Capítulo 11
¿A casa?—¿Mi Sae? ¿Qué haces aquí?
Otra vez escuchar su voz me saca de mi inspección con mucha confusión, el sacerdote está arrodillado sobre una especie de alfombra pequeña con ciertos objetos de metal que no me gustaron para nada. Rápidamente, cuando Felix se percata de que eso llama muchísimo mi atención no tiene mejor idea que guardarlo con un empujón de pie y encaminarse a mi persona, empero, aunque lo haya hecho de ese modo no podía sacarle la mirada de encima a ese instrumento.
Por demás de que hay que mencionar que soy una persona curiosa y hasta no saber lo qué sucedía no pararía.
—¿Eso qu...?
—¿Por qué estás vestida así? ¿Sabes qué lo que estás haciendo es una falta de respeto para las personas que se toman esto muy en serio? —interrumpió. Estando cada vez más cerca de mi rostro, impidiendo que pueda seguir observando el objeto que mandó debajo de su cama.—Espera, ¿qué estás haciendo aquí? Es un lugar prohibido para las alumnas y no queremos tener problemas. ¿No, Mi Sae?
—¿Qué era eso?
Moví mis cejas, señalando la diminuta alfombra que ahora se hallaba debajo de su cama. Él podría interrumpirme, hablarme de mil millones de cosas más y hasta tratar de cambiar el tema, pero lo tonta mejor se lo dejamos a Jo Ji Won. El peligris dirige sus faroles al suelo, reuniendo sus manos, convirtiéndolas en una misma y viéndome nuevamente.
—Es una de mis penitencias.
—¿Penitencias...? Creía que eso se hacía confesándote.
—Hay muchas maneras, yo prefiero la acción en vez de la oración, Cho Mi Sae. Bien, —me dio toda su atención, dedicándome una media sonrisa.—¿para qué has venido hasta aquí? Tienes que irte antes de que el Sacerdote Eun Woo aparezca o algunas de las Hermanas. ¿Quién sabe? Hasta la Madre Superiora podría venir aquí, a veces hace una inspección.
—Quería saber qué te sucedía.
—¿A mí? ¿Por qué me sucedería algo?
Viré mis ojos, sacándome por completo el vestuario que me está matando la cordura.
Dejé caer mi melena por completo, parecía que haber hecho eso logró que el sujeto que se halla frente a mí divague su mirada por mi anatomía, inspeccionando cada movimiento mío, y el hecho de que me esté dando esa mirada lo único que ocasiona en mí es muchísima lujuria, por lo tanto, acabé por sacarme el uniforme de una de las Hermanas y quedando en boxer y una blusa blanca, una de las pocas prendas que pude tener tiempo a guardar antes de que me encerraran en este internado. Luego de hacer eso se ve claramente que Lee Felix va retrocediendo lentamente, en su faceta se podía notar el destello de la tentación saliendo a flote, no obstante, parecía que su cuerpo pensaba todo lo contrario al respecto.
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El pecado de Felix (+18) ; l. felix ✓
FanfictionFelix, un sacerdote una vez respetado y venerado en su templo, se encuentra en una situación inesperada cuando es expulsado y enviado a un internado para jóvenes mujeres rebeldes. En este nuevo entorno, Felix se ve inmerso en un mundo completamente...