Nostra fotocamera {ChanLix}

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Suspiré, tratando de calmar mi respiración. Estábamos ya a la mitad de la sesión de fotos, y Felix estaba muy cerca de mí, además de que Seungmin y Hyunjin me miraban fijamente, como si quisieran perforarme con la mirada. Ya habíamos terminado con los pantalones y la ropa interior, y solo quedaban las camisetas. Felix se había acercado más de lo que debía a mí en más de una ocasión, con la excusa de arreglarme o ajustarme la ropa, haciendo que Hyunjin me mirara peor de lo que solía hacerlo.

- Chan - llamó Felix, sacándome de mis pensamientos - ¿Me has oído? -.

- Si - musité -.

- ¿Te parece bien entonces? - sonrió ilusionado -.

- Emm, si, claro - le sonreí -.

Felix se alejó de mí, y entonces recordé que me había estado hablando de unas poses más sensuales, más atrevidas. Ladeé mi rostro y agarré el borde de la camiseta, alzándola un poco, dejando ver parte de la parte baja de mi abdomen. Hyunjin y Seungmin seguían mirándome muy fijamente mientras cambiaba las poses y Felix me fotografiaba, encantado. Seungmin me miraba con admiración, algo que había hecho siempre, supongo que porque le había gustado, y parecía que todavía lo hacía. Sin embargo, Hyunjin me miraba con un odio perforante, odio que hasta ahora nunca me había dedicado. Admito que siempre nos habíamos dedicado miradas recelosas, pero nunca me había puesto esa mueca de odio, supongo que porque antes no sabía su secreto, ahora sí. Felix terminó de hacerme fotos, y me avisó, para después marcharse a una de las esquinas de la sala para guardar su cámara en la funda.

- Veo que has llegado bastante lejos desde que estás aquí ¿No? - interrogó Hyunjin, atrayendo mi atención -.

- Si, bueno, han sabido cómo aprovechar mi visual, entonces obviamente ha aumentado la fama de la empresa - sonreí secamente, pero él seguía con su mirada impasible -.

- Bueno, ahora que estamos nosotros aquí seguramente todo mejore - sonrió con maldad - y quien sabe, a lo mejor conseguimos cambiar el rostro de nuestra plantilla -.

Espera, ¿Estaba insinuando poner a otra persona en mi lugar?
La sonrisa se me esfumó rápidamente.

- ¿Perdona? - estaba incrédulo -.

- Quiero decir, ver siempre la misma cara en las mismas marcas aburre, entonces estaría bien hacer un pequeño cambio - me miró con maldad - y tú plantilla es muy buena, además, ya tienes suficiente dinero para sobrevivir sin trabajar el resto de tu vida, ¿Qué más quieres? Sería egoísta de tu parte no cederle tu lugar a alguien que lo necesitara más -.

- ¿Y por qué no lo haces tú? Cede tú tu lugar de trabajo que ya tienes otras empresas y otras maneras de conseguir dinero - lo miré con rabia, y él sonrió mucho más - deja de ser un capullo, estamos en otra empresa, y estoy tratando de empezar de cero contigo, así que no agotes mi paciencia porque entonces no seré capaz de contenerme -.

- Sigues siendo el mismo idiota de siempre - su sonrisa se borró y se tornó otra vez a su expresión de ira y superioridad - ya veremos quién es mejor Chan - se fue hacia donde estaba Felix -.

No me podía creer que fuera el mismo idiota de siempre. No, me equivocaba. Era incluso peor que cuando estábamos en nuestra antigua empresa.
Negué, y me dirigí a los camerinos, donde cambié mi ropa lo más rápido que pude, necesitaba salir de aquel lugar. Terminé, salí del estudio y fui casi corriendo hacia mí despacho, pero me choqué con alguien que interrumpió mi camino.

- Perdón - musitó -.

- No te preocupes - iba a seguir caminando, pero habló -.

- No me refiero a que nos acabemos de chocar - lo miré - me disculpo por haberte dejado tirado aquel día, en vez de haberte ayudado - los ojos de Jeongin se llenaron de lágrimas -.

- Está bien, te perdoné hace tiempo - le sonreí, y sentí que era la primera vez en mucho tiempo que sonreía de verdad - lo digo en serio -.

- Gracias Chan... - susurró, y se fue a paso ligero -.

Dejé que se fuera. Seguramente se había ido a llorar o a trabajar, quién sabía. Iba a seguir caminando, cuando escuché dos voces conversando que me terminaron de poner de mal humor. Me acerqué a la puerta de la que provenían, y escuché de lo que hablaban.

- Ya has borrado la foto ¿Verdad? -.

- Te he dicho que si Minnie, no tengo ningún motivo para quedármela -.

- Bueno -.

Me alejé un poco de la puerta, y me hice como el que pasaba por ahí. La puerta se abrió, y Seungmin salió casi corriendo de allí, por lo que, antes de que Felix saliera, lo empujé dentro de la sala y cerré la puerta tras mi espalda.

- ¿C-Chan? ¿Qué pasa? - se tensó al instante -.

- Tenemos que hablar - lo empujé y lo acorralé en la pared - ¿Borraste la foto que nos hiciste a Seungmin y a mí? -.

- Si - susurró - ya no la necesito para nada -.

- Mientes - lo miré fijamente a los ojos, y me mantuvo la mirada durante varios segundos, aunque después la apartó -.

- Vale... Hyunjin te odia y creo que Seungmin podría hacerle daño, entonces la conservo por si me hiciera falta algún día -.

- Pero Felix - mi voz salió más suave de lo que planeaba - Hyunjin te es infiel con Seungmin - me miró con los ojos muy abiertos - y él ya sabe que Seungmin y yo hemos tenido nuestros líos, y no le importa porque Seungmin está conmigo y él está contigo -.

- Es decir, que era verdad... - La voz de Felix se entrecortó -.

Lo estrujé entre mis brazos, pretendiendo abrazarlo, aunque parecía que quisiera asfixiarlo. Felix, un poco tímido, me devolvió el abrazo, mientras sollozaba en silencio en mi pecho.

- Lix, está bien - no esperaba hablar tan natural como lo estaba haciendo - ya sabes que debes dejarlo - me interrumpió -.

- N-No puedo Chan... - sollozó - mi padre está muy enfermo y Hyunjin le está pagando el tratamiento para que no se muera, si lo dejo entonces dejará de pagárselo,y... Y-Yo quiero a Hyunjin... - siguió llorando -.

- Lix... - no sabía qué decirle -.

Lo aparté un poco para mirarlo a la cara, y él me devolvió la mirada. No pude controlarme y le miré los labios. Los tenía un poco hinchados y rojizos por estar llorando, pero me seguían pareciendo igual de apetecibles. Joder. Lo volví a mirar a los ojos, pero su mirada estaba clavada en mis labios, por lo que no pude controlarme y me lancé a devorarle los labios.