernas y me puse el bañador mientras salía de la piscina.

- ¡Chan, maldito! - exclamó mientras se ponía el bañador -.

Me reí, a veces era como un niño pequeño, y me gustaba mucho su compañía.

- ¡Cómo no vengas y me folles de verdad...! - Felix fue interrumpido -.

- ¿A que viene todo este jaleo? - dijo Minho, llegando con solo su bañador, y Jisung detrás -.

- Tu mejor amigo, que no es capaz de follarme como un hombre - dijo Felix irritado -.

- Mejor no folleis en la piscina, no quiero vuestros líquidos asquerosos - dijo Jisung con una carcajada que Minho le siguió -.

Negué con la cabeza mientras sonreía. Me costaba creer que hubiéramos acabado así.

☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️

Ya habían pasado cinco años desde que Felix y yo habíamos empezado a salir. Había decidido ese día pedirle que fuera mi esposo, por lo que preparé una de mis famosas citas, citas que a Felix le encantaban. Preparé la bañera con una bomba de baño, y algunos pétalos de rosas y orquídeas. También puse una botella de Ron Blanco y dos copas, y algunas porciones de comida que a Felix le encantaban. Finalmente me deshice de toda mi ropa y me sumergí en el agua, esperando a Felix.

- ¿Channie? - llamó desde las escaleras - ¿Donde te has metido? -.

- ¡Estoy en el baño, Lix! ¿¡Puedes venir un momento, necesito ayuda!? - me reí en silencio -.

- ¡Cómo sea para hacerte una paja y tenga que volver a fregar el suelo lleno de pelos tuyos te vas a enterar! - dijo mientras su voz se escuchaba más cerca -.

Cuando finalmente llegó, se quedó en shock, por lo que me reí de él. Salió del shock gracias a mi risa, y llegó casi corriendo, se quitó la ropa y se sumergió en el agua, obviamente sentado sobre mi, su adicción desde que salimos. Estuvimos ahí hablando, comiendo y bebiendo bastante tiempo, y aproveché que Felix seguía sobrio para hacerle la pregunta.

- Lix - llamé, y él me miró - tú sabes que yo te quiero mucho, ¿Verdad? - asintió - bueno, pues entonces quería proponerte algo -.

- Me estás asustando Channie, espero que no sea tener una relación abierta ni nada - soltó una carcajada que acompañé -.

No no - me reí - verás - le di la vuelta para que me mirara a la cara - verás, cómo sabes, te he querido desde hace bastante tiempo, y hoy precisamente se hace cinco años desde que empezamos a salir, ¿No? - Felix asintió - entonces, me parece que para que todo lo que te mereces, lo que te doy es poca cosa, por lo que me gustaría ofrecerte más, mucho más personal: mi amor, mi vida entera, condenarme a ser tuyo por y para siempre, a pesar de lo que pueda pasar, que esperemos que no sea malo, pero solo, solamente, si tú estás de acuerdo - Felix parpadeó sorprendido - Lix, ¿Quieres casarte conmigo? - saqué la cajita de terciopelo rojo que escondía, y la abrí, revelando un anillo de oro fino, simple, como a él siempre le habían gustado -.

- Por Dios Chan - me abrazó - Si, si que quiero, me condeno a esposarme contigo toda una vida sin importar las consecuencias -.

Entonces los dos empezamos a llorar de alegría, y le coloqué el anillo que le había comprado para sellar ese juramento que hicimos aquel día.

☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️

- ¡Channie! ¡Min me está salpicando! - lloriqueó esperando mi respuesta -.

- Eso era lo que tú estabas haciendo hace un momento, así que no te quejes - me reí a carcajadas con Minho y Jisung -.

Habíamos alquilado esa casa para hacer una segunda luna de miel para ambos, ya que cada uno hizo la suya, y después se nos ocurrió compartir uno de los mejores momentos de nuestra vida juntos, así que allí estábamos.
Lo bueno es que a pesar de todo aprendí a perdonarme a mí mismo por todo lo que ocurrió en el pasado y me impedía ser el hombre que siempre me hubiera gustado ser. Felix también me perdonó por todo el daño que le causé, al igual que yo lo perdoné a él, pues nos habíamos causado muchísimo daño mutuamente, y debíamos aprender a perdonarnos y dejarlo sanar y cicatrizar para tener una relación mucho más sana. Y lo más importante de todo, es que Minho también me perdonó, me perdonó por todo ese daño que le había hecho desde el momento en el que decidió quedarse conmigo para siempre, y nunca más volví a hacerle daño. Jisung, por supuesto, nos ayudó mucho a todos a la hora de perdonarnos entre todos y a nosotros mismos, descubriendo que hasta él debía perdonarse por heridas que seguían abiertas.

- ¡Chan! - llamó Felix -.

- ¿Que quieres ahora Lix? - sonreí y me giré hacia atrás, siendo atrapado por un flash, sin pestañear debido a toda mi experiencia como modelo - ¿Que has hecho? -.

Vi la mirada feliz de Lix mientras sujetaba una cámara.

- ¿Esa es...? - sonreí al recordar todo lo que había fotografiado esa cámara -.

- ¿Nuestra cámara? - sonrió - si -.

- Nuestra cámara - dije feliz -.

Nuestra cámara, como bien dijo Felix, que capturaría todos nuestros momentos juntos, desde el primero hasta el último.