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Cuando la reunión por fin concluyó, fui el primero en abandonar la estancia, siendo seguido por Minho.

- ¿Cuál es el plan de hoy? - cuestionó -.

- Hacer que el cámara se separe de su novio de mierda - declaré -.

Minho se paró ahí, en mitad del pasillo, y yo, al no sentir su paso, me detuve y me giré a mirarlo. Me encontré con sus ojos, los cuales me miraban con desprecio.

- ¿Qué coño quieres? - susurré, y me acerqué a él -.

- Quiero que dejes de tratar a todo el mundo como si fueran inferiores a tí sólo porque eres modelo - respondió con ira -.

- ¿Puedes dejar este show? - reí nervioso -.

- No Chan, detrás de toda esa máscara de un modelo capullo egocéntrico sigue estando Christopher Bang - declaró con ira, provocando que perdiera la tranquilidad que me quedaba -.

- ¡Minho! - le propiné un puñetazo en la mandíbula, provocando que se estremeciera y dirigiera sus manos a la zona herida - mira, no eres nadie para mencionar eso, así que déjate de bromas y tengamos la fiesta en paz - esperaba que nadie se diera cuenta de lo que acababa de pasar -.

- Chan, te estoy diciendo esto porque soy tu amigo, deja al pobre chaval en paz, no necesitamos que le arruines la vida, ¡Déjalo con su novio! - exclamó furioso, pero sin perder la cordura -.

- Min, no estás pensando con claridad, ese consejo no... - sentí que mi cabeza daba vueltas -.

- Chan, soy tu amigo, no pierdas el tiempo con algo que no merece la pena - musitó apenado -.

No me dió tiempo a responder, pues aparecieron el gerente Hwang junto a Seo Changbin.

- ¿Todo bien? - preguntó el hijo de puta del gerente -.

- Si - aclaró Minho -.

- Bueno - Changbin se aclaró la garganta - el lunes te necesitamos aquí a primera hora Chan, haremos una nueva sesión de fotos para Gucci, y tienes que estar impecable - añadió, y se fue -.

- Pueden contar conmigo gerente - le especifiqué al capullo -.

- Estoy seguro de que si - me sonrió con suficiencia y se fue con Changbin -.

Sin darle respuestas a nadie, cogí mi camino y fui hacia la salida, lo único que quería era irme. Esta vez Minho no me siguió, pero era mejor así. Él y yo llevábamos más de diez años siendo amigos, desde los 11 más o menos, y ha conocido gran parte de mi vida, y sabe que cuando peleamos lo mejor es dejarme solo para recapacitar. Es la puta ostia de amigo. Llegué a la entrada y abrí mi casillero, encontrando el jersey que le di a la empleada para que me lavara.
<<Ostia, lo había olvidado por completo>>.
Lo agarré y me lo puse junto al blazer y las gafas de sol, aunque al salir tuve que quitarme las gafas, pues en vez de sol estaba cayendo un chaparrón de la ostia. Suspiré irritado y llamé a mi chófer para que me recogiera, pues estaba lloviendo mucho y la reunión ya había terminado. Me dijo que llegaba en diez minutos y aproveché para fumarme un cigarro.
Saqué el paquete de mi bolsillo y saqué un cigarro, guardé el paquete y cuando fui a encenderlo alguien me arrebató el mechero.

- ¿Qué coño quieres? - ni lo miré, ya sabía quién era -.

- Señor Bang, está prohibido fumar en esta zona - aclaró Seungmin - además, es malo para su salud -.

- ¿Desde cuándo te importa mi salud? - interrogué irritado -.

- B-Bueno, también trabajo para usted, y no me gustaría que se enfermara por estar fumando -.

- Que te follen - dije -.

Seungmin solo sonrió. Nos quedamos en silencio observando el agua que caía en gran cantidad. Así transcurrieron los siguientes minutos, hasta que por fin llegó mi chófer.

- Bueno, devuélveme mi mechero - lo miré con súplica -.

- No - me sonrió coqueto - mañana se lo devuelvo - y se fue sin despedirse -.

Chasqueé la lengua y me subí al coche, siendo dirigido por mi chófer a mi gran mansión. Al llegar, me bajé de mi BMW y entré a mi casa. Joder, no me acordaba de lo vacía que estaba. Llamé a mi masajista personal y me dijo que llegaría en unos veinte minutos, por lo que aproveché para hacer papeleo en mi oficina. Subí las escaleras y abrí la puerta para entrar a esta, y una vez dentro me senté en el escritorio y empecé a mirar y firmar un montón de papeles. Estuvo lo que me pareció una eternidad, hasta que escuché el timbre de la puerta, y me dirigí corriendo, para, al abrir, encontrar a mi masajista, Jeongin.

- Pasa - me quité de la puerta y este entró, encantado -.

Nos dirigimos al patio, la parte trasera de mi casa, y en donde se encontraba mi piscina y mi camilla especial de masajes. Me tumbé en la camilla y Jeongin empezó a preparar y sacar sus productos para hacerme el masaje.

- ¿Cuál es la preocupación de hoy? - interrogó Jeongin -.

- Ha entrado un chico nuevo al equipo, y estoy dudando de mi sexualidad - confesé -.

- ¿Bang Chan dudando de su sexualidad? Eso no me lo esperaba - río bajito - Bueno, esta noche hay una fiesta en el Sunrise, puedes venirte para despejarte un poco y follarte a alguna tía - me sugirió -.

- Es buena idea, iré a la fiesta supongo - declaré -.

- Bueno - empezó a masajear mi espalda, provocando que crujiera alguna que otra vez -.

Estuvo ahí encargándose de todo lo que tenía que hacer normalmente, y al terminar recogió sus cosas y se fue. Aproveché para darme una ducha, así podría aclararme un poco. Fui al baño y me deshice de todas las prendas que cubrían mi cuerpo, abrí la ducha y me metí, esperando que el agua extremadamente fría aclarara mi mente, pero no funcionó. Me enfureció, no era capaz de sacarme a un puto niño con novio de la cabeza. Atacado por la ira, salí de la ducha, rodeé mi cintura con una toalla y salí, destrozando todo lo que se encontraba en mi dormitorio. Al terminar, me senté en el suelo, lamentando ser tan impulsivo, odiando haber revivido al verdadero Chan, al verdadero Christopher.
Respiré hondo, ya con la mente y la respiración más calmada, por lo que me levanté y me encaré al armario, lo abrí y cubrí mi cuerpo con ropa interior, una camiseta de tirantas negra y unas calzonas grises. Me pasé las manos por el cabello y me fui a golpear el saco de boxeo que tenía. Habría alguna forma de calmar al monstruo que tenía dentro.

Nostra fotocamera {ChanLix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora